Sobre ser venezolano y creer en la democracia

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Desde siempre, la propaganda del estado me ha hecho sentir que no soy venezolano. De pequeño no me gustaba el joropo, las hallacas, la salsa, la playa, la viveza criolla, Luis Herrera, el llano. No era lo suficientemente pobre, ni rico, ni hijo de extranjeros, ni gocho, ni llanero, ni oriental, ni maracucho, ni indio, ni petrolero. Mi cara, mi vida, no encajaba en los afiches de Corpoturismo.

Luego, a medida que la democracia venezolana se fue degenerando, este bombardeo fue más explícito: desde el «Jaime es como tú» (yo no tengo orígenes humildes, ni soy borracho, ni un maldito viejo decrépito y corrupto), hasta el «¡apátridas!» repetido ad nauseam por Chávez y que no es más que una idea muy vieja, muy adeca, muy venezolana: si piensas y criticas, no eres venezolano. Tienes otros intereses. Eres un traidor. El estado venezolano me educó justo lo necesario como para entender la magnitud de su desprecio.

Crecí y fui cogiéndole el gusto a las hallacas y la salsa y la playa, mientras conocía gente que medía mi venezolanidad por los lugares por donde había turisteado: «Te dices venezolano, pero no conoces La Gran Sabana y en cambio Mayami si, ¿verdad? ¡qué bolas! #vasamorircomounguevon». Comprendí que las ideas de «país» y «nacionalidad» son abstracciones a las que algunos se aferran con superstición delirante.

Ahora, de adulto, pienso que esta gente se molestaría si yo fuese tan imbécil como para decirles que no viven en el planeta tierra porque no han visto el rostro de Dios en un costado de Uluru, no han caminado con las masas en la quinta avenida, no se han despertado con el Fajr, no han descubierto las ciudades dentro de la ciudad de México, o no conocen mi ciudad, Caracas, tan bien como la conozco yo.

Pero esa es una idea tramposa, porque no importa si vives en la burbuja del barrio más pobre o el más rico, mientras compartas un trozo de la «realidad» caraqueña, vives en Caracas y, por extensión, en Venezuela. Eres venezolano.

Eres venezolano, hasta que te vas y comienzas a sentir otra cosa: los compatriotas que se quedan te hablan con un ligero desprecio porque abandonas el barco. Te fuiste, ya no perteneces. «Ya se te olvidó cómo es», «no sabes cómo funciona», «no te quedaste aquí para luchar» y el siempre tan sutil «bueno, aquí, echándole bolas al país».

Así dicen las esposas maltratadas. Las tipas a las que les rompen la cara todos los viernes, pero se quedan para salvar el matrimonio, «y también por los niños».

Curiosamente, estas personas no estaban con nosotros al frente, cuando los efectivos de Casa Militar decidieron abrir fuego contra la marcha.

Estas personas cumplieron el boycott contra las elecciones parlamentarias de 2005.

Estas personas callan y sonríen cuando el presidente hace un chiste en la asamblea.

Estas personas piensan que hay que «luchar por el país», mientras eso no te ponga en una situación incómoda.

Pero todas esas también son ideas tramposas.

«Votar es un derecho y un deber de todos los venezolanos»

En estos días, me han dicho que tengo que ir votar, aunque no viva en Venezuela. La gente me mira raro cuando les pido que consideren esto:

  • Si no vives en tu ciudad natal, no puedes votar por las autoridades de la ciudad.
  • Si eres extranjero, puedes votar por las autoridades de la ciudad en la que vives.

Lógico ¿no? Ahora cambia «ciudad» por «país» y dime qué piensas. ¿Qué sucedería en el caso de que las ciudades fuesen naciones?

Para dejarlo claro, yo defenderé mi derecho a votar mientras me gusten las arepas. Eso y no la cédula de identidad, es lo que me hace venezolano. Así mismo, cuando ya no viva en México, Barcelona, Alicante, me gustaría votar en las sus elecciones de alcaldes. Porque las conozco y tengo afectos e intereses allí, así como los tengo en Caracas. Y ya que hablamos de eso ¿por qué demonios no puedo votar por el alcalde de Caracas en el extranjero? Yo que la vivi, la pagué, la sufrí y soñé tanto. La democracia no es fácil.

¿El que se fue no hace falta, hace falta el que vendrá?

Como cualquier trámite es Venezuela es un proceso de vejación, los consulados venezolanos en el extranjero, por extensión, hacen el máximo (¿mínimo?) esfuerzo para que votar sea una humillación. Muchos aseguran que es un asunto político. Puede ser. Yo pienso que, además de político, es un asunto genético. Una tara.

La mayoría de los opositores defienden el voto de los venezolanos en el extranjero porque saben que votarán en contra del régimen actual. Ahora, permítanme un ejercicio de pensamiento: ¿qué sucedería si la mayoría de los venezolanos en el extranjero creyeran con fervor que hay que destruir las instituciones y que, por ejemplo, una sola persona sea quien decida la justicia en Venezuela? ¿Qué pensarías sobre el voto en el extranjero, amigo opositor?

Ya que estamos en esto, te pregunto, ¿crees que los miles de chinos y cubanos que trabajan en Venezuela gracias al gobierno de Chávez, deberían votar?

Si piensas que si, entonces estamos en el mismo equipo. Porque todos: los extranjeros que trabajan contigo, el tipo que es «más venezolano que la arepa», la gente que quiere destruir al país, todos, tenemos el mismo derecho a votar. Las personas que no creen eso, llevan el germen del fascismo en sus almas.

Entonces, ¿crees en la democracia? Porque, en serio, no es fácil eso de la democracia. Hugo Chávez está en el poder porque la mayoría no cree en la democracia. Yo si –o al menos eso creo– y mientras siga creyendo que creo, trataré de abogar por algunos principios básicos:

  • todos tenemos el mismo derecho a votar,
  • todos los votos deben valer lo mismo,
  • no existe tal cosa como «demasiada democracia»

Y «si hay alguna persona que me contradiga que salga a lo pedir y demandar; pues yo a nombre de mi Majestad lo defenderé»

26 Comentarios

  1. Yo tengo la impresión de que todos los votos en el extranjero los tiran al mar. Pero vale la pena hacerlo, of course.

    Que la gente hable, no importa, te lo dije en un no cumpleaños (en una de mis felicitaciones más sentidas) tú eres un venezolano edición limitada, donde te pares :)

  2. Siempre he creído que votar en el exterior es poco más que un simulacro fetiche: el día que el destino del país se decida por aquellos que votan en el exterior, será el día cuando dejen de contar dichos votos.
    Así pasó en México, cuando Claderón la ganó tan cerrada que, para evitar la crisis política que era traer y contar los votos en el exterior, los invalidaron de una.
    No por ello me parece que votar sea inútil; yo, al igual que tú, votaré hasta que pueda.
    Genial los párrafos sobre la «venezolanidad» no podría estar más de acuerdo.

  3. Nunca había pensado en la posibilidad de irme de Venezuela. Más que por patriotismo, por comodidad. Pero las cosas se están descomponiendo de manera tan apresurada que la idea me está acariciando. Pero si esa fuera mi decisión, no cesarían mis vínculos con la patria, ni pensaría que por haber emigrado cesan mis derechos. Siempre quedaría la esperanza de que las cosas mejoren, y el regreso sería una opción. Cincuenta y dele años dejan una huella, no se crean.

  4. Interesante, son demasiadas ideas y preguntas para pensar. Cuando trabajaba en Caracas debía viajar un promedio de 2 horas en 5 transportes diferentes y recorriendo 4 municipios, mi trabajo quedaba en el municipio Baruta y cuando fueron las elecciones municipales me di cuenta de que yo no podia votar en ese municipio a pesar de pasar la mayor parte de mi tiempo en ese momento alli y tener que calarme todos los problemas propios, digamos idiosincráticos, de ese municipio como la consabida laguna de la principal de Las Mercedes cuando llueve. El punto es que decidir no votar en esa elección porque no tenia sentido para mi votar en el municipio a donde solo iba a dormir y en el o los que tenia que hacer el resto de mi vida yo no tenía ni voz ni voto. Las cosas han cambiado para mi, pero sigo pensando lo mismo, la Gran Caracas no existe, somos una serie de municipios desconectados legalmente pero en la que todo el mundo se conecta de una u otra forma ilegalmente. Todos los que vivimos en la periferia, que somos mayoria caraqueños nacidos y criados en Caracas, deberíamos poder votar al menos para la Alcaldia Mayor, ya que el cambio de residencia y aun la distancia no corta en lo absoluto la relación con Caracas, mucho menos cuando somos la mitad de la fuerza de trabajo que tiene Caracas, somos al menos 4 millones de personas que vivimos en las afueras y vamos a trabajar a Caracas todos los dias y no tenemos la mas minima injerencia sobre lo que pasa, no podemos votar, no podemos deciddir pero si tenemos que padecer. Yo propondria que se hiciera una ley en la que la gente votara en el municipio donde vive y donde trabaja, claro que es bastante dificil especialmente por la intensa movilidad del caraqueño, demasiada gente cambia de trabajo y de residencia con mucha frecuencia. Yo igual tengo que saber quienes son e interesarme por todos los candidatos de todos los municipios caraqueños porque de alguna manera me van a afectar, en cambio a nadie que vive en Caracas le importa un bledo los candidatos o alcaldes que tenemos y hemos tenido en las afueras porque no les afecta en lo absoluto. Supongo que por ahi va tu punto aunque me parece mucho mas complejo, votar aunque no vivas en el sitio si aun de alguna manera te afecta, pero los afectos no se contemplan en las leyes, por lo que entiendo que la única conclusión posible es VOTAR! Y agarrando aunque sea fallo!

  5. Me gusta eso que dice Andreina. ¿Por qué no puedo empadronarme donde trabajo? El voto doble no es tan grave en municipalidades distintas y a mi me interesa el futuro del lugar en el que vivo y el del lugar donde trabajo.

  6. Siempre habrá cosas «relativas», pero lo que no se puede negar es que en la actual circunstancia, mi voto como persona que está en contra de Chávez y todo lo que él representa lo tiene más complicado. Si yo fuera chavista mi voto sería menos riesgoso, valdría más. Y apartando por un segundo las consideraciones sobre el voto en el extranjero, etc, creo que tengo todo el derecho de pedir que, al menos, esta realidad cambie. Yo creo que el voto de un chino que vive en Vzla vale igual que el mío, pero si ese chino es un instrumento de la trampa, de la mentira, del ventajismo y la inmoralidad, tengo todo el derecho como «amigo opositor» de pensar que eso no está bien. Las condiciones nunca han sido puras del todo, pero ahora la aberración es manifiesta. Si crees en la democracia, creo que deberías estar de acuerdo con eso.

  7. Estoy de acuerdo con lo de que la aberración es manifiesta desde hace al menos 40 años (lo escribo al comienzo). También estoy de acuerdo con que tienes derecho a reclamar lo que te parece justo. Creo que no escribí nada al contrario.

  8. ¿Honestamente? No creo en la democracia, creo (y aquí Frank se me adelantó con el video) en la República.

    No creo en la democracia, entre otras cosas, porque difiero de tu apreciación Daniel, cuando dices «Hugo Chávez está en el poder porque la mayoría no cree en la democracia» por el contrario, el 99% de los venezolanos (incluidos obviamente los chavistas) han endiosado la democracia a tal punto que la han llevado al extremo, en lo que algunos autores denominan como democracias totalitarias, y es que las mayorías pueden ser tan tiránicas y crueles como cualquier líder único. Los venezolanos adoran la democracia de un modo absolutamente irracional y desmedido, tanto así que el propio Chávez sigue vendiendo su modelo, aunque caduco y opresor, como el mejor prototipo de democracia.

    La república, en cambio, el gobierno de la ley, eso sí que no les gusta mucho a mis compatriotas venezolanos, porque se acaba el facilismo de saltarme todas las leyes varias veces al día, desde el semáforo que me pasé cuando aceleré porque la luz cambió de amarilla a roja y yo estaba apurado, hasta los reales que le pagué al tipo en la Notaría/Registro para que se me sacara rápido el documento. Con la República se acaba el «¿cuánto hay pa’ eso?» el «¿cómo quedo yo ahí?» y el «a mí que no me den sino que me pongan donde haiga». Con la república los venezolanos tendríamos que aprender algo que aparentemente nos cuesta mucho: RESPETAR. Porque imagínate, ¡qué chimbo no poder hacer una fiesta un miércoles y poner la música a todo volumen hasta las 3.00 am del jueves! ¡Qué ladilla eso de tener que recoger la caca del perro en el parque! En fin, que la democracia «es más de pinga» porque la voz de las mayorías es la voz de Dios, así que Dios ruegue que esas mayorías no les dé por crear instrumentos jurídicos como las Leyes (raciales) de Núremberg.

    La república, un concepto muy superior al de la democracia.

  9. Niple: Absolutamente de acuerdo, fue lo que quise decir con el video. Es pertinente que de todas maneras se haga explícito el mensaje, porque alguna gente es un poco corta de entendimiento, y se horrorizan si uno les dice que la democracia es un error.

  10. lengua, frank, lo escribí a sabiendas. Por eso puse los ejemplos que puse.

    A mi me parece que esa propaganda del partido republicano ese video es importante, porque mucha gente no sabe como es la cosa y confunden democracia con república y esa es una discusión que mientras más la tengamos, mejor.

    Yo no estoy de acuerdo con que la república sea la solución soñada. Sobre todo si el estado de derecho es de goma. Pero no estoy en contra de la idea. Sin duda, si un regimen se acerca a la república, ofrece bienestar y «deja a los ciudadanos en paz», siempre y cuando estos ciudadanos no se crucen en el camino de los intereses de la república.

  11. Yo creo que en política no existen ‘soluciones soñadas’, Daniel, pero toma en cuenta lo siguiente, si el estado de derecho es de goma, es más peligroso vivir en una democracia que en una república, e insisto aquí, para ejemplificarlo, con el caso de las Leyes de Núremberg.

    Las leyes tienen una jerarquía, una gradación (ver pirámide de Kelsen) que protege no solo su orden contra ‘estados de derecho de goma’ sino contra las violaciones a unos Derechos Fundamentales, esos mismos que los Founding Fathers bien establecieron en la Constitución norteamericana.

    Yo no sé entonces si la república es la panacea o la solución soñada, solo estimo que este modelo es claramente superior a la democracia.

  12. Sí, disculpen, el de más arriba era yo, escribiendo desde una computadora que presté.

    No, la República no es una solución soñada. Eso no existe. Se trata justamente de que el Estado de Derecho *no* sea de goma, que las mayorías por mucho que lo sean no puedan cambiar ciertos pilares fundamentales de la convivencia social, por ejemplo, como bien lo expresa Lengua.

    Por otra parte, encuentro un poco feo eso de desestimar opiniones ajenas como «propaganda del partido republicano». Es antiético. Lo esperaría de otra gente, pero no del Sr. Pratt.

  13. Lengua, yo tengo la idea -quizás errada- de que esas mismas leyes que nos protegen, imponen restricciones para el avance de la sociedad. Caso extremo: ¿cómo se funda una república en espacios virtuales de rápida mutación?

    Frank, te saltaste la parte en la que escribí «ese video es importante».

  14. Daniel, discúlpame si soy reduccionista con esto pero si la protección a mi Vida, Libertad y/o Propiedad ‘imponen restricciones para el avance de la sociedad’ más le vale a la sociedad bajarle dos e ir más lento.

    No sé si la pregunta era retórica o no en cualquier caso te devuelvo, ¿puede la democracia (donde mayorías > leyes) resolver/afrontar ese problema que tú planteas de una forma más efectiva que la república?

  15. La web es un caso en el que si
    (aunque podrías argumentar que la neutralidad de la red es una especie de derecho fundamental y que en ese caso, la web fue fundada como una república y opera como una democracia)

    Propiedad y libertad son dos ideas que han retrasado el progreso de la internet, por ejemplo. Inclusive, han retrasado la capacidad de la red para destruirse a si misma. Y no estoy convencido de que eso esté bien. La web debería destruirse para dar paso a la república cibernética :P

    Igual, ¿cómo combatir esto? ¿Qué pasará cuando las sucesivas redefiniciones de propiedad y libertad estén varios pasos por detrás de la realidad que experimenta la mayoría, gracias a que asumen que viven en una democracia?

  16. Ninguno de los dos conceptos varía en el tiempo.

    Por ejemplo: la controversia actual sobre la propiedad intelectual en la red no debería existir. Hay un argumento que tumba todo el parapeto armado por la SGAE, la RIAA, el FBI, el IVSS y el KFC, y es la existencia de bibliotecas públicas.

    Si compartir en red es delito, también lo es compartir en físico. Luego es delito tener una biblioteca, ya que se pone a disposición de los demás libros, discos y películas por las cuales no han pagado.

    El concepto de libertad, tampoco necesita cambiar para adecuarse a nada. Cuando se le ponen adjetivos es cuando las cosas se ponen mal.

  17. Frank, tengo entendido que las bibliotecas tienen permiso para compartir, es decir, están licenciadas. En cambio, yo no puedo compartir libremente mi combo.

    y eso de que las leyes del mundo físico aplican en el mundo virtual y viceversa, estaría por discutirse, #segunyo.

    Entiendo lo que ustedes dicen y, repito, «no estoy en contra de la idea». También creo que una de las formas de rescatar una república, arrebatársela a los oligarcas, es exigiendo democracia, forzando la barra.

    Además, es digerible
    –Necesitamos más demoracia
    –¡Siiii!
    –¡Necesitamos más republica!
    –¿?

  18. Alguien tiene que dar la nota: Nada de Estado, es la mejor forma de gobierno.

    «Sobre ser humano y creer en la anarquia»

  19. Pero estamos claros en que el concepto de propiedad no tiene que cambiar porque exista internet, ¿no? Esa era la intención de ese ejemplo particular: ver cómo siempre se puede hacer analogía de las nuevas situaciones con las situaciones viejas y extender nuestros conceptos viejos a las nuevas situaciones. Eso es muy diferente a cambiarlos.

    Sería una aberración que los conceptos cambiaran con el tiempo.

    Ahora, Pratt, una pregunta: ¿qué te parece el alegato del video sobre los linchamientos? Tengo entendido que mucha gente está deseando linchar malandros desde hace rato ¿le dan play? Sería burda e democrático, rata.

    Chorizo: eso que estás diciendo es una aplicación de la misma idea, sólo que no hay quien haga cumplir la ley, sino que todo el mundo la cumpliría motu proprio. Dudo que eso llegue a darse. El ser humano no es tan bueno como tú crees.

  20. Cuidado, Daniel, que a ese reduccionismo de que la democracia es más digerible que la república te puede aplicar la respuesta que le dio Sheldon a Leonard cuando este último le dijo que se cazaban más moscas con miel que con vinagre a lo que Sheldon respondió «you can get even more with manure».

    Argumentar que las mayorías lo entienden mejor para soportar la tesis de que las mayorías están por encima de las leyes te va a llevar un peligroso razonamiento circular donde podrás terminar justificando cualquier cosa.

    Las mayorías no entienden de que va el Cálculo Diferencial e Integral y no por ello voy a dejar de calcular los máximos y los mínimos de una ecuación de esta forma para maximizar el rendimiento de una máquina o minimizar la pérdida de un factor de producción para «mejor» someterlo al vox populi. La mayorías se equivocan mi estimado amigo -y mucho-, esa es la lección/moraleja principal de esta discusión y la razón por la cual el concepto de república es sensiblemente superior al de democracia.

  21. Frank, Lengua, como escribí más arriba, me referí a «democracia» a sabiendas de las diferencias con «república».

    Volviendo al artículo, lo que yo reclamo es pórtate como un demócrata, o acepta tu barranco y deja de llamarte demócrata.

    No dudo por un instante que las mayorías se equivocan. Además de los ejemplos históricos, están nuestras equivocaciones diarias en panfleto :)

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