Era un día sábado, y Enmanuel había desaparecido sin dejar rastro. ¿Una pista, algo? Eva, una vieja amiga de los años 90, fue la ultima que habló con el, cerca del hospital fue visto un vehiculo marca Ford, que daba vueltas de manera sospechosa… tambien se escucharon a unos motorizados que murmuraban algo de un secuestro. Lo ultimo que sabían: alguien realizo una llamada telefónica desde el Tachira.
En la casa de los Rodriguez, la cosa aun no había explotado, todo pasaba normal, como un aire acondicionado en un iglú. Lo mas tropical era la alegría de la casa: un mono capuchino, odioso y farandulero que causaba sensación a los incautos. ¿De donde venia aquel mono? ¿Y a donde iba??? una pelota de béisbol pasó rodando y el mono la atrapó, ah, también le gustaba el béisbol al hijo de p… Le gustaba también al mono, los cocos que caían de la mata de coco. ¿Era absurdo que una mata de coco amenazara tu cráneo? Era una espada de Damocles. Fernando trabajaba en una fabrica de cascos, pero los albañiles no utilizaban cascos, y Enmanuel si soñaba con un casco para soportar un cocotazo. Cocos, pelotas… al Magallanes le han quitado la pelota… ¿Y tu, algunas vez en tu vida has tenido una pelota? -No.- Algunos familiares querían cortar la maldita mata de coco, otros eran mas «ecologistas» y se oponían. Lo mejor era desenterrar a estrella, una perra que murió en los años 90. ¿Desenterrar? Las ambulancias volaban, la sangre caminaba, la angustia se quedaba en coma… Las noticias no decían nada, algo sucedía, algo muy sospechoso. Venezuela era una discoteca, un bar, una licorería, una rumba, un circo… el país estaba azotado por la delincuencia, y la juventud sosa estaba preocupada por asistir a conciertos de Rock, y hartarse de cervezas hasta perder el conocimiento. Xavier, un profesor de Castellano, que reía cuando los alumnos sacaban mejores notas en Inglés, también quería ir a jugar videos, ¡Yupiiii! Wiii… No estaba conforme con su salario, no tenia casa, era entonces un docente mal pagado, y vivía con sus padres, pero ¡Yupi! ¡Wiiii! ¿Quien era aquella mujer que estaba con el Profesor Xavier? Los estudiantes universitarios necesitaban becas, pero como se distraían con videojuegos y fiestas, se quedaban lentos para protestar, y contentos para resignarse al autoengaño…
Juan Carlos no tenia trabajo, tampoco tenia una casa, vivía en casa de su suegro. Como albañil, solo quería un empleo, empleo, empleo… su cerebro era un trompo que giraba, las mentiras frescas como el concreto, y difíciles para desmoronar. Faltaba el dinero, sobraba la incomunicación. Donde no faltaba el dinero era en la vida del mono, un macaco mejor atendido que un ser humano. Enmanuel era soltero, de su salario, le compraba al mono de todo, como si fuera el hijo que nunca tuvo. El mono presumido: comía pollo, helados, y Coca-Cola, también compotas y fresas, sin contar las manzanas y las peras, por Dios…!!! ¡Solabaya…!!!
Darwin apareció con una noticia, una obra de construcción iba a comenzar, se trataba de escarbar desde La Vela de Coro, hasta la frontera con el Estado Lara, para construir la mayor playa reconducida del mundo…!!! Mientras los albañiles celebraban la noticia, Enmanuel recordó que sus sobrinos esperaban que el, les regalara un tren de juguete. Al pensar en los rieles, también recordó a Daniel, su amigo que quería mandarse a cortar su brazo izquierdo en solidaridad con su novia que le habían amputado el brazo izquierdo. A la derecha de sus pies había una nota: Carolina Chang, acababa de recibir una cadena de oro, Gregorio había empeñado sus prendas de oro a los Chinos del restaurante de la esquina. Los médicos Cubanos que comían lumpias comenzaron a reír…