En «Fight Club» hay una escena en que el personaje interpretado por Brad Pitt cuenta que roba grasa humana de clínicas de liposucción para hacer jabón que luego vende a las mismas que se la quitan. Esa escena resume lo que sentí después de ver el comercial de Adidas acerca de la Vinotinto. Me vendieron mis propios defectos y se los compré completos, para rematar les di las gracias. Pero la emoción duró muy poco, momentos después de haberlo terminado empecé a pensar en lo que había visto, en lo que me había hecho sentir y en las ideas mostradas en el video. Al entrar a Facebook y ver las reacciones de los panfletarios me di cuenta que no era el único al que le parecía que detrás del paquete edulcorado del comercial había algo podrido.
Y es que detrás de una producción impecable, un copy conmovedor y un excelente sentido de la oportunidad, late por debajo el nacionalismo ramplón y básico del que nos hemos llenado los venezolanos en estos años, ese mismo que nos hace sentir avergonzados por apoyar a un determinado equipo en un mundial de fútbol así nuestra selección no esté participando; porque ahora resulta que nadie se ha puesto nunca una franela de otro país ni ha gozado con Brasil ni sufrido con España ni votaron jamás por AD/COPEI o vieron novelas. Ahora es un pecado celebrar que otro sudamericano se haga con la copa del mundo bajo argumentos tan infantiles como «en esos países nadie nos apoya». El comercial cala porque es una forma bonita de quitarnos la vergüenza de haber apoyado alguna vez a otros países.
La identidad nacional construida alrededor de la Vinotinto que refleja claramente un rasgo de nuestra sociedad actual: todos son nuestros enemigos. El año pasado con la Copa América se llegó al paroxismo de esta tendencia, de repente llenamos las redes sociales de un odio espantoso, lleno de xenofobia y completamente contrario a lo que debe ser el deporte. Insultamos a chilenos, paraguayos, bolivianos, brasileños,etc. como si tuviéramos años en guerra con esos país o unas rencillas históricas, cuando hasta hace muy poco nos alegrábamos de sus triunfos. Yo que crecí apoyando a los equipos latinoamericanos en los mundiales(evento al que Venezuela sigue sin asistir) no puedo identificarme con esa manera de apoyar al equipo y mucho menos puedo celebrarlo.
Hemos perdido la proporción de todo. Ya no hay competencia sana, trasladamos la polarización a todos los ámbitos, el que piensa distinto merece ser injuriado sin importar las consecuencias. En el amor y en la guerra todo se vale, y actualmente estamos en una guerra imaginaria con el universo, por eso para insultar a Faitelson nos burlamos del problema de narcotráfico de México(como si Venezuela fuera un paraíso) o acusamos a los colombianos de robarnos el golfo o cualquier otra estupidez que uno ve en twitter. Decidimos tomar la bandera del nacionalismo pendejo, del nacionalismo que necesita despreciar lo externo para resaltar lo nuestro, como ya lo hacen muchos países en el mundo y del que se valen los peores líderes para aglutinar a sus seguidores como es el caso de Bush jr., Rajoy o Fidel Castro. Por eso si unos chamos hacen un video diciendo que se van del país nos genera una rabia ciega porque creemos que ser patriota es hacernos la vista gorda a los problemas y suprimir las críticas, no se puede criticar a Pastor ni a Farías ni a Santana ni a Chávez ni a Capriles, es un pecado tener una opinión diferente a la del grupo.
La particularidad del caso venezolano es que siempre hemos sido importadores y hoy en día más que nunca, no tenemos un sentido de lo que es ser venezolano lo suficientemente fuerte como para no tener que recurrir al insulto fácil y al discurso violento. Por tanto hoy hay quien cree que ser fanático del Madrid o del Barça es ser vendepatria y no apoyar a la selección. Sin embargo, son los mismos que luego no son capaces de entender que ir al estadio y esperar que la entrada sea gratis perjudica al futbol nacional. Lo que sí es cierto es que no le compro a Adidas el sentimiento detrás de su comercial. Si te gusta el futbol tienes derecho a apoyar a quién quieras, pero la base del juego no es anular al otro más allá de la cancha. Entender que no todo es una guerra, que no todo amerita violencia y odio, y que el único que se desvirtúa con el insulto es el que lo profiere.
Excelente articulo, pero ese odio transmitido a otros paises tambien se ha visto aqui, donde los partidarios de x equipos insultan al de y(llegando incluso a la violencia fisica), ahora lo que pasa es que nos estamos «diversificando».
Por cierto, aprovecho para colgar esta parodia http://www.youtube.com/watch?v=2Gq9W3U6TRI&feature=youtu.be
Muy bueno tu artículo como de costumbre. Pero tú sabes muy bien que la naturaleza del deporte o su origen a nivel de competencia internacional es el de «guerra velada». Es natural que la gente se ponga así, para muestra el botón de la eurocopa.
Ahora tratar de adquirir de la noche a la mañana una identidad por puro farandulerismo, es infantil pero es algo que tiene las patas cortas, para eso está el deporte en sí y sobretodo las derrotas.
Muy bueno tu artículo como de costumbre. Pero tú sabes muy bien que la naturaleza del deporte o su origen a nivel de competencia internacional es el de «guerra velada». Es natural que la gente se ponga así, para muestra el botón de la eurocopa. O las olimpíadas pasadas con un acto de apertura dirigido por Pinky y Cerebro.
Ahora tratar de adquirir de la noche a la mañana una identidad por puro farandulerismo, es infantil pero es algo que tiene las patas cortas, para eso está el deporte en sí y sobretodo las derrotas.
La mayor contradicción es la siguiente. Dejo de apoyar a Brasil. Pero sigo comprándole las camisetas a una trasnacional, Adidas, empeñada en disfrazarse de sentimiento nacional. Es algo imcomprensible aunque lógico en la actual situación del país.
Yo estoy asombrado de ver como esa identificación con el nacionalismo ramplón a la base del fenómeno Vinotinto (viveza de ADIDAS incluida) llega a una intensidad que sólo es comparable con el fanatismo de los fundamentalistas religiosos.
Ya sabía, y mucho se ha escrito, sobre la pasión por el futbol. Y claro, más allá de las reflexiones, incluso de filósofos renombrados, están los actos de los holligans y sus equivalentes fuera de Inglaterra, los cuales recuerdan que, sí, que este fanatismo puede llegar a ser peligroso.
¿Hemos encontrado esa cosa sagrada (ficticia, a falta del bienestar y la seguridad social concretos)? Eso parece. La gente hace cortocircuito cuando le pides que le ponga un poco de reflexión al asunto. No pueden. «Con mi fantasía no te metas», parecen decir con su reacciones viscerales.
El video es kitsch y la esa devoción que reseñas es el equivalente a oler un pote de pega.
¡Saludos! Sabía que no era el único :-p
Pues no será por aquí que te han dicho eso, Chamin.
Sianhulo, me reí con la parodia que pusiste, el tipo que actúa me dio risa.
Gyubari, si bien es cierto que el deporte tiene eso de «guerra velada», lo que me preocupa es lo de construir una identidad nacional con esa base y como el discurso violento es una parte fundamental de ello.
Sergio ayer mi cuñado me decía que lo más ridículo es que se pasan todo el año alabando a Messi y luego cuando juegan contra Argentina no dejan de insultarlo o se rasgan las vestiduras por la vinotinto y luego odian el futbol nacional. Contradicciones por todos lados.
Chaman, lo peor es que venden esto como «lo único que une a todos los venezolanos sin importar la tolda política», bonita forma de unirnos, cayapear al resto de la humanidad porque la vinotinto es lo «más mejor» que hay. Da un poco de miedo.
Gracias a todos por comentar.
PERO QUE LADILLLLLLLLLLLLLLA NO JODA… SEAN FELICES, ESE COMERCIAL ESTÁ ESPECTACULAR… SI LAS MARCAS IGNORASEN A LA VINOTINO LO CRITICARÍAN, SI ADIDAS LE HACE UN SPOT A LA VINOTINTO, TAMBIÉN LO CRITICAN!!! VERGA QUE GENTE TAN NUBE NEGRA !!!
luis1210, una anecdota acerca de ese «cuartel» del psuv: fue montado (*casualmente*)despues de que un grupo de personas intentaran invadir un terreno al lado de la urb. las trinitarias(en la prolong. de la romulo gallegos, ¡lomito!)y no pudieron, a su vez, dicho cuartel tambien esta al lado del terreno(pero en la direccion contraria)
Pero yo no entiendo, perdóname pero según tu lógica el consenso debería ser ‘el comercial es pésimo y el que no piense asi es un imbécil’ no estas cayendo en lo mismo que criticas? «es un pecado tener una opinión diferente a la del grupo». El troleo infinito a CCDDD nos ha hecho demasiado daño, nos dimos cuenta de lo que somos capaces y ahora estamos en guardia esperando el próximo video viral para descuartizarlo. Chévere, mantengan las antorchas encendidas para cazar al próximo fascineroso que ‘no piensa igual al grupo’.
Nope, si eso entendiste me expresé mal, cada quién puede interpretar el comercial como quiera, yo estoy dando mi punto de vista. En todo caso no es lo mismo trolear una producción amateur que a una trasnacional. Como publicidad está muy bien porque supieron tocar una fibra sensible, lo que me molesta es que tengamos esa fibra.
«En todo caso no es lo mismo trolear una producción amateur que a una trasnacional» esa te la compro completica! :)
Debo respetar tu lógica y tu sentir, pero de verdad en algunos momentos de la vida pienso que no hay que racionalizar tanto cosas tan simples, los venezolanos somos muy particulares, y esa «fibra» que te molesta es parte de nuestra idiosincrasia, gracias a ésta nos destacamos en muchas otras cosas a nivel mundial, no creo que el hecho de el tan renombrado «defecto» de la «pastelería» que haya salido a relucir en este comercial, sea para molestarse, simple, es lo que somos, las ganas de echar vainas, de celebrar; porque hay un momento para todo, y ahora tener como hacerlo por nuestro país, simplemente me parece fantástico y hay que disfrutarlo, vivirlo, sentirlo, asumirlo quizás de la mejor manera posible, pero ¿quién determina cuál es esa manera? Entonces disfrutemos este tipo de cosas sin tanta pensadera, porque para analizar tenemos nuestros problemas cotidianos y la situación del país… Lo que quiero es que dejes que los demás se «tripeen su nota», porque no estás troleando sólo el comercial de una trasnacional, sino además el sentimiento de quiénes los disfrutamos, y al estilo más pastelero, y en otro idioma, te digo «live and let live».
Marina, cada quién celebra lo que quiere, asimismo, cada quién está en su derecho de criticar si ve algo que no le gusta, lo único que te digo es que la publicidad es de las cosas menos simples que hay, la publicidad busca venderte algo y para ello usa tus emociones, el creativo detrás de la publicidad le tiene tomado el pulso completico al país. No estoy de acuerdo cuando dices que el problema sea que se racionaliza demasiado, por el contrario, creo que el problema es que no se analiza nada y que a todo se le quiere buscar el chiste fácil.