El día comenzó con lo que se supone era el brindis con el rector. Algunos nos levantamos muy temprano para asistir a este agazajo del que la universidad está muy orgulloso de realizar desde hace 5 años.
El evento se resume mejor en el vergonzoso momento en el que un representante del CADH levantó una copa y nos pidio hacer un brindis imaginario como cierre de su exposición de qué hacer después de que nos graduamos en la que, muy acorde con la situación del país, sólo planteó preguntas y no respuestas al mejor estilo de Dora La Exploradora. Todo esto después de la apropiada oferta y venta de posgrados de la universidad.
Rescato de este incómodo programa las palabras del Rector Virtuoso y la sinceridad energía del Director de la Coral de la UCAB. Lo demás se sintió como una perdida de tiempo fuera de lugar.
Más tarde y a propósito de la fiesta de celebración para los graduandos de la 49 promoción de la UCAB.
La cervezada nos la transformaron en una ronada organizada por Gran Reserva. La primera sorpresa fue que no nos dejaron pasar con alcohol a las instalaciones del evento.
La segunda sorpresa es que cada trago costaba 25 BsF. Así mismo. 25BsF un vaso selva en una fiesta para estudiantes.
Cuando compré con la gente de mi salón las bebidas, tampoco nos dejaron beber en un area de la UCAB alejada del evento. Nos llevamos nuestro alcohol justo frente a la cancha y también nos pidieron que nos retirarámos. Que teníamos que consumir sólo del ron de Gran Reserva.
Después de protestar un rato (con un representante contestón de la marca) nos dejaron pasar con un vaso de nuestro propio ron pero no podíamos volver a salir para recargar.
Desconozco cuál fue la necesidad de cambiar la tradicional cervezada de la UCAB a este evento más propio de la UMA. Pero lo que me parece más absurdo es que intenteran imponernos cómo divertirnos en nuestra propia celebración de graduación.
Me molesta que la universidad no haya tenido la decencia de organizar una fiesta en la que prevaleciera que pasaramos un buen rato sobre intereses económicos.
Al final, por ganas de no arruinarle el día a los demás, nos quedamos tranquilos hasta que nos trasladamos con nuestra caña a casa de amigos donde nadie a esforzarse para hacernos mal tripear un día tan importante.
Espero que las próximas promociones no tengan que pasar por esto.
