era su perfume o su asiática expresión de tonina.
ella echaba hacia atrás su cabeza en el autobús, y su cabello golpeaba mi nariz, su cabello negro arropaba mi nariz para respirar su perfume. entonces mi nariz avanzaba hacia su oreja, su mejilla, casi podía rasguñar sus labios. ¿estaría ella excitada? mi pene estaba erecto pero nunca pude saberlo por su asiática expresión de tonina.
(me explico: las toninas son como los delfines, siempre parece que se están riendo aunque sólo quieran irse a dormir. lo sé porque en el acuario de valencia había toninas con las cuales hacían shows como los de sea world pero con mucho menos presupuesto, en una malgastada piscina adaptada sobre los antiguos acueductos de la ciudad. se hacía una cola interminable para ver el espectáculo, la gente se coleaba porque eran amigos o familiares de. finalmente todos entraban, la gente rodeaba la piscina y los niños tenían que subir por una reja para poder mirar. las toninas por fin salían con sus rostros sonrientes, daban cinco minutos de piruetas intercaladas por ingestión de sardinas, y luego se hundían en el agua para no salir más.)
el autobús arrancó de nuevo, ella probablemente sonreía mientras yo respiraba fuerte sobre su cuello. ella arqueó entonces la espalda, yo vi la piel lisa de su brazo aferrado al tubo del autobús, el codo puntiagudo como una aleta que hurgaba en mis costillas. ¿estaría ella excitada? yo reduje el espacio húmedo, afinqué mi pene erecto sobre sus nalgas, esperé que se volteara para que recogiera las sardinas.
justamente se cumplieron los cinco minutos. ella se hundió en un asiento del autobús y yo tuve que bajarme en la siguiente estación.
el nombre cientifico de la tonina es pero no me lo quieren decir pero yo sigo incistiendo con que me lo digan y no me lo quieren decir