La banalización y mediatización de la política alcanzan una nueva cota de frivolidad con la emergencia de la líder estudiantil,Camila Vallejo,sex simbol de la izquierda divina reconvertida en la vedette chilena del momento,por su socorrida mezcla de belleza con inteligencia.Pero lamento llevar la contraria.Su imagen no soportaría un análisis serio de Susan Sontag o Faludi.Menos su discurso maniqueo.
La puedo acompañar en su defensa de la educación pública.Sin embargo,su predica anticapitalista me resulta trasnochada,superficial y harto manida.
De paso,su glorificación plantea un problema moral de fondo en términos de ética y estética.¿Si fuese mapuche,cómo la trataría la televisión?
Ni corta ni perezosa,ella se vale de sus atributos físicos (cual Diosa Canales)para vender la agenda de su movimiento,al precio quizás de convertirlo en una cuña de sí misma.
Complace los deseos fetichistas de la dominación masculina,en un juego peligroso donde ambas partes creen salir ganando,aunque es al contrario.
Ante su falta de ideas frescas,el comunismo caviar adopta el cambio de fachada,para seguir apuntalándose y afianzándose en el inconsciente colectivo.
Por desgracia,contamos con un público lo suficientemente condescendiente como para comprar el gato por el libre y elevarlo a la condición de tabla de salvación de Chile.
Ojo,tampoco me agrada Piñera y su pésima gestión.Ya viene siendo un problema continental.En Venezuela padecimos los estragos del efecto Irene Saez,María Corina y Eva Golinger.Luego descubrimos la verdad detrás del pote de humo.Aquí la ilusión se repite por cuotas y se administra como capítulos de un reality show en clave de «Latin American Idol».
Viendo los videos de Camila no dejo de pensar en las falencias y sofismas de la publicidad alternativa,pretendidamente concienciada y a favor de las causas fudantes de la república.
También me evoca lo peor del socialismo hipster,cool y esnobista de nuestros días.
Al final sería triste si todo se centrará en ella.Por lo visto,los manipuladores de masas así lo requieren y exigen.
Veremos si el asunto llega lejos y le abre las puertas a una necesaria generación de relevo en Chile.
Mientras tanto,es un anzuelo perfecto para la contracultura como negocio.
Hugo Chávez la debe amar y desear(como un viejo verde y baboso).Ni hablar de Mario Silva.
Ahora el modernismo fashionista es sinónimo de lucha,de brazo partido.Imposible comparar con los líderes de la época de Allende.Hollywood y la industria se los trago y lo transformó en barajitas blandas,fáciles de consumir y olvidar.
Es el equivalente de Avril Ramona Lavigne para la resistencia y el aguante en Chile.
Es la hermana menor de Hillary,Bachelet,Cristina y Sarah.
Prima de Obama y Assange.
Hija de su tiempo vacío.
Fantasía consumada de los jóvenes indignados.
Parece la modelo de una campaña de Urban Outfitters.
¿Y después qué?