Hola querido cantor. Primero que nada, te extraña el pueblo valiente y moribundo que se ahoga en cada batalla electoral de los mismos lacayos del imperio que señalabas en tus cantos de vértigo.
En mi jardín y en mi casa se sigue tarareando tus versos de amor hacia el hombre intelectual, hacia su pueblo desarmado pero tenaz. En mi balcón todavía se oye »La patria es el hombre» y esos discos de acetato que son la sombra de tu ausencia y el disfraz de la perfecta melancolía. Por mis venas corren »El despertar de la historia» »Amor en tres tiempos» y »Tin Marín».
Querido Alí, siempre me imagino tu gran cabello paseando por la nueva Caracas, tan descomunal y transitada. Me imagino tú y tu cuatro paseando por la perdida y olvidada de Universidad Central de Venezuela que cada día pierde su vigencia de »La casa que vence la sombra».
Te imagino llorando por tu alma mater, por la inimaginable Mérida que caminaste. Te imagino cantando »Ahora que el petróleo es nuestro» en cada plaza Bolívar del país y que el gobierno y los medios de comunicación te vuelvan a censurar (como antes).
Este pueblo te extraña Alí. Este pueblo añora un »Casas de cartón» y los claveles que derrochabas al no callar la mentira y falacia del burgués.
Todos te extrañamos Alí por eso te dedicado un »Adios en dolor mayor»
Atte: Un joven con visión de verte en un futuro no muy lejano.