El Exótico Hotel Marigold: Mutaciones Posmodernas

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En el libro Cultura Mainstream, Fréderic Martel analiza el impacto de la globalización sobre el desarrollo de los contenidos audiovisuales.
Según él, Bollywood parte a la conquista del mundo, mientras occidente busca derribar el muro del mercado Indio a través de caballos de Troya como Molino Rojo y Quiero ser como Beckham, producciones mixtas a camino entre el modelo del melodrama anglosajón y el paradigma de los musicales románticos elaborados en Mumbai.
Grosso modo, ello explica el estreno de El Exótico Hotel Marigold, protagonizado por estrellas británicas de la tercera edad, así como por talentos de la escena de Nueva Delhi. Por un lado, figuran colosos vivientes del Reino Unido de la talla de Maggie Smith, Tom Wilkinson y Judi Dench.
Por el otro, sobresale el carisma del joven Dev Patel, recordado por su impronta en el éxito de taquilla de Slumdog Millionaire, ganador del Óscar. Ergo, la propia academia le brindó legitimidad al incipiente fenómeno de masas. Por ende resulta lógica la elección de John Madden para hacerse cargo de la dirección de El Exótico Hotel Marigold. En 1998 obtuvo la estatuilla dorada por Shakespeare in Love, luego patinó con el fiasco de Captain Corelli’s Mandolin y posteriormente se recuperó gracias a La Deuda, exploración de la psicología de un grupo de agentes encubiertos del Mossad. Era inferior a la obra cumbre de Steven Spielberg Munich, pero le permitía redimirse como autor delante de la meca.
En sus trabajos descubrimos la escasa identidad de los realizadores contemporáneos, incapaces de superar a sus maestros. Siempre saldrán perdiendo en la comparación con Kubrick, Coppola y Scorsese. A lo mejor son la consecuencia de un período de crisis para la industria. Por razones obvias, toca equipararlos con los prototipos del cine del tercer milenio: Fincher, Nolan y Boyle, francotiradores de trayectoria desigual.
A veces aciertan en el blanco. Por lo general extravían la mira telescópica. El Exótico Hotel Marigold sería para John Madden un disparo al centro de su diana. Cumple con la misión de entretener, edificar y elevar la autoestima del público en un contexto de adversidad. Logra imprimirle un sello de humor negro a un guión de hierro, colmado de lugares comunes y personajes tópicos. Los ancianos encuentran en la esencia del paraíso Bric, la fuente de la juventud para su viejo continente. El norte es el sur y demás hierbas conocidas y relativas.
En paralelo, el tono de comedia elude los temas álgidos del subtexto político, para decantarse por una crítica generacional y social menos inquietante.
Introduce de contrabando una entrañable reflexión acerca del ocaso y la resurrección de un hombre solitario(gay). Homenaje a Muerte en Venecia. Alegato a favor de la tolerancia y contra la homofobia. Exorcismo del complejo de culpa de la corona inglesa frente a su antigua colonia.
El irónico desenlace aboga por la reconciliación con la alteridad, bajo la integración de las heroínas femeninas en el entorno del país extranjero.
A su manera, El Exótico Hotel Marigold apuesta por hallar la felicidad en la reivindicación de la diferencia. Lástima por el subrayado de tarjeta postal. Es la condición turística para emprender el viaje de ida y vuelta.
El costoso impuesto de la internacionalización.

*Publicado originalmente en la columna «La Ventana Indiscreta» de «El Nacional».

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