panfletonegro

CARACTERÍSTICAS DELEZNABLES DEL VENEZOLANO MEDIO EN LA CULTURA

Después de haber visualizado la gran trilogía de Oliver Assayas acerca de “Carlos, El Chacal”, no queda sino reflexionar acerca de las cualidades idiosincráticas propias de este terrorista venezolano que bien son extensibles a una cantidad de compatriotas.

Entre ellos, un número no tan grande de venezolanos (hay que tomar en cuenta que Venezuela es apenas una provincia) que, al igual que “El Chacal”, carecen de la cualidad de “humildad” y que sienten que se la saben todas. Es decir, seres que fanfarronean a costa de un saber superfluo en un país sumamente frívolo que no hace sino chismorrear acerca de lo que creen saber de los demás.

Dentro del ámbito cultural, un ámbito que como todas y todos sabemos , está muy marginalizado, el complejo de inferioridad recrudece. En la cultura el lucro material es poco, por ende, el ego se dispara, llegando a niveles álgidos y alarmantes. Por esto, encontramos a seres cuya identidad depende de la necesidad de llamar la atención, generalmente descalificando la actividad ajena. Es así que surge un cierto tipo que, haciéndose llamar crítico de absolutamente todo –y no sólo del cine- vive en un país de ciegos, y se erige como verdugo de artistas, escritores y cineastas. Sus descalificaciones recurrentes se escudan en el mentira fácil de la “libertad de expresión”. Una libertad que, en tiempos de periodismo 2.0, se amparan en la mediocre justificación de lo que “ a mí me parece ó gusta”.

Este tipo, como “El Chacal”, obedece a una imagen que los medios le han forjado. Él sólo vive para mantener y aumentar esta imagen de “sabiondo”, de “opinólogo” de absolutamente todo. Se trata de un pobre diablo cuya interioridad depende de “lo que digan los demás”.

Lejos del anonimato y la humildad que caracterizan a los sabios ó aquellos que intentan serlo (hay que tener claro que los que realmente saben no necesitan estarlo demostrando a cada rato); este ser vive y se nutre de su aparición en los medios. Si es necesario, escandalosa y diariamente, pues no soportan ser ignorados en menos de 24 horas.

Como muchos saben, ser famoso no depende exclusivamente de aparecer en la tele. Hoy en día, ante el hastío de la contemplación de la caja boba, lo “chévere”, lo “popular”, consiste en estar todos los días presentes en redes como twitter o Facebook; pues éstas son más vistas y sintonizadas que la Tv.

En Venezuela, el complejo de inferioridad, o sea, el deseo de ser vistos y discutidos en la opinión pública, no es sólo una necesidad del Presidente Chávez, sino también de cualquier hijo de vecino que, ante la carencia de intelectuales reales, se hace pasar por tal y entonces arremete contra todos.

Tal ha sido la escuela de una cierta personalidad enajenada de la escuela de Comunicación Social de la UCV que, al igual que su maestro resentido Juan Barreto, necesita discutir y criticar a todo aquel que trabaje por una visión distinta en el país. Sin pelos en la lengua, el ser más visible de este complejo de inferioridad que necesita ser tomado en cuenta a toda costa, que necesita ser visualizado para poder justificar su existencia, se llama Sergio Monsalve.

Hablamos pues de un tipo con reflexiones de medio pelo, ignorante, que como Chávez, escribe todos los días y al que sus focas aplauden. El tipo se hace llamar documentalista cuando lo que hace son reportajes. Hace notas de prensa en las que, barrocamente, mezcla cualquier referente para provocar el aplauso de una masa estúpida, ignorante y resentida a la que cae muy bien.

¿Cuál es la legitimidad de este tipo que a todas y todos juzga? Pues la de una masa igualmente resentida e ignorante.

El tipo habla de cine, de política, de arte plástico, de conciertos, de música… Y ante la ignorancia y el resentimiento colectivo en tiempos de “revolución” todas y todos aplauden y alaban.

Es triste ver a un país ignorante celebrar intenciones que bien podrían ir a otras y otros colegas de la Escuela de Comunicación de la UCV que nada tienen que ver con estos valores. En esa escuela estudiaron los hijos del maestro Guédez, del maestro Cortéz; gente que realmente ha aportado mucho más a nuestra sociedad que un programita en Vale Tv.

¿Hasta cuándo el complejo de inferioridad? ¿Hasta cuándo el vivir de un tipo que se las cree más que todo el mundo sólo porque cita a seres y obras que en su vida ha leído, visualizado o escrito? Leerlo no implica simpatizar con la postura de gobierno. Por el contrario este “pavo” se alimenta de su postura outsider para erigirse como el novel intelectual que en Venezuela todas y todos desdeñan.

Señores, Monsalve no es más que el Chávez de Macaracuay. En el fondo, es un ser muy urgido de ser tomado en cuenta y al que sólo tipos muy indolentes y estúpidos siguen. ¿Dónde está su legado? ¿Cuán valiosa es su reflexión frente a escritores reales? ¿Dónde está su libro, su manifiesto? ¿Dónde está su obra literaria? ¿Dónde está su obra plástica? ¿dónde está su novela? ¿Dónde está su película? ¿dónde está su intelectualidad?

Venezuela no merece reflexiones tan superflúas y fanfarronas como las que a diario publica en Facebook ó en esa página fascistoide llamada Panfleto Negro. Da pena que se suscriban a la necesidad de un pobre diablo que no existe sin su sentimiento menos noble, a saber, su resentimiento.

Sanemos las heridas. Volquemos nuestras miradas hacia un mejor país. Ése que hoy hace novelas, crónicas, películas de ficción y documentales desde Venezuela ó el exilio. Vuelquen sus miradas hacia aquellos que callan desde una identidad personal pero que desde una obra plasman y comunican sin pretenderse seres superiores. Esos autores, pintores y cineastas son los que claman por el verdadero cambio.

Venezuela, por favor, escucha a tus artistas. No a aquellos que, desde el prejuicio y la ignorancia, quieren favorecerse a sí mismos, excluyendo a su propia gente… Déjense de las pendejadas de un tipito que desde su citas superfluas se cree más que los demás… Reaccionen gente. No se trata ni de los pseudo-intelectuales de Vale Tv; ni de los gobierneros de VTV, se trata de nosotros, gente anónima, gente de a pie… Gente que no necesita de pendejos “superiores” para saber cuál es el verdadero cambio…

Saludos fraternos,

Salir de la versión móvil