Un autor contrata pasantes para escribir sus guiones y él se lleva los créditos. Auténtico.
Un cineasta filma con la mitad de un presupuesto del CNAC. Con la otra mitad se compra un carro.
Ella no sabe actuar. Es la novia del director y la pone a protagonizar. Filman con dinero del estado. ¿Cómo se llama la obra?
Ganó crédito del CNAC. Se le subieron los humos. Renegó de viejas amistades. Ahora se cree Tarantino.
Solo filma encargos para el gobierno. Todos son bancarrotas. Pero no para él. Hoy vive a cuerpo de rey.
Trabajan en familia pero concursan por separado en el CNAC. Siempre gana uno y todos gozan. Es la ley de los Novoa.
Ella es mala haciendo películas, aunque buena para presentar los proyectos. El secreto de su éxito.
Filmaron dos veces una película. Igual la estrenaron fuera de foco. Ganó varios premios.
No puede ver a un crítico porque le cae encima. Le gusta hacer el numerito del golpeador.
Trabajó en una dependencia de la plataforma. Viajó por el mundo a costa de ella. Se embolsilló los viáticos.
Figura en los créditos de su película como director, guionista y productor. Se paga así mismo por cada cargo. A costillas del CNAC.
Es productor nacional independiente. Pide créditos a la plataforma con sobreprecio. Paga lo mínimo. Nunca entrega el trabajo completo.
Estudiaron juntos en la Universidad. Hoy no se pueden ver ni en pintura. Uno trabaja en la Villa. El otro hace fashion films.
Noticia del 28 de Enero del 2021: La Villa del Cine, tal como la conocíamos, deja de existir. A partir de ahora será un centro comercial.
Noticia del 28 de Enero del 2018: producto de la baja del precio del barril petrolero, el gobierno retira todo subsidio al cine nacional.
Noticia del 28 de Enero del 2013: empleados de la plataforma cine celebran el hecho de no asistir al trabajo con uniforme rojo. Tiempos de cambio.
Cuentos de la cripta, ciertamente. Me pregunto si en la Alemania Nazi (o para estar más contemporáneos, el cine en Corea del Norte) las cosas eran así de acabatrapísticas y mamarrachas. Mi única referencia es el film Mephisto.
Evidentemente la Villa no es el problema. Al menos no todo. Fue un intento de hacer una CineCitta tropical, para delicia de la izquierda «culta», y un montón de dinosaurios se apoderaron de ella. Carajos con la visión oportunista del que tiene el poder de su lado. Cierto, la Villa peca al «obligarte» a ceder en ciertos puntos (dudo que aprueben sacar algo como Trainspotting, por ejemplo), pero al menos deberían facilitarte las locaciones, así sean de cartón piedra.
El problema es la cantidad de engreídos, narcisos, echones y vivianes que se las tiran de Spielberg y no llegan a Ed Wood. Y eso viene desde las academias, donde para ser «alguien» en las escuelas de letras, artes o comunicación hay que jalar bola y termina destacando no el talentoso sino el lambiscón. La rosca dulce. Carajas sin talento para las letras que a punta de acostarse de escritor en escritor llegan a ser presidentas de institutos o a editar un libro «best seller» (que habría que revisar esas cifras, por cierto).
Si yo fuera presidente de la Villa haría esto: cual es su proyecto? cual es su plan de filmación? cuanto quiere? aca tiene, me lo tiene que devolver en X tiempo porque si no, no filma más y le cae sanción de Z unidades tributarias y se le retira la licencia. Siguiente en la cola, por favor.
Pero supongo que eso originaría otros cuentos de terror :) creo que la solución está en los celulares. Por ahí vi una película filmada totalmente con un Nokia.
Buen comentario.
Te faltó narrar el Cuento De La Cripta más bizarro, más o menos se puede contar del siguiente modo:
«Él fue cineasta subvencionado por todos los gobiernos y recibió una condecoración de las propias manos de Jaime Lusinchi, ahora dice por todas partes que a él siempre lo proscribieron, lo censuraron y lo persiguieron ,mientras tanto sigue cobrando subvenciones».
jajajajajaja