Este video, de los activistas Carlos Graffe y Daniel Blanco, demuestra de manera contundente el estado de abandono de las «casas de cultivo» entre Aragua y Carabobo. Predeciblemente, los autores han levantado la ira de la camorra boliburocrática, quienes han ripostado con las bajezas y los insultos aburridos de siempre. La campaña de desprestigio, calcada del libreto, «nosotros somos paz y amor, los demás son los ultraviolentos», ya está en marcha.
Personalmente, soy de los que cree que seríamos un país mejor si videos como este fueran más frecuentes. No les parece pertinente la pregunta con la que cierran el trabajo audiovisual, «Presidente: ahora que entramos en MERCOSUR, ¿vamos a importar los tomates que supuestamente deberíamos estar produciendo nosotros? ¿Qué pasó con la soberanía alimentaria?».
Acá, el video completo (4 minutos 20 segundos).
(vía @juannagel)
Viví una molestia triple.
Iba manejando por esa autopista, y antes de entrar a la zona recordé los sembradíos que hubo alguna vez. Me dije: «Seguro después de que lo expropiaron, lo agarró la Misión Vuelvan Mierda y no quedó nada». Años de polarización han convertido el prejuicio en un quiste que no te puedes despegar.
Al pasar por el sitio me molesté conmigo. Vi esas grandes extensiones de malla ordenadita, con algo de monte por fuera, pero protectoras de un proyecto. La valla enorme me aclaró que se trataba de salvar al mundo y me dije: «Coge, pendejo. Ahí tienes la muestra de que aunque no sea rentable económicamente, la revolución sabe hacerse rentable con los votos. La cosa se ve bonita, se parece al mercal de Charallave donde aplicaron el mismo efecto invernadero para que los ojos externos vean obra. Trágate tus prejuicios y jódete al volante». Le di cocotazos a la vieja del Cafetal que vive en el quiste.
Luego aparece este video, en el que se demuestra que ni siquiera había un guachimán que evitara el descubrimiento: tenemos la fábrica de gamelote más cara del continente. No sólo tenemos un Amado Líder que es una fuente inagotable de paja, también podíamos sembrarla como el petróleo para producir más y exportarla al Mercosur. ¿A cuánto estará el kilo de forraje?
Al mercal de Charallave llegan los camiones de verdura. Punto. Lo que queda del vergel es una momia de Doña Ana, como un espantapájaros.
Hay algo extremadamente patológico en el laxismo dentro de las filas del PSUV. Todo se reviste de teorías de conspiración descabelladas e intuitivas, donde cualquier crítica, como la que se expone en el video, debe indudablemente responder a los intereses del otro bando.
Igual que la iglesia, ruborizada ante casos de pedofilia, los adalides corren a señalar «saboteos» y «desinformaciones» que no existen sino en sus cabezas.
En ese cuadro de polarización, donde la discusión y el diálogo se han hipotecado en aras de un «bien mayor» (la lucha final contra el capitalismo imperialista, etc.), la política deja de existir.
Esta constatación me deja bastante triste y preocupado, ya que todos sabemos cómo se solucionan los diferendos en nuestro continente.
Este tipo de noticias no llegan a causar la indignación que debieran, gracias a que son desvirtuadas como maniobras políticas del contrario. La tragedia de Amuai, la posible masacre de casi un centenar de ciudadanos venezolanos en la Amazonía, y me temo que hasta cosas peores, pueden ser absorbidas por este «buffer zone» que es producto de la polarización. Por otro lado, la saturación mediática de nuestros días, tiene un efecto paralizador, demasiadas imágenes, demasiado rápido, no da tiempo de asignar significado a los eventos, ni de actuar. El flujo de eventos que demandan atención ciudadana es tan grande, y nosotros estamos tan desarticulados, que la tarea de interpretar termina siendo una tarea individual a veces frustrante, es como nadar en melaza.
«la posible masacre de casi un centenar de ciudadanos venezolanos en la Amazonía»
Me parece que esto ya se desmintió, ¿No?
Ciudadana
Sí, es obvio que no estamos ante un rapport normal de relaciones lingüístico-políticas. El discurso basado en «la guerra» y la «destrucción» del oponente no son aptos para que la gente reflexione y saque conclusiones.
De hecho, es bastante ilustrativo que en los Estados Unidos, el ala reaccionaria del partido Conservador quiera sacar a Obama como sea, sin importar que se apele a mentiras, bajezas e insultos.
Es, mutatis mutandis, la misma postura: si gana Obama, estamos perdidos, nuestra gran nación dejará de existir / si pierde Chávez, estamos a merced del Imperio, caos, destrucción, etc.
Se ha perdido todo anclaje retórico. En países «normales», los miembros del partido hubiesen ya pedido la renuncia del Presidente de PDVSA por Amuay, por ejemplo, no porque sean «antipatrióticos», sino porque entienden que sus lealtades son con «La República», no «El partido».
En Venezuela, toda lealtad es con «El Presidente». Si un día se levanta como Nerón y planea quemar toda Caracas a lo Boves, lo seguirán, sin ningún espíritu crítico, porque no hay ninguna lealtad hacia un proyecto o idea, sino hacia una persona.
Saludos
“la posible masacre de casi un centenar de ciudadanos venezolanos en la Amazonía”
«Oficialmente se desmintió, pero ya sabes cómo han sido las aseveraciones «oficiales», aunque según otras versiones sí hubo tal masacre.
«Venezuela, o el Yanomami de Schröedinger»:
El único país donde los indígenas están muertos y vivos al mismo tiempo.
Qué cuántico todo.
Todavía no hay nada claro:
http://www.derechos.org.ve/2012/09/03/voceros-oficiales-descartan-masacre-yanomami-y-ong-continuan-denunciando-los-hechos/
‘No obstante, un reporte de Richard Ortega de Radio Fe y Alegría señala que la comisión de investigación designada por el Ministerio Público la semana pasada no ha podido llegar a la comunidad Irotatheri. “Es impresionante como los medios locales amanecen hoy con la noticia que daba la Ministra para los Pueblos Indígenas diciendo que es totalmente falsa la denuncia aún cuando no se han obtenido resultados que haya dado esta comisión de investigación designada por el Ministerio Público”, señaló.
Ortega enfatizó que “nos hemos podido comunicar por radio con los propios yanomamis y nos han dicho “no se ha llegado a Irotatheri, la Ministra ha dicho una información que es falsa”. (con información de Radio Fe y Alegría)
La Fundación Nacional del Indio (Funai), órgano del Gobierno brasileño que establece y desarrolla las políticas relacionadas con los pueblos indígenas, también se encuentra investigando los hechos. De acuerdo a la Funai, los indígenas que encontraron los cuerpos carbonizados de las presuntas víctimas de la masacre sólo pudieron informar de la acción mucho después de que se cometió, debido a que los yanomamis viven en una región aislada y los testigos tuvieron que caminar varios días hasta llegar a la localidad más cercana.
La Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonia destaca que “hasta 80 indígenas pudieron haber sido asesinados por mineros luego de los informes de tres sobrevivientes indígenas.
Según datos del Instituto Socioambiental (ISA), los indígenas (sobrevivientes) llegaron heridos a la aldea Onkiola. Pueblo que se encuentra en la región de Auaris en el extremo noroeste de Roraima, a 450 km de distancia de la capital, Boa Vista. También señala que “los mineros habían utilizado armas de fuego y explosivos contra el pueblo, de acuerdo a los testimonios de sobrevivientes a ONG”. (con información de Global, diario de Brasil)
El coordinador regional de la Funai en Boa Vista, John Catalano, dijo que la tierra indígena Yanomami en Venezuela es invadida por unos 7.000 mineros, la mayoría de los brasileños. Según Catalano, las ONG brasileñas han recibido un comunicado de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Amazonia, Venezuela, declarando que los mineros brasileños rodearon la casa de indios colectivo y dispararon contra ellos. El número de muertos es incierto. ”Es una zona de muy difícil acceso, que no tiene control de la policía por parte de Venezuela. Para explicar los hechos se tiene que hablar con los sobrevivientes para confirmar las muertes”, indicó. (con información de Folha de S.Paulo)’
Gracias por el vínculo, W.