Me lo habían vendido como el último grito de la moda criolla del arte urbano.En realidad es una tímida,complaciente y descolorida muestra de su amplio repertorio nacional,reducido a la condición de pequeñas viñetas anodinas opacadas por la sombra despersonalizada y trendy del Quinto Piso del Tolón «Fashion Mall».Olvídense de Banksy.Bienvenidos a la contracultura como mercado de diseño de banalidades.
La curaduría brilla por su ausencia.La iluminación es pésima y el espacio se traga a las obras,por la diferencia de escalas.
Por un lado compite con el teatro bar de Mimí Lazo y Luis Fernández,quienes también gozan de lo lindo con el saboteo de la corriente alternativa.Los graffitis tampoco les hacen mayor oposición.
Conozco la trayectoria de varios de los expositores.Con todo respeto,no exhibieron sus mejores trabajos.
El loable intento acaba por naufragar desde el vamos,por culpa de las condiciones del lugar y por la nula búsqueda de ruptura,de incorrección política.Pareciera otro intento desesperado por domesticar una tendencia identificada con la resistencia y la disidencia.
Aquí no es chicha ni limonada.No sirve ni como provocación ni como pieza de colección para comprar a precio de FIA.
En suma, es una pérdida de tiempo,esfuerzo y dinero.
El verdadero Street Art debe ir a encontrarse y a realizarse en la calle,a la intemperie.
La gente le pasa por al lado,como si nada,y algunos incautos creen descubrir allí,genuinos códigos de representación.Pero es mentira.Se trata del reciclaje edulcorado e integrado de una esencia apocalíptica.
Me recuerda las iniciativas de institucionalización y cooptación de la juventud,de las generaciones de relevo,por parte de alcaldías,gobernaciones y estados.Pura demagogia,puro mercadeo para ganar adeptos entre el público adolescente.
Ojalá fuese una broma irónica como la segunda parte de «Exit Through the Gift Shop».Por desgracia no es el caso.
La contracultura es la moda, pero como es la moda le tiene que llegar a todos entonces la contracultura no puede atacar los valores sociales porque no cae bien, y si la gente se molesta entonces deja de estar de moda.
Es un círculo vicioso lleno de contradicciones que nadie se atreve a romper porque todos quieren estar «in», todos quieren ir a «Por el medio de la calle» o participar en alguno de los bazares que hacen en el mercado nuevo de Chacao.
Nos hace falta un tipo como Juan Loyola.
No vale, mi estimado, el Tolón es el sitio perfecto, por ahí se la pasa Servando, Calixto Ortega y ni hablar de Mimi y Luis, la contra cultura hecha pasta… Además, es claro que esta exposición está hecha para gente que anda a pie, porque el que crea que alguien va a estar una hora buscando puesto en el peor estacionamiento de Caracas para ir a ver las obras especialmente, está loco de remate. Abraxs
Y no me invitaron, cerca de mi casa he realizado dos graffitis, estoy esperando la minima oportunidad para poner las fotos, digo en un post.
Quizas no me invitaron debido a que tumbar esas paredes y llevarlas al tolon (¿al tolon? mayor incongruencia) es muy caro.
Los proximos lo voy a tener que hacer en una pared mas chiquita
puedes buscar en youtube la 1ra expo de caracas street art esta fue mas real, la 2da te apoyo en tu opinion, mi motivacion en hacer la 1ra fue exponer cosas cool, mas intervenidas, la 2da no la hice yo sorry! paz!