Esto es un ‘Spoiler‘ para los que no han visto la película.
El ‘comandantepresidente’ quiere ser como Christof y mantener a los venezolanos en su particular Seaheaven. Los intentos de salir de este ‘peor es nada’ en que se han convertido estos 14 años, han sido infructuosos, igual que los intentos de Truman de viajar a Fiji. Al de la película se le amenaza con el miedo a lo desconocido asi como a los venezolanos se les atemoriza con una guerra civil. Una gran parte de actores que reciben de manera directa o indirecta beneficios de nuestro productor- director, quien de la misma forma dirige sin contacto directo, quiere que los ‘Trumans’ criollos sigamos sin aspiraciones de algo mejor mientras le hacemos propaganda y financiamos las fracasadas y quebradas izquierdas de continente. La analogía es tal que hasta regresa el ‘padre’- en las figuras de Ojeda y De Lima con sus ‘mea culpa’ – como para que este joven sienta que está en el lugar correcto.
Y la recta final no puede parecerse mas al climax de la película: superando los miedos inducidos a propósito y ante la expectativa de continuar en una nefasta rutina Truman decide cambiar, por lo que a veces se le trata de ablandar con cursilerías sentimentalistas, otras se le intimida con violencia y al final se le advierte que no encontrará un jardín de rosas si se va. A nuestro ‘corazón’ le digo que todos sabemos que lo que viene no es fácil, igual que no fué fácil para Truman, pero ya cansan los cielos de cartón, asi como los apagones. Lo mismo que al personaje, la salida que se muestra en Venezuela es un pasillo oscuro que indica lo incierto, pero tan seria es la desilusión con esta farsa llamada ‘revolución’ como la de nuestro héroe con un mundo donde se le hace creer es la estrella – llámese pueblo – pero que solo se aprovecha de su condición de ignorancia y excusa sus excesos cuando provee y cumple con el mínimo de los deberes que se deben tener hacia un ‘prisionero.’
De verdad espero que podamos decirle a Chavtof ‘ Por si no vuelvo a verte, buenos días, buenas tardes, buenas noches y adiós.’ Es hora de que cambiemos de canal, aunque queden, inevitablemente, los que como en el film no sepan que sintonizar en el futuro.