Conozca la experiencia única del terror criollo en cuatro dimensiones por cortesía de la Sala Concresa y Cinex. Donde la estrella no eres tu sino el hampa seria.
Los héroes hacen saltos imposibles,no se despeinan y después les roban el Blackberry a punta de pistola, en plena función.
El policía joven siempre molesta al mayor y ambos llegan tarde a la escena del crimen,tras el atraco masivo del cine Concresa.
Luego agarran a dos choritos de la banda a destiempo(un par de chivos expiatorios) y el Alcalde lo informa por Twitter como un gran logro de su gestión. Tremendo éxito,Gerardo.
Los Chefs visten como franceses pero solo preparan y sirven perros calientes(fríos), cotufas sin sal y tequeños de cajita.
Las criminalistas parecen un muñeco animado por Álvaro Planchart, y tampoco se hacen responsables por la inseguridad del recinto. Menos por la limpieza y la higiene, cuando los malos olores se adueñan y dictan la pauta del sector exhibición. Pero en realidad se trata de otro importante avance, porque también te brindan la experiencia única del 5D, por medio de la reivindicación de la técnica del odorama. O mejor dicho, del “tuforama”, contribución de la industria criolla.
Aunque tu sabes esto,siempre vas a regresar. Esa es la magia del cine. Un truco, un fraude, un gato por liebre.
¿Cuál es la alternativa? ¿El encierro en el hogar dulce hogar, la vuelta a casa? ¿El blindaje, la vietnamización del territorio, la feudalización del contexto, la imposición de nuevas garitas y barreras? ¿Entonces es cultura, entretenimiento o una extensión de la cárcel del Rodeo?
Tu tienes la respuesta, fuera del ámbito del lugar común.
De lo contrario, seguiremos en el reino del conformismo y la resignación de ver siempre la misma película.
Ni hablar del contenido de la programación.
Para salir corriendo.
Otro sueño devino en pesadilla.
Así empezó el declive del paradigma del autocine.
Ojalá no suceda lo propio con las salas Multiplex.
¿Nos acercamos a su Réquiem?
¿Retorna el fantasma de la muerte?
Sergio: esperas demasiado de una sociedad gobernada y controlada por «pranes» (tan de moda en estos días). Que ningún iluso vea asomos de antichavismo en mi comentario (que lo soy, y de los acérrimos). Lo de los pranes no es de ahora, es desde los tiempos de Diego de Losada. En esta tierra de malandros, siempre ha mandado el malandro más malandro del momento.
A veces creo que ya perdí toda esperanza con este país, sobre todo cuando veo cómo se comportan sus «intelectuales». Sin embargo el hecho de que cada día salgo a hacer mi trabajo y a hacerlo BIEN y por una remuneración miserable me hacen ver que sigo apostando porque algún día cambiemos.