Es hora de entrar en calor con el tema de la semana:el motín en Inglaterra,cuyas secuelas polarizan al Reino Unido,desde la calle hasta la red social.Unos invocan el credo anarquista de «London Calling» y otros reclaman la restauración del orden,a través de llamados a la buena conciencia ciudadana.Desde aquí es complicado asumir posición.Poco a poco iremos deshojado la margarita.
Por lo pronto,hay problemas en ambas posturas.
Luce como una lucha entre una facción neopunk(de bajos fondos) y un grupo conservador de clase media,tipo Tea Party.
El detonante fue un acto de brutalidad policial contra un chico negro.El mismo condimento racial,racista y fascista de las pasadas protestas en París.Por desgracia,desembocaron en la consolidación del modelo Sarkozy.¿Ocurrirá lo propio en Gran Bretaña?¿El fortalecimiento de la derecha a costa de una rebelión de indignados?Es decir,¿algo similar al contexto del retorno del PP en España?
En otras palabras,¿el remedio será peor a la enfermedad,tal como lo dedujo Adam Curtis,en su análisis del resultado de las revoluciones del Medio Oriente?
¿Cuánto parentesco existe o no con el descontrol institucionalizado de la violencia hooligan?
¿Es una consecuencia de ello,es distinto,es una fase superior?
¿Cuál rol juega defintivamente Twitter y Facebook en el ajedrez del caos posmoderno?¿Contienen o hacen estallar en mil pedazos la mecha de pólvora encendida por unos pocos?
¿Sirven de catarsis o resolución del conflicto?
Por último,¿el suceso guarda relación con las imágenes y hechos acaecidos en Watts durante 1965,cuando los disturbios sacudieron a Los Ángeles,a consecuencia de un evento de represión,racismo y abuso de poder?
Asimismo,resucita el fantasma de Rodney King y sus respectivos daños colaterales en Estados Unidos.
En general,era de esperarse.Ya la historia y sus críticos lo habían pronosticado.La utopía del Big Brother en cualquier instante debía ceder y desembocar en su espejo invertido.Léase «V de Vendetta».
Mientras tanto,la prensa mienta y oculta información,cual realidad oscurantista de ciencia ficción.
La izquierda y la derecha sacan réditos políticos y empiezan a repartirse los beneficios ideológicos de las cenizas.
A diestra y siniestra,se respira un aire de deja vu,de película repetida,de incomprensión,de incomunicación social.
La mayoría no entiende absolutamente nada y se conforma con atender pasivamente a los reclamos de los dos bandos en disputa.
El mundo permanece atascado en su propia depresión.Avanza dos pasos,para retroceder cuatro.
De aquí hacia allá,el panorama pinta un presente y un futuro de un parecido desalentador.
¿Cuál es la alternativa?Evidentemente no la hemos encontrado.
La globalización,con sus promesas,es también una pequeña farsa.Me disculpan el pesimismo.