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Más Pussy Riot, menos Desorden Público

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Hace unos meses (casi un año), tuvimos una polémica sabrosa en este sitio en torno al affaire Desorden Público: el mítico grupo de la capital dio un concierto, afirmó ciertas cosas y, cuando lo confrontaron con los hechos, respondió como buen coleado gozón en una fiesta, al día siguiente: disculpa, mami. Estaba borracho. Si te he visto, no te conozco.

 

El artículo de HectorPal afirmaba que todos los venezolanos éramos (o somos) como Horacio Blanco: una especie de estirpe sin ideología o convicciones, capaz solamente de arrimarse al tetero de petróleo de turno.

 

Sin embargo, lo que más me chocó en aquella ocasión fue la actitud perdonavidas de muchos comentarios, que alegaban que la «presión» sobre Horacio Blanco para retractarse era «increíble». Uno leía aquello y se imaginaba a Blanco parado en un rín afilado, como en la época de Pérez Jiménez, con las muchísimas a punto de recibir el mordisco amargo de la picana. Horacio Blanco, Víctor Jara venezolano, parecía ser la consigna.

 

En ese entonces dije (y aún mantengo) que entendía la presión, entendía lo desagradable y lo incómodo de la situación de Horacio. Pero de allí a venir a pintarme a Blanco en la última escena de La condición humana de André Malraux, aquella cuando los echan a todos en un caldero hirviendo, joder; no era exactamente lo mismo. Sobre todo en un continente que tiene una larga, larguísima, historia de excesos gubernamentales y militares.

 

Después empezamos a hablar sobre el rock nacional, su (falta de) convicción e ideas y sus cuestionables posturas acomodaticias.

 

No puedo entonces sino subrayar el vía crucis que se disponen a pasar las integrantes del grupo de punk ruso, Pussy Riot. Porque (1), parafraseando a Bersuit, si esto no es rock del puro y duro, qué es; y (2), señalar lo evidente: todavía quedan grupos con convicciones, que no se doblegan y defienden sus ideas, y lo hacen en países mucho más complicados y represivos que el nuestro. Video:





Acá, lo que hace falta, es más Pussy Riot, menos Desorden Público.

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