85 años del nacimiento del Gabo, personaje complejo, laureado por su obra, discutido por sus afectos políticos. Según uno de su últimos biógrafos, García Márquez vive obsesionado con el poder. Le gusta reunirse con presidentes, magnates e intelectuales de renombre, quienes a su vez lo alaban y le rinden pleitesía.
Al parecer, entre ambos polos, establecen una relación de interés. Ellos ganan notoriedad y legitimidad cultural por tomarse la foto con el escritor. Él se beneficia de las influencias de sus contactos. Así funciona el sistema de la jerarquía, de la pirámide de las letras.
Lo mismo afirma John Lee Anderson en su famoso perfil sobre el Premio Nobel, publicado por Anagrama.
A propósito, compartimos una cita ilustrativa: «Plinio Apuleyo Mendoza le preguntó, para la posteridad, qué razones le llevaron a apoyar el castrismo cuando tantos amigos suyos se habían distanciado de él. La respuesta de García Márquez fue a la vez enigmática y arrogante: «una información mejor y más directa, y una madurez política que me permite una comprensión más serena, más paciente y humana de la realidad». Al parecer se refería que tenía línea directa con Fidel Castro. Al final se comprometió con el caso Padilla y contribuyó a que Castro permitiera al poeta abandonar Cuba en 1980, pero su postura sigue siendo incomprensible e inaceptable para muchos. Vargas Llosa lo llama «cortesano de Castro» y el exiliado Guillermo Cabrera Infante lo acusa de sufrir delirio totalitario».
Todavía el ícono de Colombia se niega a romper sus lazos de sangre con la isla, donde comanda hasta un centro de formación audiovisual. Irónicamente, nadie supo adaptar con fidelidad, fuerza y brío el contenido de sus novelas. Apenas un mejicano, Arturo Ripstein, logró traducir el clima alienante, claustrofóbico y fantasmal de “El Coronel no tiene quien le escriba”.
De resto, las versiones de sus cuentos y relatos en la pantalla, mueven a la sospecha.¿Recuerdan el desastre de «El Amor en los Tiempos del Cólera» con Javier Bardem?
Hablando del tema, su hijo le sigue los pasos en Hollywood, con ciertas dificultades. Dirige películas melodramáticas del promedio, con historias cruzadas y cierto aire de importancia “qualité”. También es sinónimo de estética “choronga”. Sin embargo, en el 2011, se redime como creador gracias a la estupenda, “Albert Nobbs”.
En Venezuela, la sola mención de García Márquez en el ámbito estudiantil, genera controversia. Los alumnos del bachillerato deben revisar y leer sus “obras maestras”, con respeto y actitud reverencial. Nada de criticarlo y desmontarlo. La tarea es memorizarlo y olvidarlo a las tres horas.
Hoy el ejercicio se simplificó, para los estudiantes vagos, gracias a Wikipedia e internet. Recién anuncian la edición de “Cien Años de Soledad” en la web 2.0. En realidad, lleva tiempo siendo analizada y desacralizada por la red social. Incluso, hay fragmentos de ella en “espanglish”. En youtube la reescriben en clave de “mashup” animado, plantilla de power point y audiolibro.
El futuro del ciberespacio nos alcanzó, pero las vacas sagradas del pasado apenas empiezan a descubrirlo en el presente. Noticias viejas de periódico de ayer.
En mi caso, crecí con el mito del autor de “El Otoño del Patriarca” como un ejemplo de dignidad, decoro y victoria de la literatura de América Latina en el mundo. Pronto me enganché a su tabla de salvación, como el protagonista de su aventura del naufrago.
Remar con sus páginas y al calor de sus folios, me permitiría llegar a la orilla del conocimiento y resucitar de las cenizas de mi ignorancia. Ciertamente, no fui el mismo después de viajar a Macondo, comer “mierda” y extraviarme con “El General en su laberinto”.
Aprendí lecciones de humildad, humanidad y comprensión de las contradicciones del alma en pena, en crisis. En efecto, el Gabo nos enseñó a convivir con el infierno y el paraíso de nuestro permanente realismo mágico, cuyos reflejos distorsionados son las capitales del miedo en la actualidad. Caracas es una distopía proyectada y anticipada por el diagnóstico de un prócer enfermo de tuberculosis.
Paradójicamente, el propio Gabo es un reflejo de los achaques de sus protagonistas, de las dolencias, de los dilemas morales de sus tramas con rabo de cochino. En un giro histórico tremendo, Miraflores es gobernada por un caudillo espectral, condenado al bastón y secundado por el zombie de Fidel en silla de ruedas. El cuadro podría completarlo Gabriel García Márquez, ya diagnosticado con cáncer y propietario de una revista clausurada, “Cambio”.
La crónica de una muerte anunciada. Es el otoño del patriarca.
A 85 años de su nacimiento, las quimeras del Gabo se resquebrajaron. Su amor por Fidel pasó de moda entre los jóvenes y el papel impreso es historia, junto con los formatos clásicos destinados a consagrarlo. Ni hablar del “boom”, deconstruido por Volpi en “El insomnio de Bolívar” y superado por Piglia y tantos otros. Verbigracia, el señor Ricardo desarrolla un trabajo en respuesta a las coordenadas del boom.
En cualquier caso, siempre nos quedarán las obras del Gabo.
Ahí nos trasciende a todos y se gana su inmortalidad.
Nos espera sentado y tranquilo en el 2100.
Para mi GGM es autor de una sola novela, 100 años de soledad, tiene el mismo ritmo de las obras de Bach, lei las demas y de pana, apenas son almejor que mediocres,, , algunos cuentos largos, como el coronel no tiene quien le escriba se salvan o el relato del naufrago o perro de ojos azules. El otoño del patriacar me parecio pasable, nada del otro mundo y el de los viejitos lo lei una sola vez y me prometi que jamas lo volveria hacer.
Pero 100 años, es una obra maestra, quizas una de las tres o cuatro mejores novelas escrita en español.
Ahora bien en realismo magico prefiero mil veces a carpentier, con el comence a leer la historia de nuestra america, ya que no solo es que maneja el lenguaje como un artesano minucioso, arma una joya complicada, es tambien que habla de la historia de nuestra america, esa desconocida.
gracias a el me converti en adicto a la historia de america.
Para mi es dificil decir cual es la mejor novela de carpentier, pero con GGM no hay pele, y por eso creo que esta muy sobrevalorado
Coincido con Xluis, después de «100 años…» es poco lo que se puede hacer. No se puede negar la influencia y la magnificencia de esa obra, pero el Gabo ha vivido de esas rentas por mucho tiempo. Aunque hay una faceta que me agrada de él, su etapa como periodista. Tiene un librito llamado «Cuando era feliz e indocumentado» que recopila varios artículos de prensa escritos alrededor de los años 50, muchos de ellos en Caracas. Trae uno llamado «Caracas sin agua» sumamente profético.
Buenas reflexiones y aportes.
Abrazos.
Ojos De Perro Azul.
Eso es todo lo que tengo que decir.
Muy bueno, Sergio, éste es el mejor feliz cumpleaños que he visto hoy en las redes sociales… Hoy en la mañana escuché la mega por un buen rato, y casi me lanzó del carro en movimiento. Entonces, Gracias por este justo happy b day al gabo (como todo el mundo lo llamaba esta mañana)
Y en esa lista de artículos no puede faltar este señor
https://www.panfletonegro.com/v/2009/05/24/animales-mitologicos-by-efraim-medina-reyes/
Ya quisiera yo que me llamaran sobrevaluado por tener «solamente» cien años de soledad bajo el brazo, ese libro es esencial. Los demás bueno, el amor en los tiempos del cólera no está mal y varios de sus cuentos son buenísimos. Cien años lo debí haber leído unas 8 veces ya, siempre regreso a ese libro. Ahora, como persona/político, GGM es un asco.
Buenas reflexiones!Gracias por el feed back!
Pendiente de vernos, Adri!
Abrazos!
Seguro, abrazo!