Panfletonegro sufre un punto de inflexión desde la época de su concurso anual por los cien euros. A partir entonces, incrementan sus números de audiencia, publicación y comentarios en los foros, cuando muchos la daban por muerta, producto del ascenso de Twitter, del mantenimiento de Facebook y de la progresiva decadencia del boom de los blogs.
Varios anunciaron, incluso dentro de la misma página, el inevitable colapso y hundimiento de la iniciativa colaborativa fundada por Daniel Pratt, quien supo guapear con la crisis de lectores en el pasado reciente, a base de esfuerzo, ingenio y creatividad en contra del escepticismo del rígido gremio de la literatura nacional.
Si “Poetas en Tránsito” decidió colgar los guantes, era cuestión de horas para conocer de la triste noticia del fallecimiento de la iniciativa inaugurada hace 13 años atrás.
Voluntaria o involuntariamente, Panfletonegro nace, crece, se desarrolla, decae y renace en el contexto de la Quinta República, aunque asumiendo un estilo decidida y frontalmente de oposición.
En sus páginas, descubrimos la luna de miel y hiel de muchos de sus escritores con el proceso, la mesa de la Unidad y los propios candidatos de la MUD.
Actualmente, hay un debate sabrosísimo entre quienes apoyamos la opción de Capriles, por considerarla el mal menor, y los críticos acérrimos de la imagen del Gobernador de Miranda.
Ambos enfoques son admitidos en la página para confrontarse en la arena de las ideas vertidas en los foros.
Por ello, Panfletonegro continúa siendo un referente, le guste o no a sus hipócritas adversarios, incapaces de resistirse al hábito de revisarla a diario a escondidas, como un placer culposo.
De ahí también la infiltración de sus contenidos por parte de Trolles, Hackers y censores anónimos, empeñados en tumbarnos el servidor, sacarnos del juego con la tarjeta roja de Mario Silva, invitarnos a desistir y condenarnos al ostracismo. El objetivo es desmoralizarnos. Por desgracia, no lo consiguen y fallan en el intento.
Les molesta el sistema descentrado de la página, cual red de Wikileaks, el carácter nihilista y anárquico de su no línea editorial, la consistencia de sus textos a pesar de tratarse de un espacio carente de consejo de curadores, y la persistencia de su utopía de defender la libertad de expresión a cualquier costo.
De hecho, mientras los medios tradicionales tardan en responder, Panfletonegro contribuyó a ventilar y someter a debate el trágico suceso sufrido por el estimado, OneChot, viejo amigo de la casa y reivindicado por el site.
A Juancho lo respaldamos antes de su encontronazo con la delincuencia, cuando la intolerancia del gobierno emprendió una cacería de brujas en contra de su persona por publicar el video de Rottentown.
Colaboradores y foristas dimos la cara por él y lo protegimos de los ataques mezquinos de la izquierda y la derecha fascistas, sin recibir nada a cambio. De igual modo, en el 2012, respondimos a la altura de la ocasión, gracias a las oportunas intervenciones de Luis, Vinz, Golcar, Adriana Pérez Bonilla, Mirco, Quico, John Manuel y compañía sobre el caso del cantante de Reggae.
No en balde, solo el artículo de Luis alcanzó la cifra de 84 comentarios y contando, además de devenir en un fenómeno viral de la net, al punto de ser reconocido por páginas de la competencia, no precisamente afectas al trabajo de panfletonegro.
Mejor noticia, imposible.
Por lo visto, comenzamos a romper con las barreras y los linderos del prejuicio y la subestimación.
Por consiguiente, debemos aprender la lección y empezar nosotros a valorar a nuestros congéneres de Prodavinci, Relectura, Platanoverde y La Patilla.
Para mi, la guerrita de egos contra ellos, pasó de moda. Sin duda, es importante conservar la diversidad y la autenticidad de cada espectro. Aun así, temas como el de Onechot, evidencian la necesidad de superar nuestros esquemas cerrados, para admitir la diferencia y estrechar lazos.
Voto por un encuentro o reencuentro a futuro con ellos.
Ya las tertulias con los de panfletonegro, son un hecho consumado. Somos hermanos.
Apostemos ahora por el intercambio simbólico con los panas de la barricada de enfrente.
Es mi mensaje para el 2012.
Es la hora de la reconciliación y la interconexión.
Incluso con Dieter.
Esperamos por la rectificación del «Imbécil«.
Sea como sea, también es parte de la familia disfuncional de panfletonegro.