Les recomiendo la lectura del relato ganador del concurso de cuentos de «El Nacional».De un tiempo para acá,había perdido el interés en el premio y era escéptico ante su sola mención.Gabriel Payares me acaba de convencer de lo contrario con su poderoso trabajo de ficción,a camino entre «Hiroshima mon amour» y «La Insoportable Levedad del Ser» en un mundo y un país de ruinas existenciales,morales y afectivas.
Bienvenidos al desierto de lo real.Fácil,de lo mejor de la narrativa venezolana del 2011.
Su título es una declaración de principios sobre el pasado y el presente.
A la vieja pregunta de «¿se puede escribir poesía después de Auschwitz,de las bombas,del arrase de la modernidad?»,el autor responde afirmativa,local y universalmente con una historia de amores imposibles,donde el encuentro y el desencuentro generacional y cultural fungen de metáfora de un tiempo signado por la melancolía,la erosión de los afectos,el exilio y la resistencia de la memoria a través del recuerdo del arte,de la fotografía,de la misma escritura.
Interesados en disfrutarlo,pueden leerlo por aquí o en Papel Literario,el día de hoy encartado en el periódico de marras.
Mis sinceros respetos para el firmante de la pieza.
Comparto su enlace:http://lasmalasjuntas.com/2011/08/06/nagasaki-en-el-corazon/
Su estructura me trajo de vuelta los fantasmas de mayo del 68,de la nueva ola francesa y de las vanguardias literarias de acá y de allá.
El escritor revela grandes dotes para la descripción de atmósferas y construcción de personajes, a través de imágenes y tramas sugerentes,cercanas al erotismo descarnado de los clásicos, desde Nabokov hasta Kundera.
De principio a fin se palpa y se goza la herencia(voluntario o no)de los desesperados de ayer y ahora.Me refiero a la lista encabezada por el Sartre de «La Nausea» y el Camus de «El Extranjero».
La dedicatoria a Ednodio Quintero no es casual,si consideramos su eterna fascinación por los espacios mutantes y sin fronteras de la posmodernidad.De paso,se le rinde tributo a su eterna identificación con la otredad del territorio asiático.
En consecuencia,descubrimos una interesante relación con la historia de las letras criollas y extranjeras.
En resumen,»Nagasaki (en el corazón)» evidencia el desarrollo del gremio y el verdadero impacto de las nuevas voces en la escena nacional.
A pesar de su pesimismo,Payares nos ofrece una pequeña rendija de luz al final del túnel de su cuento.Por ello no es ingenuo augurar el arribo de un amanecer,de un mañana,de un futuro distinto para la literatura venezolana en la actualidad.
Por lo visto,nuestras bombas atómicas siembran frutos y árboles de la vida,con esperanza.
PD:me gusta por su enfoque de la primera persona a modo de confesión,de diario,de crónica con tintes autobiográficos.
Aparte,es tragicómica,kafkiana y verídica la deconstrucción del sistema educativo,a partir del vínculo de un profesor mayor con una alumna en plan de Lolita,de oscuro objeto de deseo surrealista.
Por algún motivo,la publicación del cuento coincidió con la triste conmemoración del aniversario 66 del horror de la explosión atómica de Hiroshima.
El relato de Payares sirve para seguir conjurando y exorcizando la pesadilla de las cenizas de la posguerra.
Por aquí les dejo el enlace con el cuento:
http://lasmalasjuntas.com/2011/08/06/nagasaki-en-el-corazon/
Este payares no deja para mas nadie se ha ganado todos los concursos en los que participa. Lei el cuento en el Nacional y es realmente increiblemente bueno.
Y en vista de un nuevo ¿aniversario? de las explosiones de las bombas atomicas sobre hiroshima y nagasaki, hay que ser fiel a la historia, esas bombas fueron tan horrosas que llevaron a Sastre a negar la existencia de esas armas. Que fue bestial. Si lo fue. Pero todo el horror de esas bombas se uqedan palido ante el bombardeo a Tokio, .
la mayoria de las casas en Tokio eran de madera y fue bombardeada con bombas incendiarias, un calculo conservador dice que murieron mas de 300,000 esa noche, mas que todos los que murieron en Hiroshima y nagasaki. Ese si fue el verdadero acto de horror de esa guerra, antes el bombardeo de Tokio casi palidecen los de esas dos ciudades.
y lo peor es que las victimas han sido olvidadas y ese acto horror ha sido sistemáticamente ocultado.
Aun no se sabe cuantas personas murieron esa noche.
Así es,Xluis.
Ello aparece descrito con pelos y señales en el documental,»Fog of War».
Un abrazo.
Vamos, ese es un texto de una profundidad impostada, que acaba, casi cómicamente, con una sesión de fotografía gonzo light.
Por el tipo de relación, recuerda, más que a otra cosa, a «Las rayas» de Rodrigo Blanco.
Saludos.
A ver, ¿ yo soy el único al que este cuento le parece forzado y engorroso? Lleno de puras frases y metáfotas rebuscadísimas para sonar agúdo ajuro… Y una anecdota, como totalidad, bastante pobre. Si despojas este cuento de todas esas metáforas y sentencias queda una historia cualquier cosa. Ok, ustedes me dirán que la literatura se encarga de hacer una historia mínima, algo con fuerza, profundidad, ritmo etc… está bien, yo también creo eso. Pero por favor, sin aburrirnos en el camino. Yo me aburrí.
Yo no me aburrí para nada y disfruté de las metáforas.
Cuestión de gustos,supongo.
Y de superficial,nada.
Todo lo contrario.
Tiene razón Sergio. Las metáforas no son aburridas, sino que hacen reír. Por ejemplo esta: «La imagino como un árbol desnudo, postrada de rodillas…» Es un símil francamente divertido, que nos hace ver con la imaginación las rodillas de un árbol.
Creo que lo interesante de ese cuento está no en el lenguaje, ni en sus profundidades, ni en su superficie, sino en la sesión de fotos gonzo, del género asiáticas, tomadas por un fotógrafo llanero, según informa él mismo, cual Santos Luzardo con Polaroid. Las fotos, evidentemente, serían las de Asia Carrera posando como Doña Bárbara desnuda, o como Marisela, por tratarse en realidad de la alumna del fotógrafo.
Saludos.
Bueno, yo me sentí identificado con el cuento porque habla de la fantasía que todos los hombres tenemos de cogernos a una china.
Deberían publicarlo con las fotos de la carajita, difuminándole la cara si fuera menor de edad, o con unos dibujos hentai. Si están interesados, pónganse en contacto conmigo, que tengo un master en edición.
Peace
Por cierto, ¿alguien se fijó dentro del cuento en esa referencia clásica que nombra a Ulises, a Polifemo y a Calíope? Lo de Ulises y Polifemo se entiende, por lo del palo clavado en el ojo; pero lo de Calíope desafía la comprensión de cualquiera.
Peca de engolado y… no digamos más.
De engolado y de ig…
Yo insisto en la defensa del cuento.
Hasta ahora,las críticas no me convencen.
Hola a todos. Vengo a dejarles mi impresión.
El protagonista de este cuento, que fotografía a sus alumnas, se parece un poco al doctor Edmundo Chirinos, que fotografiaba a sus pacientes!!!
Por eso me pareció, más que Hiroshima Mon Amour o Kundera, una versión de Sangre en el Diván de Ibéyise Pacheco!
Sergio, esto es uno de los cuentos más ladillas e impostados en la historia de ese vapuleado concurso. No entiendo cómo un tipo con la agilidad mental tuya puede gustarle semejante cagada en cámara lenta. Lo de las «metáforas» es sencillamente desopilante, da hipo, Bro. Uno entiende que un cuento de ese tipo haya ganado cuando le echa un ojo al jurado. ¿Explícame qué carajos sabe la vieja mal cogida de Ana María del Re de narrativa? ¿Trata de explicarme qué coño hace un cuento de Gamero Contin en la misma mesa finalista donde está Norberto José Olivar y Miguel Hidalgo Prince? Sergio, no me rompas las pelotas, por favor.
La impresión de Eloy es un chiste,supongo.
Un chiste malo,por demás.
No te las rompo,Daniel,solo lo leo y lo veo desde otra perspectiva.
Si quieres reducirlo al tema de las metáforas,allá tu.
Por cierto,a mi lo de las metáforas no me molesta en absoluto.
Incluso,me gustó la prosa del ganador.
Y tampoco me aburrió.
0212-8306505. Iván Freitas, psicólogo. Háganse ver.
Por favor, señores, por favor, guarden la compostura, que voy a tener que meterme a defensor de Sergio.
Sergio distingue en el cuento «El extranjero» y «La náusea». Lo del extranjero es por la lolita japonesa y lo de la náusea por la sensación general que produce el cuento.
Aunque yo lo leí y ni eso… Ni frío ni calor. Es un cuento de temperatura ambiente.
Tampoco exageren.
Saludos.
PD: Sergio comparó al Roquentin de La Náusea, al Mersault de El extranjero y al profesor de la lolita, y llegó a la conclusión de que los tres eran el mismo personaje. ¡No lo pierdan de vista! Es que las críticas de Sergio siempre están bien, pero que muy bien fundamentadas.
La comparación la hiciste tu.
Yo solo hablé de referencias voluntarias o no.
Tu le agregaste la salsa,el condimento.
De seguro lo usarás en mi contra.
Pero no me importa.
Para resumir, pues, sumando la reseña de Sergio y los comentarios, tenemos hasta ahora que el texto recuerda a: Kundera, Nabokov, Resnais, Kafka, Ednodio Quintero, Sartre, Camus, la Nouveau Vague, el Mayo Francés, Doña Bárbara, el gonzo, en género asiático, y unas referencias voluntarias o no a Ibeyise Pacheco.
Yo añadiría a Rubén Darío y José Asunción Silva, que fantaseaban con emperatrices chinas; y también, por supuesto, a John Lennon: incluso, sus famosas fotos con Yoko Ono, en pelotas, pudieran acompañar, de un modo muy arte pop, al texto.
Faltan Baudelaire, Rimbaud y Ramos Sucre, que salen mencionados en el cuento. Pero a Baudelaire, como es sabido, le gustaban las negras; a Rimbaud, las negras también y los hombres casados; y a Ramos Sucre no se sabe muy bien qué le gustaba, pero sus poemas y aforismos nos dejan ver que hubiese llegado al éxtasis descuartizando mujeres.
Saludos a todos.
Sergio, te hiciste el paisa con el jurado y eso lo entiendo: esa vaina es indefendible. Pescador, totalmente de acuerdo contigo
¿Chiste malo, Sergio? Chiste malo es el final de tu crítica:
«El relato de Payares sirve para seguir conjurando y exorcizando la pesadilla de las cenizas de la posguerra».
Jajajaja…
No te piques,Eloy…Pareces el pana de Anonymous…
Ningún paisa,Daniel.
Estoy hablando del cuento y tu quieres probar un punto absurdo,acusándome de encubrir al jurado.
Nunca lo hice en el pasado.¿Por qué habría de empezar ahora?
Ni siquiera soy amigo del ganador.
Solo me gustó el cuento.
¿Cuál es el problema?
De que se esta hablando aqui? De gusto o de calidad?
el cuento esta muy bien logrado. Que a alguien no le guste es otra cosa, a mi no me gusta Lezama Lima, me he comprado sus tres libros y no termine de leer ninguno. No lo paso. No lo aguanto. NO ME GUSTA.
Pero eso en ningun momento puede menoscabar la calidad de su obra, o por solo decir que no me gusta diga que me cago en la obra de lezama lima y que todos deberian de cagarse en su obra.
Esto es qu el arte hay que verlo de varias maneras. No de una sola. Por lo menos la obra de Van Gogh me produce mucha angustia y no me gusta verla. Pero eso no le quita merito a la calidad que posee.
Pero parece que muchos confunden su percepción personal (gusto) del cuento con la calidad intrínseca de este. Y si no les gusto (infieren)es que no tiene calidad.
Confundidos y aburridos
Sergio, problema de que te guste el cuento no hay ninguno. Yo no trato de «probar un punto absurdo» como tú dices, lo que trato de poner de bulto es una opinión (que no es la única contraria a tu ditirambo, si miras con atención los comentarios). En todo caso, independientemente que el cuento te guste o no, es que un nuevo escritor como Payares haya tenido la mala fortuna de tocarle un jurado írrito como ése. El pana no se lo merece. Un amigo cercano me comentó en estos días que la escogencia de ese jurado era similar a escoger a un dermatólogo para que te haga una operación de corazón abierto. Repito, ese pana no se merece eso.
No todo está perdido, Daniel. Si el jurado es de dermatólogos que operan corazones, el año que viene podrías, llevándoles un testículo hinchado, sacarte el primer premio. Pienso esto porque arriba confesaste, casi con dolor, que te estaban rompiendo las pelotas…
Mejor sigamos metiéndonos con el cuento sin poner sospechas sobre los jurados, ni sobre el autor. Es mucho más fácil y divertido: una manera muy eficaz de conjurar el aburrimiento de las vacaciones.
Por cierto, felicitaciones al ganador, que es amigo mío.
Saludos.
Ese cuento es tan malo que no hace falta meterse con el jurado para criticarlo. Se cae solo. Nada más fíjense en esta vulgaridad: «… mis clases oxigenan el día a día…» Sencillamente patético.