Gruen transfer es como se conoce al efecto intencionalmente desorientador que el layout de algunos centros comerciales produce en los consumidores a su llegada. Estos olvidan por un momento sus intenciones originales, desplazándose lentamente tratando de orientarse, inconscientemente mirando las vitrinas de las distintas tiendas en las cuales no tenían pensado hacer ninguna compra. Este fenómeno fué llamado en honor a Victor Gruen, el austríaco pionero en el diseño de centros comerciales.
The Gruen Transfer es también el nombre de un programa transmitido por la Australian Broadcasting Corporation (ABC) en su canal ABC1. El show se dedica a deconstruir los mensajes publicitarios, exponiendo los verdaderos objetivos de tales mensajes y explicando las distintas técnicas de manipulación usadas por los publicistas.
El anfitrión es el comediante Wil Anderson quien siempre ilustra los análisis de los expertos con su humor negro y sus comentarios sardónicos. Adicionalmente, el show cuenta con un panel conformado por directores creativos de distintas empresas publicitarias que discuten de manera franca y abierta sobre su trabajo y el de sus colegas. En dicho panel están fijos Todd Sampson (Leo Burnett) y Russel Howcroft (George Patterson Y & R). Junto a ellos, participan otros dos panelistas invitados que varían según el episodio.
El programa se estrenó en 2008, atrayendo 1.3 millones de televidentes, el debut más exitoso de la ABC en su historia. El show lleva 4 temporadas a las que se les añaden las variante dedicadas a temas más específicos. Para las elecciones federales de 2010 se enfocó en la propaganda política (Gruen Nation). Con Gruen Planet se le dió con un espectro más global (el episodio sobre el sector minero es particularmente interesante). A partir de esta semana, con Gruen Sweat se enfocan en el negocio con disfraz de evento deportivo que se conoce como los Juegos Olímpicos.
La estructura del programa puede cambiar, pero en líneas generales consta de una primera sección titulada Ad Crunch en la que presentan y discuten comerciales de un sector en específico. La discusión abarca desde los méritos y fallas de cada comercial hasta la explicación de técnicas y estrategias usadas por dicho sector. Luego sigue una sección llamada The Pitch, que consiste en una competencia entre dos agencias invitadas a las que se les encarga la elaboración de un comercial en el tratan de vender lo invendible, productos/servicios/mensajes sugeridos por el público en la página web. Los anuncios resultantes van desde comerciales ligeros que hacen el celibato atractivo y muestran las ventajas de la cirugía plástica para niños hasta spots más oscuros como los que proponen la eutanasia de toda persona de 80 años (#1 y #2) o algunos que levantan ronchas en países vecinos como promover una invasión a Nueva Zelanda.
El programa normalmente cierra con el análisis de alguna nueva técnica usada en publicidad, con sus pros y contras.
Los episodios son transmitidos cada Miércoles a las 8:30pm (horario Australiano) y son cargados en iview a las pocas horas. También pueden encontrarse algunos de ellos en Youtube
Gruen, only 5% fat
PD. Otra perla de la sección ‘The Pitch’, Support Child Labour…
Desconocía de la existencia de este programa pero estaré pendiente de verlo en los enlaces que traes, se escucha bastante interesante.
Interesante. Pero me parece que tiene algo de Pérez Pirela, por aquello de ver la conspiración capitalista detrás de todo.
El nivel de comprensión lectora que se está observando en algunos comentaristas de panfletonegro está comenzando a preocuparme.
La publicidad es de las vainas más aburridas (para mí), del mundo. La única forma de calarme ese programa es que me sienten, amarrado, con los ojos entre pinzas, a lo Naranja Mecánica…
Saludos
Para mi también, Vinz. Tanto la publicidad como el mercadeo. Durante mis estudios de MBA hice todo lo posible para mantenerme fuera de cualquier clase de marketing. En la única de la que no pude escapar me produjo deseos de agarrar un pica-hielos y enterrarlo repetidas veces en mi cabeza. Yo creo que no existe actividad humana con la misma obsesión por inventarse buzzwords pendejos cada minuto.
Sin embargo, este programa se me hace interesante, no sólo por el cinismo y la jodedera con la que asumen el mundo de la publicidad, sino porque toca lo que para mi el meollo de todos los asuntos importantes en nuestra sociedad. La gente habla de la era de la información, pero yo creo que en realidad estamos desde hace rato la era de la comunicación. Y la información que comunicamos es un elemento secundario. Nuestro éxito en convencer acerca de la validez de nuestras ideas dependen más de la forma como las comunicamos que de su contenido.
Nuestra propia vulnerabilidad psicológica y emocional, junto a las nuevas tecnologías, hacen a Goebbels más vigente que nunca. La gobernabilidad, el éxito de la mayoría de las organizaciones (con y sin fines de lucro) e incluso el éxito individual dependen en gran medida de la capacidad de transmitir un mensaje (cierto o falso) en forma convincente.
Este programa expone cómo nos manipulan fácilmente, no sólo las empresas y políticos, sino las iglesias, las ONGs y hasta los grupos con agendas extremistas. Todos, sin importar cuan justas o injustas sean sus causas, explotan las distintas vulnerabilidades para influir en nuestro comportamiento. Su misión no es la pajita aburrida escrita en la sección ‘about us’ de su website, en realidad es poner en práctica la vieja consigna de ‘todos los días nace un bolsa y el que lo agarre es suyo’.