Los 7 pecados capitales (y socialistas) del Twittero Equivocado

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primera Parte de Dos

Los equivocados son legión en Twitter. De hecho, son la legión de Twitter. A diario cometen abusos y excesos de la comunicación social, desde la plena seguridad de hacer lo correcto, de andar rompiendo moldes y de seguir a la moda, bajo el amparo de un público indulgente, a imagen y semejanza de su culto a la personalidad.
Con el tiempo, el arquetipo del Twittero equivocado se nos impone como modelo hegemónico, como ejemplo digno de atención y reconocimiento, como mito de salvación de la red 2.0. Por culpa de sus mediocres followers,su gloria y fama llegaron demasiado lejos. En consecuencia, es el momento de echarle un parado en seco, de pincharle el globo a su fiesta de la confusión y el extravío. Si usted se considera parte de la cura o de la enfermedad, pues lo invitamos a verse y mirarse en el espejo del paciente terminal de la semana, afectado por las células cancerigenas de su narcisismo. En efecto, hasta su metástasis debe merecer un comentario en 140 caracteres. A continuación, le practicamos una sesión de quimioterapia para conjurarlo y exocizarlo. Igual le queda poco.

1) Lujuria.

Su sed de poder y reconocimiento lo conducen a desnudarse en vivo, a objeto de despertar las pasiones morbosas y básicas de su audiencia. Por tal motivo, apela a las viajes técnicas del periodismo amarillista y pornográfico,el de la última página de Meridiano y el cuerpo en la Playa del antiguo “Diario de Caracas”.
El sexo vende gracias al reinado del tabú en las sociedades puritanas como la nuestra, donde nos quita el sueño por la represión de la censura. Así, el Twittero equivocado lo explota delante del público ante su absoluta falta de contenido. Pragmáticamente, se desviste en una suerte de “striptease” virtual por vía de la web,reducida a la condición de un “peepshow” supuestamente gratuito. En realidad, es una inversión a largo plazo y nosotros la pagamos con nuestro vouyerismo.
Llámenme puritano o pacato.No me interesa. Para mí, el espectáculo de Diosas Canales y compañía, es el disfraz, el rostro, la cara dulce del mismo problema. Detrás de su máscara,subyace el cuerpo putrefacto del Gran Hermano, el Leviathan de la pesadilla digital. Cualquier semejanza con llevar un diario de banalidades y anécdotas por Twitter, no es mera coincidencia. Es la prostitución del ego para sacar beneficios. Parte del sustento ideológico de Chavezcandanga.

2) Gula.

Nada ni nadie puede saciar el hambre de información de nuestro querido y odiado, compañero esnobista. Por ello es un obseso y un obeso indigestado de “trends” y “hasthags”. Los traga, los digiere y los excreta en cuestión de horas,minutos y segundos.Los consume por la mañana,el mediodía y la noche. Los devora con el desayuno,el almuerzo,la merienda y la cena. Los adopta como la dieta fija y dogmática de su menú “fast food” en clave “Super Size” y “Herbalife”. Por defecto, te excluye y discrimina si no lo tratas con indulgencia y condescendencia. Él se cree fuerte como Charles Atlas. Por desgracia, es fofo y le cuesta admitirlo. Prefiere vivir en su secta de la gordura ignorante de comida basura, en su cacería de brujas permanente. No te recomiendo buscarle pelea o discusión. Te respondería como Ibsen Martínez a Xluis. Por fortuna, cae por su propio peso, cual Golliat versus David.

3) Avaricia.

La avaricia antes era buena. Ahora es legal por Twitter. Lo sabe y lo entiende el Gordon Gekko de la fábula, cuyos imitadores y clones nos asolan como fenómenos virales. No en balde, la jaula del pajarito huele mal,apesta y luce como un nido de ratas, de alacranes, de vampiros, de sabuesos y zorros oportunistas.
Todos compiten entre sí por las sobras del sistema, a la usanza de una jauría de lobos al acecho de un rebaño de corderos. Por encima, se lee como una utopía de Disney, como una fábula moral con final feliz. Por el subsuelo, es una alcantarilla distópica controlada por grandes nombres, firmas y corporaciones.
Te promete regresar a la aldea de los Pitufos, al campo celestial de los relatos de integración e iniciación. Te oculta su verdadero funcionamiento. Tu piensas emplearlo como arma de resistencia. Ellos saben operarlo para canalizar el descontento y afianzar al “Discurso del Rey”. Los señores de las sombras se reparten el botín. Al resto de los usuarios les quedan las migajas. ¿Tu compartes las ganancias de Twitter? No me hagas trinar de la risa. Pásale la factura a los codiciosos de costumbre. A mi déjame volar en paz dentro y fuera de tu retén del Rodeo.

Procede a machacarlo como mentira repetida mil veces.

Continuará…

3 Comentarios

  1. Efectivamente, si vivimos inmersos en un mundo donde se presume que lo importante es estar «en la onda» o «a la moda», sin tomar en cuenta el desgaste que eso pueda generar tanto de tiempo, dinero, o agotamiento físico y mental, publicando la mayor cantidad de tweets posibles (muchos sin sentido) y dejando que «el pajarito azul» tome el control de nuestras vidas, estamos ante una situación alarmante de «twittero equivocado», simplemente por utilizar la herramienta de manera incorrecta o tener un concepto errado de lo que es «social» en el mundo virtual que verdaderamente, con sus ventajas y desventajas, no dista mucho de su significado en el mundo real. Aún así hay absolución.

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