Lo de Amuay fue saboteo. O eso es lo que dicen. Todavía no hay nada oficial, pero lo que sí se dijo es que no era culpa de la empresa, mantenimiento, ni nada, y por debajo de cuerda, extraoficial la teoría del saboteo.
Como ya estamos cansados de escuchar que todo es saboteo, casi hasta la verruga del Presidente ha sido saboteo, entonces es normal la conspiración, porque se dice automático si eres Chavista, y también es casi automático rechazarlo si eres opositor. ¿Pero qué pasa si es verdad que fue saboteo? Bueno, lo principal para mi, es que un Gobierno que no es capaz de evitar los saboteos, el terrorismo chimbo y la delincuencia, organizada o no del país, debe irse por incompetente. Según los automáticos gobierneros, ha habido varios saboteos al año durante 14 años. Y mientras mas los cuentan, mas incompetentes se ven. Tal vez, demasiado incompetentes.
Y, claro, está la otra opción del contrasaboteo, que surgirá como pasó con la supuesta enfermedad del Presidente, de la cual nadie tiene un parte médico real, sino discursos y especulaciones, así que hay quien dice que hasta fue inventado. Si no hay información, todo se dice, todo se rumora. Con contrasaboteo me refiero a que hasta a mí, que trato de ir a hechos en cuanto puedo antes de hablar, se me ocurrió estúpidamente (de aquí en adelante todo es especulación e imbecilidades, advierto) que a lo mejor lo de Amuay fue preparado por el Gobierno para mover la tendencia de la campaña, tipo conspiración.
Esta teoría saldrá porque todos sabemos, sobre todo quienes vivimos en Venezuela, que la campaña de Chávez va en caída. No en picada, tan solo en caída, pero una caída suficiente pronunciada como para que de aquí al 7-O sea mortal. En el último mes todo le sale mal a Chávez, y ellos saben que seguirá mal, porque al tipo de cosas que se enfrentan a diario en su campaña son problemas reales, sin posibilidad de resolver, maquillar, o de convencer con capacidad de respuesta en tan corto tiempo. Ya no es suficiente dejar fuera a los periodistas, o publicar encuestas. No importa cuántos autobuses lleven, y cuanto aíslen al candidato de la gente real, local, ellos llegan y todo se sabe. Se caen los puentes, se matan en las prisiones, a donde el candidato va no hay luz, todo el mundo se queja, y cada vez que el candidato dice algo, a gritos se lo corrigen. Terrible.
Entonces, ¿Qué pasa si hay una tragedia sin responsable, como un desastre natural, un accidente, un estado de shock controlable? Muchos dicen que lo que ha sucedido es malísimo para el gobierno. Pero también es la oportunidad para que, bien montado, se arme un plan de emergencia que le muestre a la población, al menos puntualmente, que Chávez está al mando, y que él en persona, resuelve; te salva del Universo mismo si es necesario. La emoción del rescate, de la recuperación de una enfermedad. Y mas importante, que todo lo demás se olvide, al menos por un tiempo. Suficiente como para que la curva al menos se detenga, que sus seguidores no sigan saltando, que los indecisos dejen de pensar.
Chávez no respondió de inmediato a la emergencia, pero cuando llegó al sitio, lo hizo excelente, a nivel de medios, y se quedó. Todo ha sido tan perfecto, tan estudio de televisión, tan gira de candidato por los hospitales, que… ¿En qué cabeza cabe que alguien sea capaz de esto? Es imposible. Me retracto. Soy un imbécil, lo sé, pero alguien tenía de decirlo. Destruyan en los comentarios, creo que lo necesito. Serenity now!!!