Algunas observaciones sobre el tráfico en Caracas.

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Es una verdad de Perogrullo que si el Transporte Público (TP) funcionara correctamente, muchos dejaríamos el carro en casa. El problema es que el TP no es confiable y además es tremendamente inseguro.

En primer lugar, el TP en Caracas no tiene un horario definido. No hay paradas. Uno nunca sabe a qué hora va a pasar la camioneta por la calle en la que uno la está esperando. Tampoco sabemos cuánto va a tardar, porque cuando no hay cola entonces los choferes se dedican a ir a 5 Kph cazando pasajeros.

Como generalmente no tiene a quién rendirle cuentas, el chofer trabaja en el horario que le da la gana. Si da tres vueltas y con eso hace el día, pues se va a su casa a dormir y se acabó.

Ya que su ingreso depende del número de pasajeros transportados, suelen llevar las camioneticas abarrotadas para poder maximizar la ganancia de cada viaje. Además van compitiendo por los pasajeros, haciendo piques y manejando en zig-zag en avenidas tan congestionadas como, por ejemplo, la Francisco de Miranda, agregando así una buena dosis de malos ratos y accidentes en la vía. Su trayectoria suele ser impredecible.

Y generalmente basta que empiece a llover para que las camionetas desaparezcan.

De la atención al público, ni hablemos. No llevan estudiantes ni ancianos, atormentan al pasaje con su música atorrante, fuman en la camioneta, son groseros con la gente y no muestran absolutamente ninguna conciencia de estar prestando un servicio público. ¿Que cómo lo sé? Vaya y reclámele algo a un chofer, a ver si no lo bajan de «la unidad».

Ese es, principalmente, el problema: que no tienen conciencia de que están sirviendo al público.

Por otra parte las rutas están muy mal planificadas. A veces uno ve cuatro, cinco, diez camioneticas en la misma calle, todas con la misma ruta, todas ellas medio vacías. Es claro que un autobús cada tanto bastaría para cubrir esa ruta, con el consiguiente ahorro de combustible y con el consiguiente despeje de la vía.

La solución, pienso, es acabar con todas esas «cooperativas», «uniones», «líneas», «asociaciones» y demás. Hay que municipalizar el TP. Municipalizarlo a nivel Metropolitano. Crear una compañía, tipo Metro de Caracas C.A., que disponga de una buena flota de autobuses, con choferes debidamente capacitados, con un buen sueldo, buenos beneficios socioeconómicos, etcétera. Hay que profesionalizar el trabajo de chofer de autobús. Darle cierto prestigio. Hoy en día ser chofer es ser un buhonero del transporte. Hay que acabar con eso, hay que darle prestancia al oficio.

Esta compañía, además, debería planificar bien las rutas. La ciudad debería ser recorrible, y me perdonan el neologismo, de punta a punta en transporte público. Si yo estoy en Caricuao, digamos, y quiero ir a El Hatillo, debería poder hacerlo sin tanto trauma y subiendo a lo sumo en dos autobuses limpios, cómodos, iluminados, abiertos, sin música atorrante, donde pudiera ir leyendo o contemplando el paisaje.

Estoy seguro de que además de esa forma se reduciría drásticamente el número de atracos en el sistema de TP. Fíjense que es muy raro que atraquen en un metrobús. Entre otras cosas esto se debe a que el chofer no suele llevar demasiado efectivo y que siempre tiene las puertas del autobús cerradas.

Lo de Antonio Ledezma y el Transmetrópoli fue una estafa. Unos autobuses nuevos y muy bonitos, pero en manos de los mismos inconscientes de siempre. Eso no va a mejorar nada la situación actual, empezando porque ese tipo de iniciativa se ha puesto en práctica muchas veces sin que se produzca ninguna mejoría en el sistema de TP.

Si esas fueran las condiciones, estoy seguro, las calles estarían mucho más despejadas. Si todos tomáramos el TP, habría poco menos de dos autobuses por cada cien carros. No sólo sería mejor para el ambiente, también llegaríamos todos más temprano y al no tener que conducir dispondríamos de tiempo para leer. Y así sí que tendría sentido aumentar el precio de la gasolina.

No soy experto en el tema, pero he sufrido tanto las arbitrariedades de los choferes, antes como pasajero y ahora como conductor (ya me han chocado dos veces los camioneteros, afortunadamente sin que los golpes hayan sido de consideración), que creo que algún valor tendrá mi opinión. Obviamente, me gustaría conocer la opinión de ustedes.

23 Comentarios

  1. Mientras iba leyendo tu texto estaba pensando comentar precisamente sobre el Transmetrópoli, hasta que llegué al párrafo en donde te refieres a él. De ese proyecto sólo sé lo que escuché en una entrevista radial, y me pareció una buena iniciativa, pero como por los momentos no necesito usar transporte público no tengo idea de su funcionamiento. ¿En que falló, ya que dices que es una estafa?

  2. Efectivamente los camioneteros son lo peor, te insultan si le dices que baje el ruido reggeton que sale a raudales de por lo menos cuatro cornetas. Manejan como si llevaran cerdos.Y para colmo te asaltan, a mi me asaltaron en una camionetica que es una linea casi desnocida entre la urb El paraiso con extrema violencia.
    Las ideas que propones son factibles para mejorar el sistema de hecho el metro bus en sus primeros años utilizaban la radio para dar su ubicacion y mantener el flujo de tal manera que pasaban por una parada cada media hora.
    Eso en este gobierno se perdio.
    Prefiero utilizar el metro, ya que a psar de todo tyengo grandes probabilidades de llegar a tiempo.
    En carro te montas y no sabes que hora vas a llegar, ni cuanto tiempo vas a estar metido en una cola.
    Muchas veces me tardaba desde mi casa a la UCV (10km) casi una hora. Trate de ir en biciceta, pero meterse en la autopista con la bici es casi un suicidio.

  3. Secundo tu opinión, Frank. Viajo en carrito por puesto todos los días para ir y venir del trabajo: dos veces ya asaltaron, a veces ni puedo leer porque la bachata de «Aventura» asesina en el acto la capacidad de lectura, concentración y entendimiento. Llego a la oficina y de antemano aviso a todos que ni fumen al lado mío, ya que llego hediondo a gasolina, motor y smog.

    En fin, cada día es una jodida nueva aventura.

  4. Bueno yo viví en Caracas 4 años. De eso ya hacen 4 años, durante ese tiempo amé esa ciudad. Me ha tocado volver y de verdad que las cosas han desmejorado muchísimo, no puedes ni caminar sin sentirte en Thriller con toda la ciudad llena de zombies piedreros. Cuando yo vivía allí todavía se podía ir en transporte público, las camioneticas eran una mierda pero tenías la alternativa del metro. Ahora te montas en el metro y te sientes en High School of the Dead. Es increíble como se ha vuelto tan mierda en tan poco tiempo. Tengo muchos años que no me monto en camioneta en Caracas pero no me quiero ni imaginar como estará. Recuerdo una vez que se me ocurrió la brillante idea de irme en camioneta de la California a la Bandera, tardé casi dos horas, o sea casi lo mismo que me tardo en llegar a Valencia sin cola. Un exabrupto.
    Pero es por la cantidad de habitantes, porque el mismo esquema se repite en todo el país. Aquí (Valencia) no tienes que esperar tanto para llegar de un sitio a otro(excepto si tienes que pasar por la Lara en hora pico) y eso que voy al sur con frecuncia, pero hacia donde vivo el transporte es una mierda (Prebo) hay transporte hasta las seis de la tarde, después hay que subir en unos carritos que trabajan cuando se les da la gana y que nunca puedes tener por seguro después de las siete y media, y bueno ni pensar en subir caminando. Sencillamente o tienes carro o estás condenado a dejar la vida en taxis.

  5. Mirco: Sobre el Transmetrópoli sé lo que he leído en los periódicos (y no leo periódicos oficialistas, por lo que supongo que las notas sobre esa iniciativa tendían a favorecer a Ledezma) y lo que entiendo es que la Alcaldía Metropolitana financió unos autobuses buenos, bonitos, cómodos y modernos, amigables con los discapacitados y todo eso. Que no está de más, claro, pero no hubo un rediseño de rutas y los autobuses siguen en manos de los mismos choferes, que son parte del problema y no parte de la solución. Un bonito cambio de forma, pero sin tocar el fondo.

    Luis, Gabo: De acuerdo. Saludos.

    «Me ha tocado volver y de verdad que las cosas han desmejorado muchísimo, no puedes ni caminar sin sentirte en Thriller con toda la ciudad llena de zombies piedreros. Cuando yo vivía allí todavía se podía ir en transporte público, las camioneticas eran una mierda pero tenías la alternativa del metro. Ahora te montas en el metro y te sientes en High School of the Dead. Es increíble como se ha vuelto tan mierda en tan poco tiempo.»

    Tal cual. Uno no se da cuenta porque estando acá el cambio es gradual y no se nota tanto, pero cada vez que alguien viene de visita lo dice.

    En Valencia no sé bien cómo es la cosa, pero en Maracay puedo dar fe de que conseguir una camionetica cuando llueve es más difícil que conseguir Mazeite en un supermercado.

  6. Ministro, de acuerdo en todo con usted. Sería tan simple. A mi el tráfico aquí me amarga profundamente. Y sobre todo la actitud de los autobuseros y los motorizados, LA ACTITUD. Lo del transmetrópoli es cierto, muy lindos los autobuses pero manejados por «LA ACTITUD»

    Caracas organizada sería tan distinta (ojos de candi candi) En fin…

    Saludos

  7. Adriana: A los choferes de pasajeros y de carga pesada hay que capacitarlos de acuerdo a la función que van a desempeñar. Ya cumpliendo con eso tendríamos garantizado un cambio.

    De hecho, la gran tragedia del tránsito en Venezuela es que no se exige preparación alguna para manejar un vehículo.

  8. Hay otros puntos álgidos. Uno, tal vez tan importante como el del transporte público, es el tema de los motorizados. Como depende de la voluntad política, creo que en esta vuelta no se va a regularizar, y los GC seguirán haciendo lo que les venga en gana. Recuerdo con nostalgia la era en que tenían la autopista vedada. Otro está relacionado con los colegios: los que vivimos o trabajamos cerca de un colegio tenemos la circulación restringida gracias a la cadena de carros que dejan a los párvulos (uno por carro, por lo general) a la puerta de la escuela.

  9. Aquí pasa un fenómeno interesante y es que los chamos nunca, ni de vaina, estudian en un colegio que les quede a walking distance (no se me ocurre ninguna fórmula convincente para verter este concepto al español). Si los chamos se fueran a pie al colegio (o en un autobús escolar decente, propiedad de la escuela y no de un particular más o menos bienintencionado), otro gallo cantaría.

    Ahora bien, para que esto funcione es necesario que todas las escuelas sean equivalentes en cuanto a calidad. Eso sólo se puede lograr si todas las escuelas son públicas y son buenas. Digamos que hay una escuela pública cada cinco cuadras o algo así, y que son arrechísimas. Así sí funcionaría.

  10. Lo de los colegios es tan cierto que cuando hay vacaciones escolares el tráfico mejora sustancialmente. Yo tengo una teoría, pero es demasiado sexista para venir a rayarme aquí… :)

  11. De ahí nacen cosas como el «windsurfing de camionetica», colocando como la categoría más extrema la femenina, en tacones, sin que se le estropee el peinado ni se le caiga la cartera ni los papeles de la carpeta.

    Si alguien dijera «hágase cumplir la Ley de Tránsito a como dé lugar», tendría que pensar en sacar de circulación y con una multa monstruosa a todo el transporte pseudo-público del país por los humos, por llevar pasajeros en la puerta, por el estado de «las unidades», etc.

  12. Completamente de acuerdo con lo expresado en el artículo. El transporte público urbano, al menos en Caracas, debe ser estatizado y manejado por la alcaldía metropolitana en colaboración con las otras cinco alcaldías. El problema es de voluntad política, y más aún en estos tiempos en el que los políticos no quieren asumir ni el más mínimo coste político pero por nada.

    Cuando me toca usar transporte público, siempre hago lo posible para usar Metro y Metrobús. Han sido contadas las veces que he usado «camionetica» o «buseta» en los últimos años.

  13. Ese es el punto: el costo político sería muy alto si las cosas no se hacen bien.

    Hay que convencer al camionetero de convertirse en empleado.

  14. Frank, eso es bien jodido en un país de «emprendedores». Convencer al «dueño» que pase a ser «empleado».

  15. No existe ni un sistema de paradas, ni un sistema de lineas del transporte publico debidamente idenfiticado.
    Si no es porque uno no patea calle y se conoce algunas rutas uno tiene que andar pidiendo los «datos» por ahi.
    De ahi a una Guia T como en Buenos Aires nos falta mucho.
    Yo pienso que se deberia masificar el MetroBus.
    El Estado debe garantizar los servicios, en vez de estar pendiente de producir cemento y cabillas.
    Fijar las reglas del juego claras, yo te doy la unidad, te remunero bien, te doy tu seguridad social pero tu me cumples la ruta y las paradas cabalmente.
    Ademas a todas estas a quien es al que afecta mas el desastre del transporte publico? Al que tiene menos en el bolsillo.
    Acaso no es suficiente bajar de un cerro a las 4 am para agarrar 2 camionetas (que salen a 3 BsF cada una) para calarte colas y llegar a tu puesto de trabajo diariamente, la verdad lo que te mereces es un dia libre despues de esa odisea.
    En contraste con aquellos que por un tanque de gasolina que cuesta 5 BsF le rinde para toda una semana.
    Y es absurdo ver que cuando estas en colas observas que en la mayoria de carros particulares hay 1 persona.
    Son tambien consecuencias de la gasolina barata.
    Un subsidio al transporte publico no parece algo descabellado.
    Trafico colapsado por exceso de carros que se origino por facil acceso gracias a un precio de la gasolina menor a un litro de agua y que no satisfechos con eso un estado que presta un pesimo servicio de transporte (Autobuses) que tambien ahuyenta a la gente al carro particular.

  16. Hola a todos, un gran saludo de un guaro desde Noruega.

    Primero que nada, te digo que no podría estar más de acuerdo contigo. En efecto, el mero hecho de organizar las rutas y educar a los choferes (así sea dejando los autobuses y las camioneticas vueltas mierda con reggaeton y bachata a todo volumen) cambiaría muchísimo la situación. Yo llevo un año aquí en Europa y de pana, aún sigo en shock. Cuando una de las cosas que más disfrutas hacer es conducir un vehículo (caso personal) y luego duras un año sin poder manejar (ya que las licencias de conducir Venezolanas no son aceptadas en Noruega, eso es otro cuento), y ves lo que te exigen acá para poder hacerlo, coño uno empieza a valorar ese poder (el de conducir un vehículo, con todas las responsabilidades que eso conlleva) y entristece ver el hecho de que cualquier GUEVÓN con licencia en Venezuela puede manejar.
    Y sacarse la licencia en Venezuela es tan fácil como pagar.

    Acá en Noruega el curso para poder tener la licencia, cuesta aproximadamente 35.000 coronas noruegas (unos 5.800 dólares americanos, aproximadamente) y exige más de 80 horas de clases prácticas, y les digo, a cualquiera que me responda que Noruega es uno de los países más ricos del mundo: 35.000 coronas son casi tres meses de salario. Asi que billig (barato) no es.

    Yo creo que si en Venezuela se exigiera más de los autobuseros (y también de los conductores particulares), valoraríamos aún más la oportunidad que se nos dá de permitirnos manejar un vehículo automotor.

    Y no voy a escribir acerca de las bondades del sistema de transporte público noruego, ya que ese no es el tema del post. El caso es que es verdad, el problema no son las camioneticas, el problema son los que las conducen. ¿Que soluciones viables podemos aportar acá? Me parece que de este post podemos sacar buenas interacciones. Yo propondría, en un principio ofrecer beneficios a los choferes que acepten realizar cursos de atención al público. Se podrían hacer acuerdos con empresas privadas (que deseen realizar labores sociales, digamos ofreciendo servicios de mantenimiento de unidades de transporte, revisiones mecánicas, de cauchos, etc) y al final, todos empezamos a ganar. :)

  17. «Frank, eso es bien jodido en un país de “emprendedores”. Convencer al “dueño” que pase a ser “empleado”.»

    Es verdad, pero creo que la respuesta puede ser:

    «Fijar las reglas del juego claras, yo te doy la unidad, te remunero bien, te doy tu seguridad social pero tu me cumples la ruta y las paradas cabalmente.»

    Si le ofreces prestaciones, utilidades, vacaciones, bono vacacional, seguro médico, cestatickets… en pocas palabras, si le ofreces al chofer que deje de ser un buhonero y lo dignificas dándole capacitación, cursos de actualización e incluso la posibilidad de ascender en la compañía mediante el estudio y el esfuerzo, puede ser que el tipo entienda que esa situación le resulta más conveniente que la actual. Siempre va a haber el flojo que no quiera dejar de vivir como un animal del monte, pero espero que esos sean los menos.

  18. rafasuarez: excelentes ideas. Ojalá alguien con poder de decisión sobre estos asuntos leyera Panfleto Negro.

  19. excelente artículo, ojala el dialogo en el país fuera en este sentido, ojala q el gobierno, actual y futuros, pongan en marcha tus propuestas! caracas es sencillamente caotica e insufrible por el transporte, saludos

  20. @Mirco: Suficientemente bien, aunque no tanto. Dejando la retórica a un lado te comento que a las autoridades de inmigración noruegas no les impresionó suficiente mi CV, y me dijeron que para ser cocinero en Noruega no valen 3 años de estudios… así que mi visa venció, casualmente hoy (ayer) día de la Divina Pastora. Así que me toca especializarme y vivir de nuevo la fantasía de manejar otra vez por mis calles, respirar mis 28 grados al mediodía, votar en mis elecciones primarias y tomarme unas polarcitas… Pero la experiencia educativa ha sido grande: aprendí técnicas de sous vide poco aplicadas en Barquisimeto, llevo recetas noruegas que no son ingredientes-dependientes y sobre todo, llego hecho mejor persona. Así que aunque no veremos este año la arepera Noruega, espero materializar mi sueño esta misma década.

    @Frank: Esperemos que si lo lee, los aplique. Y si no los lee, entonces que el que lo lea, pase a ser parte de ese «ranking» y …mande a aplicarlos!

    Saludos!

    Rafael

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