Gracias a Aleister Crowley jr me anime a escribir sobre algo que me ha inquietado todos estos años. Yo tenía 15 años de edad cuando ocurrieron los hechos del 27 de febrero de 1989. Y vivía en el norte de Barquisimeto en un barrio que apenas estaba empezando a crecer, y fue a través de Venevisión y Radio Caracas Televisión que lanzaban aquellas imágenes donde pude enterarme y ver los saqueos. Hasta donde yo se, aquí en Barquisimeto no hubo nada, los rumores decían que los saqueos se daban en Caracas, Valencia y Mérida.
De las imágenes que recuerdo y que andan hoy por Internet, son varias si, hay una donde un PTJ dispara contra un grupo de personas, y entre el grupo de personas iba una mujer cargando a una niña, los televidentes que estaban conmigo dicen que no se preocupen que son balas de plástico, y yo les respondí: así sea, ahí estaba una mujer cargando a una niña en sus brazos ¿porque no disparó al aire? Luego cuando crecí y ya era un adulto me dije: Señora ¿que hacia usted allí con una niña cargada en sus brazos en medio de un saqueo? Otra escena que recuerdo es donde un funcionario de la DISIP se resguarda en su patrulla amarilla y dispara con una UZI a unos chamos que van subiendo una nevera por unas escaleras.
Recuerdo a unos soldados disparando a diestra y siniestra, a la policía disparando a diestra y siniestra. A un herido que quieren trasladar para un hospital y algún cuerpo de seguridad les dispara y no los deja avanzar. A policías llevando detenido a un chamo porque se robó un peluche. Los soldados disparan sus FAL en ráfagas sin rumbo fijo, todo es un caos, la muerte esta de fiesta, y lanza su Hoz barriendo con todo lo que pueda. En los supermercados los saqueadores ríen, dicen que el pueblo tiene hambre pero las personas no se ven desnutridas, ni demacradas, hay una mujer que pasa sonriendo y muestra un ventilador que acaba de saquear en una tienda. Un Guardia Nacional le da un peinillazo a un señor que lleva un radio.
Los soldados siguen disparando ráfagas en todas la direcciones con sus FAL, son unos gatillos alegres dice la gente, son reclutas, chamos sin ninguna preparación anti-motín, solo un entrenamiento de soldado y ya, no tienen experiencia en anti-motín, ni llevan equipos anti-motines, los han lanzado a la calle con la mayor irresponsabilidad.
En el año 2008, me encontré con un compañero de estudios de los años 80, y hablando de política se ofreció la conversación, el me dijo que fue soldado en esa época del 27 de febrero de 1989 y que si disparaba para donde cayeran los tiros, mala suerte. Así tan duro fue su comentario, sin remordimiento de nada, sin saber a quien hirió o mato.
Hoy me entero por el canal Español 24h, que han cerrado la oficina de victimas de la guerra civil española. Y eso me hace recordar que le he perdido la pista a COFAVIC.
A 23 años de los hechos del 27 de febrero de 1989, los «responsables» civiles y militares aun están sin responder ante la justicia.