Clausura del FITC 2012: Domingo de Resurrección(entre Bichos)

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De retorno del cierre del FITC 2012, donde disfrutamos de la obra de calle de la compañía Sarruga, «Insectos», cuyos bichos gigantes sirven de metáfora de las diferentes variantes del contexto. Primero, celebramos el trabajo de hormiga de levantar el telón de nuevo en medio de las dificultades económicas del presente, para el deleite de tirios y troyanos. El solo esfuerzo de hacer el evento en el 2012, compensa cualquiera de las carencias en la programación y organización de la cita cultural. Materia pendiente para el futuro inmediato: el tema de los boletos, la venta por paquetes y los descuentos para estudiantes. En cualquier caso, son problemas menores a resolver en la próxima edición.
De igual modo, las telerañas de la programación extendieron sus hilos alrededor de la capital, proporcionándole un rostro y una cara distinta a la ciudad. El Festival también ayuda a vencer el miedo y a echarle un parado a la violencia. Por desgracia, la inseguridad nos arropa como una mantis implacable, capaz de mutar y ensombrecer con su estructura hasta los empeños de los cordones policiales de las alcaldías, en pro de garantizar la paz social del entorno.
De hecho, la colega Tamoa Calzadilla fue objeto en la noche de clausura, el día de hoy, del robo de su celular. Vimos a Tamoa con su familia, disfrutando y gozando como todos nosotros. Lástimosamente, nos acabamos de enterar de su desagradable incidente.
Asimismo, para olvido son las imágenes de Gerardo Blye, robándose el protagonismo de la velada, desde una zona VIP diseñada para la ocasión. Sonreía, bailaba y se creía el mecenas benefactor del festejo. Semejante populismo debe ser descartado. Encima, su afiche figuraba, como propaganda de campaña, en un edificio circundante a la Plaza Sadel. Típicas cosas del chavismo y de la demagogia de la oposición. Al margen de ello, la buena experiencia será difícil de borrar. Con una sonrisa de oreja a oreja y en compañía de buenos amigos(Vicente y Goizane), revivimos el espíritu de antiguos Festivales, en la espera de volver a reencontrarnos con la emoción de las tablas en el 2013.
Los cohetes bajaron el telón y un cierto ánimo de nostalgia y tristeza se apoderó del ambiente.
Ya extraño al FITC y apenas culminó hace unos minutos.
Ojalá se corrijan sus falencias y consigan mayor presupuesto. En efecto, nadie se puede quejar por la capacidad de los curadores para escoger lo mejor dentro de sus limitaciones económicas.
En lo personal, considero al FITC 2012 un Festival de transición hacia un mañana de completa recuperación. Cogerá su segundo aire y nos llevará por universos maravillosos. Soy optimista.
Mis sinceras felicitaciones a sus promotores, creadores y espectadores.
Entre todos dimos un bonito ejemplo de convivencia ciudadana.
Mi opinión sobre «Insectos»: clásica obra pirotécnica donde la forma se traga al fondo. Una tendencia posmoderna adecuada para teatro de calle. Es malo cuando se convierte en lo único. Es perfecto cuando lo combinan con una programación densa. Por ende, queda plenamente justificada su inserción dentro de la grilla del FITC. La gente también merece relajarse y distenderse con los colores de las propuestas lúdicas.
Por cierto, el crédito de la foto es de Efraín Castillo.
Por último, el título de la nota, lo inspiró Nury Delgado.

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