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Escenarios del 7 de Octubre 2012: Guerra y Paz


Contrastamos información de lado y lado. Hicimos una pequeña investigación para conocer los pronósticos reservados de tirios y troyanos para las próximas elecciones presidenciales. Nos adelantamos a compartirlos para fomentar su discusión, en la búsqueda de la opción menos problemática y negativa para el país. El foro queda abierto para escuchar las opiniones y fomentar el debate de las predicciones.

1) Escenario ideal a ambos costados del espectro político.

Gana cualquiera de los dos candidatos. El otro acepta los resultados del CNE, reconoce la derrota e invita a su electorado a conformarse con el digno papel jugado en el proceso. Chávez le entrega el coroto a Capriles, bajo la complacencia y el apego constitucional de las fuerzas armadas. Comienza la transición dulce hacia el futuro promisorio.

A la inversa, Henrique muere callado y Hugo celebra desde el balcón del puebio su inyección de nueva vida por un período de más. La revolución se afianza en el poder. Empieza la fase superior del éxodo de la clase media en Venezuela. Resucitamos las imágenes de los balseros del aire y el mar de la felicidad de Cuba. Los médicos de la Habana se enquistan en la burocracia criolla hasta la fecha prometida. El objetivo de la MUD es vencer en el 2021. Nada cambia.

2) Escenario pesimista en blanco y negro:

Los empresarios, los medios, los ciudadanos y la administración pública se preparan para el inminente arribo del cataclismo, de la guerra civil anunciada, del apocalipsis now del 2012, al calor de las sentencias lapidarias de nuestro calendario Maya. En efecto, para muchos emprendedores y planificadores corporativos, el 12 de diciembre será el 7 de octubre. De hecho, no cuentan con los tres últimos meses del año para organizar y armar sus cuadernos de contabilidad. No les miento.

Varias compañías esperan el resultado para marcar la milla, emprender la huida o trancar la Santa María por tiempo indefinido ante las promesas de destrucción mutua asegurada, ventiladas por los entendidos en la materia. Agencias de publicidad acumulan ganancias y reciben ofertas de trabajo, hasta el 7 de octubre, en vista del mañana incierto. Siembran sus expectativas en los próximos meses. Su verdadero agosto es ahora. Septiembre equivaldrá a su diciembre. Les preguntas: ¿habrá navidad? ¿Con quién nos comeremos las hallacas?

Siempre te responden lo mismo: “olvídate de la rumba, mi caballito. Disfruta hoy de tu San Nicolás. Prepárate para lo peor. Compra y almacena comida, agua. Por cuatro semanas, regresaremos a la época del paro, de las guarimbas, del once de abril. Luego los militares saldrán a la calle a defender al naipe de su mazo. Volveremos al Caracazo. Desaparecerán gente. La caza de brujas devendrá en linchamientos, quemas, persecuciones y hogueras. Ambos bandos lucharán a brazo partido, como en el último round de su pelea de titanes. ¿Te acuerdas de la primavera árabe? Lo de nosotros lo duplicará en magnitud social y mediática”.

En consecuencia, los analistas también presienten el advenimiento de una secuela de los testimonios de Libia, Yemen, Siria, Egipto e Irán, cuando la resistencia reclamó el fraude y lo pagó caro con sangre. Para sostener su tesis, los profetas del desastre apelan al ejemplo del viejo choque de trenes, a raíz de la proclamación de los números de las primarias.

El extremismo anida en el interior de los sectores en pugna. La Piedrita no es un chiste de Facebook, una foto escarnecida por la mayoría. Es una minoría armada, guapa y apoyada. Chávez cuenta con su batallón de locos, su brigada paralela, sus comunicadores kamikazes(Mario Silva), sus tira piedras, sus siniestros delincuentes amparados por la impunidad del gobierno. Perdieron en la UCV y le prendieron fuego al patrimonio de la humanidad.

La reserva no se va a quedar tranquila y de brazos cruzados, a la espera de devolver sus uniformes de soldados rasos. Los infiltrados cubanos tampoco admitirán el fiasco y el desenlace de su sueño comunista pagado con reales del capitalismo centralista y estalinista. A ellos los prepararon por décadas para defender su cogollo, su mundo sectario. Igual sucede con las huestes de la legión bolivariana.

Para rematar, por algo el presidente puso ahí a dos de sus fichas del radicalismo talibán endógeno: Diosdado Cabello y Rangel Silva. Me cuesta imaginarme a la claque, a la mafia de nuestros militares envilecidos y corrompidos, dándole el espaldarazo a sus justificados adversarios, a sus inquisidores a corto plazo. El botín a repartir de PDVSA es enorme. En dos segundos, cambiará de dueño. Lo mismo con el control de la compra y venta de armamento, el control de las fronteras, el control de la red del narcotráfico, el control de la red de secuestros.

En paralelo, los pirómanos abundan en la MUD, los agresivos, los intolerantes, los de la maquinaría latente, los del eterno plan B.

Por ende, nuestra misión como ciudadanos es amarrar a los locos de las trincheras, de las barricadas enfrentadas. Obligarlos a pensar en frío y con talente de civil. Educarlos en la construcción de ciudadanía. Demostrarles el beneficio de la vía republicana y democrática.

Es mi escenario óptimo, aunque suene ingenuo.

La única batalla es por las ideas y por las cuentas claras del CNE.

Vota por tu candidato de conciencia, por el del progreso y el eclipse de los escenarios de aventura, de golpe de estado, de cuento chino.

Dile no al escenario de la demagogia.

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