Un Kino de 12 y las Torres Gemelas

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Así viví el 9/11

Ayer se cumplieron 11 años del atentado terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York y justamente pensaba que yo ceo que cada persona, por lo menos mayor de 20 años recuerda exactamente lo que hizo ese día. Motivado por mi amiga Paola que me recomendó llevar esta historia líneas de texto acá les dejo el cuento de lo que me pasó ese día. No es nada del otro mundo, pero quizá yo tuve mi 11 de septiembre particular.

Yo aún estudiaba en la universidad. Estaba como en el cuarto semestre creo. Yo normalmente me trasladaba desde Cabimas a Maracaibo, donde queda la UNICA (mi casa de estudios). Me iba en bus o quizá en una cola que conseguía de chiripa. Pero ese día ni cargaba ni medio para viajar y tenía una clase importante. Mi padre que era el sustento familiar estaba a 4 días del cobro, por eso también andaba en el ladre.

Le explico que tengo una clase importante y decide entonces darme un Kino (si, un billete de lotería) el cual estaba premiado con 12 aciertos. Me dijo: “Cámbialo en alguna agencia de lotería”. Yo tomo el billete y me lanzo para Maracaibo en el carro de un compañero de trabajo de el, en la antigua Pdvsa (la que servía).

Llego al puente de Socorro donde regularmente me bajaba para tomar el bus hacia la universidad, y emprendo la búsqueda de la agencia de lotería. En la esquina había una pero estaba cerrada. Entonces arranco por toda la avenida de Cañada Honda en dirección hacia el centro (vía contraria a la universidad, lo hubiese hecho al revés).

Ya eran como las 8 de la mañana, ningún avión se había estrellado en los edificios. Sigo la ruta con ese solazo mañanero maracucho y no conseguía una bendita agencia. Doy y doy fin cuando caigo en cuenta ya estoy en el centro de Maracaibo. Si hubiese agarrado la ruta contraria ya estuviese en la universidad, pero bueno como iba de esquina a esquina pensando que había una agencia llegué hasta el terminal de pasajeros donde finalmente logré cambiar el billete. Un viejito como de 98 años, vendedor ambulante me dio 4 mil bolívares de los viejos. Con esto podría desayunar y pagar mi pasaje al menos dos días.

Finalmente tomo la buseta para la universidad y llego a eso de las 10. A esta hora el World Trade Center ya no existía, y yo ni sabía, ni cuenta me daba del caos mundial. Me consigo en el pasillo a mi futuro compadre José me dice que el profesor no venía (fuck) y que una avioneta se había estrellado en las Torres Gemelas (doble fuck). Yo le dije que si estaba loco, que era mentira, ¿cómo se iba a estrellar un avión allí, no las iban a ver? Me dijo chamo enserio se estrelló una avioneta, cuando salí de la casa vi la noticia por la televisión.

Bueno total le creí y empezamos a cuadrar un trabajo que debíamos entregar esa semana, mientras mentalmente le sacaba la madre al profesor por no asistir. Por razones de la vida, como tendríamos el resto de la mañana libre y la próxima clase era a las 5 de la tarde, decidimos viajar a Cabimas para hacer unas entrevistas a funcionarios públicos. En el camino nadie comentaba, nadie decía nada de las torres, parece mentira, ya había muchos celulares e internet, pero nadie comentaba nada del incidente. Una noticia como esa en esta época corriera como un brollo en barrio a través de los nuevos celulares inteligentes. Claro obviamente esa gente no habían visto la televisión o escuchado la radio, igual yo decía que se estrelle una avioneta en el World Trade Center no debe ser tan grave, quizá sólo se mató el piloto.

Total que yo venía más preocupado por mi trabajo en la universidad que por la paz mundial y llego a mi casa con José para almorzar. Al entrar encuentro a mi mamá pegada a la pared, con los pelos parados, con los ojos salidos de la impresión y me dice: Mijo mijo, ¿supiste lo de las torres? Yo le digo: Si mamá se estrelló una avioneta. Contesta: Ay mijo ayyy el mundo se va a acabar, vamos a entrar en la tercera guerra mundial, se acaban de caer las torres mi lindo!!!!

Yo quedo atónito y subo al cuarto con José y hallo a mi hermano hundido en el colchón: Marico se cayeron las torres gemelas vergación, chamo ve esa vaina!!!! Y repetían el momento cuando los aviones chocaban con las torres y luego cuando se desplomaban. La locura, acabose mundo, todo esto pasaba mientras yo trataba de cambiar un billete de lotería y caminaba medio Maracaibo para poder desayunar y tener para el pasaje.

Al final hice las entrevistas y la chama (que trabajaba en Cantv) no nos creía que se habían caído las gemelas. Ayyy ustedes si inventan, nos dijo. Luego me devolví a la universidad (si, viajé dos veces ese día a Maracaibo de pasajero y me devolví también) todo lo que se hablaba en las clases a partir de ese día tenían relación con el atentado de Bin Laden.
Cada quien vivió su 11 de septiembre, el mío fue muy particular ¿y el tuyo?

6 Comentarios

  1. Tu regabas las matas y en Nueva York llovían artículos de oficina por los aires. Gracias por tu comentario, que bueno te haya gustado el relato.

  2. Para ese entonces recién me había mudado unas cuantas cuadras hacia el oeste, así que mis cosas aun estaban empaquetadas en cajas. Era un martes y me había levantado tarde pues había decidido no ir a trabajar. Estaba tendiendo la cama mientras en la tele se pasaban un reality show. Escuche un ruido estruendoso, me detuve por unos segundos luego seguí arreglando la cama, pero lo que me llamo la atención fue la cola de mi gato que se movía frenéticamente tras la cortina. Fue a la ventana a ver que estaba causando tal reacción en el felino. El día estaba claro, y se ya mostraban los tonos de luz otoñales, cuando mire a lo alto pude ver lo que parecían papeles, miles y miles de hojas volando a lo alto. Se me ocurrió que la planta de electricidad a la orilla del East River había explotado, pues se escuchaban sirenas a lo lejos. Regrese a arreglar el cuarto pero aun tenía mi atención puesta en lo que había visto, además de que el gato continuaba sentado en la ventana. Apague el televisor, y poco después escuche lo que parecía una explosión, muy fuerte, pero seca. Esta vez el ruido fue tan fuerte que salí a la calle, y le pregunte a la primera persona que encontré en la calle, una señora que caminaba apurada por la acera del frente, “ había escuchado las explosiones?”, y ella dijo que si, y luego agrego “ OH dios, un avión chocó contra el World Trade Center!”, y siguió su camino. A tres cuadras de la casa había un parque donde solía ir a correr, Fort Green Park, y en el parque había una loma desde la cual se podían ver las dos torres, inmediatamente corrí hacia allá, y mientras me acercaba a la cima de la loma, podía ver en la cima a un hombre alto, quien se hacía sombra con un periódico para poder ver a la distancia, el pobre hombre estaba inmóvil, con la boca abierta. Segundos después pude ver lo que el hombre veía, un espectáculo difícil de describir, se me vienen a la mente las jirafas en llamas que tantas veces vi en las pinturas de Dalí, y es que esto era ciertamente surreal. El azul intenso del cielo de fondo, las dos torres abrazadas por dos collares de fuego; el viento soplaba fuerte esa mañana, lo cual hacia a las llamas sacudirse con furia, como una bufanda de plumas gigantes. Me quede ahí por varios minutos que se pasaron volando, recuerdo mi boca seca y que las extremidades me comenzaban a temblar. Cuando decidí dejar de mirar, habíamos en la loma por lo menos un centenar, todos en silencio, con poco, o nada que decir ante aquella visión. Aviones de guerra comenzaban a barrer el cielo, así que decidí que era momento de regresar a mi casa, aunque no sabía exactamente para que.

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