En defensa de Occidente

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Uno de los argumentos más perniciosos de nuestro mundo contemporáneo es la postura colonialista ideológico-cultural. El discurso, vehiculado siempre desde la sabiduría adquirida gracias a las universidades de Occidente, que pretende afirmar que dicha sabiduría occidental es «cuestionable». Haciendo alarde de un abanico de autores –occidentales todos–, quienes delimitan nuestro pensamiento desde el lenguaje y la historia, nuestro personaje rebelde anti-occidental, hijo de la postmodernidad pop malentendida, explicará que «todo es relativo» y que no hay valores universales. Después de tal afirmación baladí conocida por cualquiera, el hipster anti-occidental nos ofrece un rictus sarcástico, como si su idea fuera tan novedosa y radical que bastara para acabar con la discusión.

 

Esta postura, profundamente reaccionaria, es la bandera perfecta del no-pensar contemporáneo. Es el punto de partida para escuchar afirmaciones demenciales como que la escisión del clítoris en África es «un problema cultural», ergo exento de cualquier tipo de solidaridad entre humanos. Los relativistas, en sus intentos por sobrepasar las estructuras de poder falocéntricas (y logocéntricas), nos explican que ellos son «muy respetuosos» de las «culturas diferentes», que cualquier pronunciamiento sobre el dolor ajeno es una forma de colonialismo occidental. Entonces –y he aquí lo descerebrado del argumento–, para evitar «imponer nuestros valores», en los cuales no se cercenan los miembros de las personas, el hipster propone no hacer nada. Es tan «solidario» con el sufrimiento de las africanas, que propone mantener el statu quo (y usa palabras como «statu quo», porque él es leído, y tal).

 

Por supuesto que al hipster aún le queda el camino discursivo, aún más psicótico, de empezar a explicar por qué la escisión del clítoris es una práctica cultural riquísima, más o menos a nivel de los tambores de la costa. No creo ser el único que se haya enfrentado en algún bar al discurso laudatorio de la circuncisión femenina. Evidentemente, el genio que avanza tal barbarismo, insostenible ante el más mínimo análisis de esta práctica extremadamente dolorosa, jamás explica que él espera cercenarle el sexo a su hija o hermana con una navaja de afeitar. Tampoco le importa lo que diga Amnistía Internacional: esa es una organización creada en Occidente, con intereses occidentales. Mejor defender la «circuncisión faraónica«, portadora de un nombre hasta poético.

 

De esta manera, el hipster relativista se contenta, de la forma más conservadora, con sentarse a ver el mundo pasar frente a sus ojos. No puede pronunciarse sobre nada, ya que en su torcida lectura de Baudrillard y Vattimo, nada es real. Ninguna imagen le sirve para pronunciarse sobre el mundo. De lo único de lo que está seguro (aunque me pregunto de dónde le viene tal seguridad, ya que ni siquiera está seguro de que la circuncisión femenina sea dolorosa) es de que hay una manipulación mediática, no se sabe muy bien de la parte de quién ni con qué intenciones, para que todo análisis que hagamos sea relativo y defienda los intereses (oscuros) de algo (¿los cientólogos? ¿el Imperio? ¿la banca judía?).

 

Esta forma particular de relativismo se basa en una ignorancia (fingida o real) de la historia de la humanidad. Según el hipster de turno, a quien le da flojera pensar, la historia también es relativa, por lo cual no se aceptará ninguno de estos argumentos. Lo más patético de este tipo de disquisiciones es cómo se detienen en lo «relativo» como si fuese una sentencia final inapelable, no el comienzo de un nuevo disparate. Porque la conclusión obvia de negarse a cualquier análisis histórico, implica cosas como que en este marco de «relativismo» no podríamos siquiera saber si la batalla de Waterloo ocurrió, si Julio César era romano o si Cristóbal Colón tenía tres embarcaciones en vez de veintiséis naves espaciales. Pero no piensan, o no quieren pensar, entonces esto se les escapa.

 

Sucede que Occidente ha avanzado y creado innovaciones tecnológicas, científicas y sociales gracias a las personas que se opusieron al argumento reaccionario cultural, no lo contrario. Galileo tuvo que batallar para avanzar sus ideas heliocéntricas, Darwin y Freud no se contentaron con decir que en nuestra «cultura» todos creíamos venir de Dios y punto.

La evidencia del bienestar que ha producido el avance de la cultura occidental desde la iluminación es devastadora. El psicólogo cognitivo Steven Pinker, por ejemplo, acaba de publicar un interesantísimo ensayo sobre la reducción de la violencia a medida que las ideas de la ilustración se van popularizando en el mundo. La conclusión es impresionante: vivimos en el período más pacífico de la historia de la humanidad. Sí, el más pacífico. Incluso el siglo XX, con la grotesca instrumentalización de la muerte en los ejes nazis y soviéticos, es menor en cuanto a porcentaje de muertos comparado con épocas anteriores.

Retomando rápidamente mi argumento: la cultura «occidental», amparada en las ideas racionalistas de la iluminación, la separación del Estado y de la iglesia y los Derechos Humanos, ha producido un mundo en el cual su esperanza de vida es muchísimo más elevada. Usted tiene acceso a procedimientos médicos sorprendentes, impensables; y tiene una expectativa de vida tres o cuatro veces mayor a la de su antepasado en la Edad Media.

 

Evidentemente, existen matices de grises. No pretendo imponer à la Bush en Irak, la cultura occidental en todo el mundo. Eso sería colonialismo ideológico. Pero negar la solidaridad con las minorías del tercer mundo, quienes sólo aspiran a tomar el mismo camino que Europa tomó a partir del siglo XIX, es aún más retorcido. Es decir, nosotros tenemos derecho a escoger nuestra religión, a hacernos transfusiones de sangre y leer artículos en Internet, pero ellos, los indiecitos o sudacas de turno, no tienen derecho a eso. Es su cultura. Están de lo más felices y contentos lapidando mujeres, bebiendo agua contaminada o revolcándose en la basura. Es su cultura.

 

Caricaturizo, obviamente. Pero esto viene à propos de un viaje a la India que tuve la posibilidad de hacer (fotos). Observé, atónito, cómo una persona utilizaba el urinario público y, a escasos centímetros, alguien más preparaba una ensalada. Sin ser biólogo, pensé inmediatamente, «joder, difteria. Cólera. Disentería. Pobre gente». Sin embargo, cuando compartí mi horror ante las (inexistentes) condiciones de higiene, me topé con esta perla, «es que es su cultura. Son así». ¿Su cultura? ¿El cólera está en su cultura? ¿Cómo es eso?

 

Este hipster relativista, a quien le parece divertidísima la pobreza ajena (porque son «felices», claro), disfruta de una educación avanzada, viaja por el mundo, tiene acceso a medicina, a un plan de retiro; pero le parece que es normal que los demás no lo tengamos. Es decir, si la «cultura hindú» es beber agua contaminada, ¿es la «cultura africana» transmitirse el SIDA? ¿Es parte de la «cultura norteamericana» ser obeso e hipertenso?

 

¿No son estas prácticas que deben evolucionar? ¿No es así como llegamos en occidente a tener el nivel de vida que tenemos? ¿Por qué darles la espalda a los hindúes, árabes o chinos que nos dicen que aspiran a evolucionar hacia una democracia igualitaria adaptada a su religión y prácticas, para explicarles que deberían ser felices en sus ciudades subdesarrolladas, que no saben la suerte que tienen de no ser «manipulados» por los «media» occidentales todo el día?

 

Esta postura hipster relativista es lo más retrógrada posible. Imagino a Pasteur explicándole a una tribu africana que hervir el agua reduciría la tasa de muerte infantil, y a un hipster tratándolo de «colonialista», que por qué no deja que los africanos vivan sus vidas «felices», con lombrices, desnutrición, hambre y muerte. Que esa es su cultura.

 

Que la forma y la manera de globalizar los avances del mundo Occidental sea un tema peliagudo, sumamente espinoso y a ser tratado con cuidado, es obvio. Exige un debate serio en torno al tema. Pero no es con el mutismo acomodaticio del hipster de turno que llegaremos a algún lado. Que esta forma de pensar sea el engendro putativo de nuestras instituciones de educación superior es lastimoso y vergonzoso.

 

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Barman, guía turístico, sirviente y amo de casa, traductor, profesor de lenguas, niñero, encuestador en la calle, extra de películas, vigilante nocturno, obrero de mudanzas, editor de películas, músico de Metro; eso hasta ahora. Aparte de sus incursiones en el mundo laboral, escribió y publicó novelas (https://www.panfletonegro.com/v/2010/11/22/yo-mate-a-simon-bolivar/), colaboró con periódicos y revistas electrónicas y participó en debates y mesas redondas. Hoy en día, colabora con oscuros y desconocidos artistas de todo tipo y añora realizar su sueño, ser dueño de un circo. Por las noches lleva a cabo audiciones para el puesto de “tragadora de espadas” con mujeres de todo tipo. Jamás ha practicado patinaje artístico.

19 Comentarios

  1. Muy bien vinz. Yo creo que no nos hemos recuperado de la crisis postmoderna. Sí, ya se que me vas a decir que no es eso lo que querían decir los autores postmodernos, pero es así como lo entendió mucho gente. Hay que preguntarse como escribe uno las vainas para el contexto en que vive. Una vaina es que no nos creamos directamente que el método científico va a resolver todo, y otra cosa es que creer que no se puede hacer nada, que todo es lo mismo. De hecho, creo que esta época pide síntesis, pero un conjunto de ideas disconexas no funciona. Hace falta proponer una cosa sustantiva desde esa síntesis, pero no está nada fácil.

  2. Sí, estamos de acuerdo.
    De hecho, políticamente hablando, una de las acciones que más daño le ha hecho al mundo (desde mi punto de vista) es el ataque lingüístico a esas «proposiciones sustantivas» y superlativas que vienen del relativismo.
    Me refiero a la actitud cómoda y dizque inteligente de atacar los Derechos Humanos, por ejemplo, dada su gestación y matriz occidental. Esta crítica es correcta y digna de discusión y estudio (¿son los Derechos Humanos, Humanos, o Europeos?), pero se usa como arma retórica para saltar a conclusiones apresuradas según las cuales todo lo que tenga que ver con los DDHH es una mierda, digno del desprecio más grande.
    La gente que suele razonar así, también adopta la postura cómoda y floja de no proponer nada: es decir, critico los DDHH, pero no tengo la más mínima idea de qué oponer a dichos Derechos.
    Pero, ¿no son los DDHH los que acabaron con la esclavitud? ¿Fueron la punta de lanza de la jornada laboral de ocho horas? ¿Le dieron acceso a la mujer a la Universidad y al trabajo?
    Proponer barrer los DDHH y volver a un mundo anterior equivale a volver a la esclavitud y la servidumbre.
    Que esta postura sea vista como «progresista» hoy en día, no me cabe en la cabeza.
    Saludos.

  3. Excelente. El debate sobre los límites del relativismo cultural hace tiempo que se abrió, pero se ha agitado poco. Quizá porque, como muy bien se expone en el artículo, el relativismo a ultranza oculta una postura ideológica en el fondo profundamente eurocentrista y, al cabo, profundamente reaccionaria, por cuanto tiende a mantener el statu quo (los países del primer mundo pueden seguir siendo ricos y política y tecnológicamente avanzados, a la par que «aburridos», mientras los del tercer mundo deben seguir sin poder acceder a ese selecto club, porque eso arruinaría su «pintoresquismo».
    Mi opinión es que el relativismo no es malo en sí mismo (por el contrario, puede ser una saludable herramienta contra dogmatismos de todo tipo), mientras no sea absoluto: afirmo que hay un núcleo duro dentro del pensamiento occidental moderno que no sólo es irrenunciable, sino que es universal. Coincide aproximadamente con lo que se recoge en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (con frecuencia denostada por los relativistas). O, en palabras de Thomas Jefferson: «Sostenemos estas verdades como evidentes por sí mismas: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su creador con ciertos derechos inalienables; que entre ellos están la vida, la libertad, y la persecución de la felicidad».

  4. Sí, el relativismo sano es la mejor cura contra el etnocentrismo arrogante (à la Bush).
    Pero extraña que en nuestra época, sea visto como «progresista» y «humanista» decir que no hay que hacer nada por las mujeres del Irán; mientras que si dices que quisieras que fueran a la Universidad, te tratan de hijo de puta Imperialista…
    Sí, puede que me equivoque. Pero asumo eso como una posibilidad, como una hipótesis a ser probada de manera racionalista. Quedarme de brazos cruzados ante lo que me parecen atrocidades del mundo, me es impensable.
    Sartre, -quien no es exactamente el mejor ejemplo de dónde deberían estar nuestras preferencias políticas, pero bueno-, decía, «los justos tienen las manos limpias, el problema es que los justos no tienen manos».
    Prefiero ensuciarme las manos tratando de luchar contra la opresión de los gays en África, que no tener manos, pero tenerlas limpias, que es la opción relativista.

  5. Booo, este rant se lo fusilaste a Pascal Bruckner… Le Sanglot de l’homme blanc: Tiers-Monde, culpabilité, haine de soi es del año 83!

  6. Like Christianity, this new conformism has a notion of “original sin.” The West is “eternally guilty,” and thus unable “to judge or combat other systems, other states, other religions.” When faced with the existential question, “Who is to blame?” many intellectuals’ “standard spontaneous response is: ‘We are.’”

    And the new conformism is also a kind of universalism: “There is no monstrosity in Africa, Asia or the Near East for which it is not to blame,” observes Bruckner.

    The religion of guilt offers salvation in return for repentance. When Europe withdraws from a harsh world in the spirit of “well, who are we to tell anyone…” it is saved. And self-conscious displays of piety to the new conformism are rewarded not in heaven but the here and now. Like any establishment, the clerks dole out the appointments and invitations and the access. (In a bizarre twist, the new conformism manages to control large parts of the academic-media complex while thinking of itself as insurgents from the Devil’s Party. Win-win for the herd of independent minds!)

    Bruckner argues this conformism is now a stifling orthodoxy in the West, instilling within us the desire to “practice self-flagellation” and making us think that the habit of “wallowing in shame and self-loathing”—for example, presenting our national story as a catalogue of enormities—is an exercise of virtue.

    http://www.worldaffairsjournal.org/blog/alan-johnson/pascal-bruckner-and-tyranny-guilt

  7. Jejeje, clásico: uno rebanándose los sesos para dar con lo que escribió alguien en 1983…
    Hay muchas diferencias, empero. La crítica de Bruckner va más enfocada al fardo judeo-cristiano de la cultura occidental, de la culpa, que lo lleva a una especie de relectura de la «Segunda consideración intempestiva» de Nietzsche. El rol de la historia y su peso, todo eso.
    Lo que diría que cambia el juego (game changer) es la cantidad de información que arguye a favor de una mejoría en el nivel de vida, en todos los sentidos, cuando se propugnan y abrazan los valores iluministas.
    Ya no se trata de opiniones, de «he said, she said» sobre qué es lo mejor a hacer en África: se trata de la prueba, obvia, que cuando se reduce el racismo, se reducen los linchamientos, por ejemplo.
    Alguien «progresista» y «demócrata» debería argüir a favor de estas mejorías, muchas veces demandadas y esperadas por la población in situ (como los demócratas en Irán y en los Estados Magrebíes), en vez de darles la espalda para tener la comodidad de jamás inmiscuirse ni ser obligados a tomar posición.
    Saludos

  8. Quizas debido a que lei a I Berlin demasiado joven, este me marco contra el relativismo moral y el social. Luego he llegado aceptar ciertas constumbres, pero en funcion del ecosistema en que se dan.
    Por lo menos las mujeres Yucpa de la sierra de perija, tienen sexo con otros hombres cuando estan enbarazadas, de esta manera al «alimentar » al feto con su semen tambien tienen obligaciones en la crianza de ese niño cuando crezca.
    En el entorno de la sierra de perija esa estrategia es optima, pero esta en conflicto con los valores de la cultura occidental.
    Al llegar nosotros a esos lugares, de cierta manera les quita una constumbre que a nosotros nos parece barbara, pero lo obligamos a seguir viviendo en el mismo sitio.
    De eso nada bueno puede salir, y es por ello, que esos indigenas, con sus ecositemas desvatados y obligados a seguir otros patrones de conductas se vienen a las ciudades a mendigar, ya que tampoco se les da las herramientas para que puedan funcionar en esta sociedad.
    Acepto las constubres de ellos, en su entorno ecologico.
    La misma moral judeocristiana esta basada en un entorno ecologico especifico, las zonas aridas y semiaridas del oriente medio, que de manera forzada fue impuesto a otras culturas con entornos ecologicos diferentes.
    Creando un conflico entre lo que tienen que hacer y lo que hacen para satisfaser los canones morales.
    Tanto en Italia (por la influencia de la magna grecia) se acepto el que los hombres podian tener relaciones con otros hombres, el entorno ecologico lo permitia y hasta lo hacia inevitable (la mayoria de las rutas eran maritmas y los viajes duraban mucho, meses).
    En el caso de el clitoris de las mujeres no hay ningun imperativo ecologico para ello y es un hecho cultural puro, sin influenica del medio y es muy posible que las razones para imponer esa costumbre ya no existan, y por esa razon tambien lo condeno..
    Los iroqueses a los jovenes que no pasaban los ritos de iniciacion los obligaban a vestir como mejeres y les estaba prohibido casase, a pesar que todos o casi todos no fueran homosexuales.
    Pero era debido al entorno en el cual ellos vivian y las luchas que sufrian por parte de sus vecinos.
    Condenar a un joven a no casase nos puede parecer un barbarismo, pero cuando analizamos el trasfondo ecologico, nos damos cuenta de su nesecidad. y por lo tanto no puede ser juzgado como bueno o malo.
    El medio los obligo a tomar esa estrategia.
    A pesar de ello ambien considero que la civilizacion occidental a tenido grandes logros en mitigar el salvajismo en el cual viviamos, y estoy de acerdo en que muchos pueblos estarian mejor con ellos, pero siempre y cuando no le demos solos valores si no tambien las herramientas para que se puedan desenvolver en el nuevo entorno cultural.
    Esta discusion es importante y si se deberia d eprofundizar antes de seguir creando parias de los pueblos que aun viven en las periferias de nuestra civilizacion.
    Aunque esto no garantiza de nada.
    Ahi tenemos a pueblos del desierto que adoptaron el modo de vida occidental, su ciencia y tecnologia pero rechazan nuestos valores en pos de mantener los valores para pueblos nomades del desierto. El caso de Iran y en general los paises musulmanes son prueba de ello.
    Quizas el relativismo cultural y moral es un subproducto d ela manera como se enseña el análisis , de tanto cortar las cosas en pedacitos, se puede llegar a pensar que son individuales y que tienen el mismo valor en todas partes, en vez de verlo como herramienta lo toman como forma de pensar; Todos los pedacitos son iguales ya que vienen de algo mayor.
    Y por ello no hay uno mejor que el otro y si uno es mas largo o mas corto se debe aceptar como peculiaridades, olvidando lo fundamental.
    Hay valores que no pueden ser relativos, uno de ellos es que todo hombre tiene el derecho a no ser mutilado, el derecho a ala vida (aunque acepto el aborto como practica) y el derecho a buscar y elegir su destino….
    Tengo ideas peculiares sobre este tema, pero formuladas de un solo tiro y sin pesar pueden sonar confusas y contradictorias.
    Quizas algun dia las exponga con la menor contradicción posible

  9. Este artículo podría titularse ‘conversa con Noam Chomsky’ o algo por el estilo.

    Esa discusión que relatas parece las típicas conversaciones que tenemos que calarnos todos los que emigramos a una nación desarrollada de cultura occidental. Describes a la típica persona joven de Europa Occidental/Canada/EEUU/Australia, clase media, con título universitario y frecuente lectora de The Guardian.

    Basta que vean algún ‘documental’ sesgado sobre alguna nación del 3er mundo, para que comiencen a hacerse una idea romántica de la pobreza. No es más que la versión cool del mito del buen salvaje. Otra forma de colonialismo condescendiente.

    No deja de sorprenderme que haya personas a las que haya que explicarles que la pobreza es un poco más dura que no tener plata para gastar en güevadas. Que descubrir las bondades de una ‘vida simple’ y ser pobre son 2 vainas bastantes diferentes, por aquello de la posibilidad de escoger entre distintas opciones. Que ser pobre también significa morirse por enfermedades por las que no muere nadie en sus países desde hace casi 100 años. Que ser pobre significa ser tratado como un ciudadano de 4ta categoría por las instituciones cuya función es proteger los derechos de la ‘todas’ personas. Es tener que vivir a la merced del hampa (con y sin uniforme), todos los días, por el resto de sus vidas.

    De hecho hace pocos días tuve un intercambio de ese estilo con un pana que acaba de pasar unos meses trabajando para UNICEF en Bangladesh.

    Mi Pana: Back from XXX (ahorita no recuerdo el hombre del pueblo donde estaba) after a week and struggling with all the people and shiny things… Civilization kinda sucks

    Otro Pana: ^^^Posted from his iPhone

    Yo: ‘Civilization kinda sucks’… I bet you had that epiphany in XXX, half-pissed, while your driver was taking you home from a pub on a Friday night

  10. Sí, por allí van los tiros.
    Supongo que una de las cosas que más me embroncan es que te digan que «te están manipulando» (los intereses oscuros de occidente) si te manifiestas sobre el tema X; como si *no pronunciarse* no fuera ser manipulado exactamente por integristas y fundamentalistas y defender *su* agenda de opresión hacia las minorías.
    Saludos a todos…

  11. De acuerdo con Vinz. Y puestos a buscar los orígenes de la crítica al relativismo cultural (o moral, u otros), seguramente lo encontraremos en autores contemporáneos al nacimiento o expansión de ese relativismo: quienes primero lo criticaron deben haber sido los primeros en descubrir su expansión.

  12. Es la eterna discusión que esboza el dilema entre condenar activamente las prácticas de un país en el que se castiga a las mujeres adulteras con la muerte (muerte por demás cruel, bastarda e injustificada) y la extirpación de sus clítoris o ser detractor de cualquier pretensión o acción «intervencionista». En lo personal considero que a estas alturas de la vida, la gente que incurre en este tipo de actividades canivales, cargadas de una soberbia y prepotencia ancestral y machista, que tienen hasta la desfachatez de argumentar teológicamente sus acciones, mínimo se les debería medir con la misma vara.

    Sí, desde ir presos de por vida hasta la posibilidad real de cortarles sus miembros, tal y como ellos lo han hecho con cualquier cantidad de mujeres a través de tantos años.

    Hoy, casualmente ví un video en el que unos talibanes en Afganistan, fulminaron a quema ropa a una mujer acusada de supuesta infidelidad. Le propinaron 9 tiros a corta distacia con una AK47. No me jodan!

    Muy buen artículo!

  13. Excelente articulo. Me recordo a una reseña que lei ya hace varios años en que Superman es derrotado no por algun supervillano o extraterrestre, sino por la actitud fria de la misma gente normal. Es la Serie de Superman – Paz en la Tierra de Alex Ross y Paul Dini y se puede leerse alli http://angelcaido666x.blogspot.com/2007/03/superman-y-el-hambre-en-la-tierra.html

    Tal vez a simpre vista la historia no sea lo mismo como el articulo de Vinz, pero el mensaje es bastante claro.

  14. @Baldo
    Sí, también tuve el «placer» de ver ese video. Se me hace que la gente que defiende ese tipo de prácticas mal llamándolas «cultura», son la misma gente que, ante una quema de brujas en el siglo XIV en España, hubiesen dicho lo mismo, «no podemos intervenir, son católicos, y su cultura es quemar gente viva».
    Entonces, si hemos avanzado hacia un mundo más o menos pacífico (si le creemos a Pinker), es gracias a la gente que se opuso a tales barbarismos a lo Torquemada, NO gracias a los relativistas que siempre responden que el mundo es así y que mejor es no meterse.
    ¿Por qué no permitir que los Afganos hagan lo mismo, desde su religión y su punto de vista particular?
    ¿Bajo qué supremacía ideológica tenemos derecho a darle la espalda a esa mujer y decir que esto es «cultura»?
    ¿No es completamente hijo de puta decir, «bueno, si fueses una mujer alemana, no te hubiese pasado nada, tendrías trabajo y educación, mala suerte, hermana; es tu cultura, vívela plenamente porque no se puede cambiar»?
    Lo más triste es que eso pasa por ser «progresista» y «respetuoso de las minorías» hoy en día.
    ¡Saludos!

  15. @M-1
    Gracias por el vínculo, no conocía ese cómic. De hecho (por eso digo que no hay coincidencias en este mundo), hace unos meses terminé de leer el tomo de «Civil War» que menciona el blog. Como ni me va ni me viene que maten a Capitán América (uno de los héroes más insípidos y aburridos de la Marvel), perdí todo interés en seguir leyendo la serie más allá.
    Si me topo con ese tomo le echaré un ojo…
    Paz
    V.

  16. Excelente, pero yo a riesgo de sonar relativista (y no perder la costumbre de llevar la contraria!) diría que los izquierdista que se la dan de salvadores de la patria son mucho peores. Son como la otra cara de la moneda de lo que dices, se quieren meter en todo y juran que tienen las soluciones a los problemas mundiales en sus manos y que además es su deber, su misión de vida resolverselos. O sea yo prefiero tomar partido por la postura de Xluis, lo más lógico del mundo es hacer las cosas en consecuencia de lo que vives, de tu entorno inmediato, porque de verdad que me enferman los hipster-salvadores que creen que tienen que ir al otro lado del mundo a resolverle los problemas a los pobres y necesitados, porque de verdad provoca caerles a batazos de lo imbéciles que son! Los he conocido de todo tipo y he llegado al punto de cero tolerancia de esa infame especie, que se ocupen de sus asuntos, aqui han venido tantos a conocer las maravillas del país y solo vivir su experiencia tropical-revolucionaria-izquierdosa solo para tener algo cool que contarle a sus amigos cuando regresen, lo he dicho en muchas ocasiones en diferentes post, se trata de los que vienen a vivir en un barrio por 2 meses y se creen que conocen-la-vida-del-barrio, los que vienen a aportar su ‘granito de arena’ cuando nadie los llamo. Yo conocí a cierto documentalista español que se hizo famoso por subirse a cierto barco, cuando lo entrevisté él vivía en El Guarataro y me dijo con desparpajo que a él no le hacían nada en el barrio porque el era español y blanco, yo no lo podía creer, es decir, que el pendejo que sí es del barrio se va a morir precisamente por ser de ahi, pero el español es intocable por ser diferente. Igualito el individuo en cuestion se mudó al tiempo a una urbanización del este y eventualmente se fue a su país, una vez concluida su aventura caribeña. Y asi son tantos! Gracias a esta revolución Venezuela es como uno de esos grandes burdeles que están en medio del disierto, llegan tipos de todas partes a divertirse y luego se creen que pueden «salvar» a las putas y sacarlas de esa vida en medio de la nada, para terminar regresando a sus vidas y a sus hogares y nada cambió. Si dependiera de mi les cerraba la frontera, aqui no entran hipster-izquierodsos-salvadores-de-la-patria-seudo-héroes, que se ocupen de sus vidas y de sus paises que en Europa la estan pasando burda de mal. Prefiero ser una puta en un desierto a ser «salvada» por un imbecil de esos! Puaj!

  17. Andreina pero es que para nada estos hipsters-viajeros de izquierda difieren de lo que comenta el amigo vinz.

    Ellos vienen de testigos de la supuesta revolución de las comunidades que siguen a su salvador comediante en jefe. A soltar la baba por una supuesta nueva forma de hacer las cosas para salvar el planeta del malvado imperio. La misma condescendencia miserable de estos pendejos para con Africa – los negritos a tocar tambor – que para con los musulmanes – es que a sus mujeres les gusta que las sometan y les echen machete (literalmente) – y que para los indigenas – a bailar en guayuco es para lo que son buenos. Nada de progresos verdaderos en educación, medicina, tecnología, derechos civiles básicos y fundamentales…. no. Que bailen los monitos que odian mucho a mister Danger Gush y se ven tan bonitos quemando una bandera gringa.

    Tan reaccionaria es la izquierda caviar como los evangélicos mas fanáticos. Y yo me pregunto esteeeeeeeeee… no era Marx uno de los defensores de que se implantara el capitalismo a nivel mundial (via colonizaciones si era necesario) para crear el proletariado global y se alzara la revolución definitiva. Parece que nada mas sirve de lo que dijo el chivuo sino lo que representa para pendejos como Mario Silva que no habra saltado de la portada del Capital pero que lo tiene de fondo en el show de la esquizofrenia que tiene por el canal mocho.

  18. Exacto, Hunter.
    No veo mucha diferencia en la actitud condescendiente del niño hippie europeo que viaja a Venezuela o Brasil, se maravilla con lo «cálidas» que son las personas pobres y se regodea en prácticas y posiciones políticas que le serían inaceptables en su país.
    Me pregunto qué tan «bello» y «democrático» les parecería a esos hipster de EEUU o España, que su Presidente destituyera al alcalde de Nueva York o Madrid, porque le da la gana, porque perdió por los votos.
    Esa es la paradoja: salen a chillar y a gritar «¡dictadura!» cuando Bush pasa la ley de Homeland Security y viola la privacidad de los ciudadanos, pero acá les parece de lo más normal que exista algo como la lista de Tascón.
    Y sí, es contigo, Sean Penn. Como ya he dicho tantas veces, viejo: no nos ayudes tanto. Te quedaste azul en la cara de tanto gritar cuando Bush ganó gracias a la eliminación del conteo de votos en Florida, que lo hizo ganar con menos votos que Gore; pero acá, que el 52% de los votos te dé 48% de los puestos en la Asamblea te parece «normal».
    ¿Qué tiene de malo que aspiremos nosotros a tener una democracia representativa medianamente funcional, como la de ustedes? ¿Qué hemos hecho nosotros para no merecer que el candidato con más votos gane? ¿Para que nos nombren a dedo a Jacqueline Farías?
    En fin, podría seguir, pero ustedes entienden el punto.

  19. @xluis:

    «Ahi tenemos a pueblos del desierto que adoptaron el modo de vida occidental, su ciencia y tecnologia pero rechazan nuestos valores en pos de mantener los valores para pueblos nomades del desierto. El caso de Iran y en general los paises musulmanes son prueba de ello.»

    Esos estan a tiro, y es justo que señalemos en todo momento la inconsistencia de pretender usar de los productos de una aproximacion racional a la realidad objetiva cuando se trata de maquinas, pero no cuando se trata de los derechos de otras personas. Ellos en mayor grado que otros, porque de la misma deficiencia adolecen incluso los paises y pueblos «desarrollados» en mayor o menor grado. Y la razon por la que han llegado a ser los mas «desarrollados» es que nadie les ha ahorrado la burla.

    Y ahi Hunter el Aportador y Vinz tocan un topico relacionado y equivalente. DADO QUE EN VENEZUELA ESTAMOS ORGANIZANDONOS NO EN TRIBUS SINO QUE JUGAMOS A SER REPUBLICAS DESDE HACE UN RATO LARGO, debieran aplicarse los mismos criterios de juicio para las acciones de los gobiernos de cualquier Republica. Por supuesto no espero de los simpatizantes de nuestro particular fenomeno «revolucionario» ninguna consistencia que les permita aplaudir cuando un gobierno de signo contrario haga algo similar.

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