Nuestra gente

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Hace años, veía entre asombrada y divertida a “Laura en América”, con sus situaciones imposibles y esas dentaduras interesantes, jurando que todo debía ser mentira.

 

Ahora, tras más de 5 años en el hospital, hablando con personas reales, tangibles, frente a frente, esa diversión terminó. Hay tanta tristeza, pobreza, angustia, y situaciones que desde mi burbuja adolescente creía IMPOSIBLES, que ya me pregunto si la que está al margen soy yo, con privilegios y un nivel de educación distinto. La norma son mis pacientes? en este país, con esas condiciones de vida tan terribles, la normalidad es esa?

 

Me siento frustrada e impotente, cuando mi asombro me impide ser más empática y ayudar… mis herramientas son unos consejos o técnicas muy poco adaptadas a sus realidades, medicamentos que muchas veces no pueden costear y a veces lo mejor, son simplemente una sonrisa o mis oídos.

 

Pero cómo soluciono la falta de dinero, de educación, de empleo, abusos físicos y psicológicos, adicciones, la vida en esos refugios espantosos que son depósitos de personas más al estilo de corral que de “vivienda digna”, entre otras muchas desgracias? qué puedo hacer yo con todo esto, salvo reflexionar, hacer planes de educación y salud en mi país imaginario???

 

Por eso, siempre concluyo, estamos como estamos. Si un gran porcentaje de la población vive en estas situaciones increíbles, sin nadie a quien parezca importarle emprender la solución de fondo (que de paso tomara generaciones en cumplirse), entonces…. cuál es el futuro?

 

Este escrito luce muy pesimista, pero lo escribo desde mi realidad. Mi vida casi perfecta en medio de la cual me empeño en quejarme a diario, versus, problemas reales, tan complejos, que no se sabe ni por donde iniciar…

 

Si hay esperanzas en cuanto todos los diferentes abandonemos un poco nuestra comodidad e intentemos ayudar realmente a este grueso grupo de nuestra gente. Y hablo de ayudas reales, no misiones donde te regalan cosas y promueven tu estado de miseria y la concepción de que el gobierno te debe dar todo sin ningún esfuerzo. Somos diferentes. Si tenemos educación es porque la hemos luchado, si tenemos bienes, porque los hemos trabajado y todos nuestros logros son producto del esfuerzo. Eso es lo que deben aprender otros… lo que debemos ayudar con nuestra visión diferente de la vida, y brindar posibilidades con apoyo, creo que nada más…

 

2 Comentarios

  1. Parece dificil ya que cuando vemos los obstáculos estos se nos hacen inmensos.
    Y por eso caemos en la desesperanza.
    Pero las soluciones pueden ser muy sencillas. Veras. Es impulsarlos al logro. Una manera sncilla de crear esa cultura es darles beneficios dede que estan en primaria, pero para mantener esos beneficios hay que dar algo a cambio. Por o menos mantener cierto nivel de notas.
    Cuando estudie con una beca, me pedian que mantuviera un cierto nivel de rendimiento, si bajaba, me hacian una advertencia si volvia a fallar, me podian quitar la beca. Y eso fue un estimulo muy grande.
    Seria (parafraseando) darle el pescado y que te lo paguen con el rendimiento.
    Pero aqui caemos en otro problema ¿quien enseña a los educadores?
    Ojala alguien responda esa pregunta

  2. La frustración que se refleja en tu articulo es una que yo definitivamente comparto. En otros países las instituciones se articulan para buscar soluciones a estos problemas, no solo los partidos políticos. Me pregunto cuántos estudios antropológicos o sociológicos se han llevado a cabo en torno a nuestra miseria por parte de nuestra academia. Sera que departamentos de investigación en las universidades se han dedicado a estudiar este desafortunado fenómeno? Lo pregunto porque una vez llegaron a mis manos estudios sobre el empoderamiento de minorías en los Estados Unidos, un estudio que usaba como referencia los aportes de Paulo Freire. El estudio señalaba como gran problema el hecho de que a menudo a las clases más desposeídas se les ignora cuándo cuentan intentan contar sus historias, y en su lugar construimos una historia “oficial” que generalmente es una historia incompleta. A veces lo que sucede es que intentamos interpretar la realidad de estas clases desde nuestra experiencia, que como tú dices es totalmente diferente. Creo que a menudo se subestima la capacidad que tienen estas personas de entender el entorno, simplemente porque no lo expresan de la manera que nosotros consideramos valida. Existen códigos de comunicación propios del barrio, que sirven para entender el barrio, pero que desafortunadamente son marginados, porque entran en conflicto con el lenguaje oficial ( entiéndase como lenguaje oficial el de los medios, las instituciones policiales, políticas etc.) esta es una de las maneras en las cuales se reproduce la marginalidad. A otros países les ha tocado peor; en otros países, ( generalmente países industrializados, esta clases sociales hablan un idioma distinto a las clases dominantes). Los gitanos en Francia, los marroquíes en el sur de Europa, los Latinos en los Estados Unidos, los africanos en España etc.
    Pero aun me queda la pregunta, será que en Venezuela se hacen estos estudios, nada más necesario en un país con vocación socialista, que las universidades de manera multidisciplinaria se avoquen a descifrar este acertijo.

    Gracias!

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