En el episodio de hoy: «Electofrenia» de Julio Neri.
Fue un documental demoledor sobre la campaña política de 1978. Aunque usted no lo crea, permanece vigente. De hecho, pareciera filmado en el 2012. Se repiten las consignas, las imágenes demagógicas, las promesas huecas, los mismos conflictos binarios, hasta con protagonistas similares. Es muy divertido y aleccionador.
La gran diferencia estriba en la fuerza y el compromiso de nuestros creadores. Ya no existen directores como Julio Neri, con el perdón de las generaciones de relevo. Es la cruel verdad. Por ello, su trabajo nos juzga en presente.
La rodaron en Súper 8 con escasos recursos. Es decir, con el 1 por ciento del presupuesto de «Días de Poder».
De forma congruente, «Electofrenia» retrató la debacle de nuestra clase política, sin redención. La conclusión es desoladora.
Después del teatro del absurdo de las elecciones, nos queda un país fragmentado y herido por la polución de la propaganda. Contaminado por la plaga de la publicidad caudillesca y partidista.
Ahora ella se propaga como enfermedad viral por las redes sociales. Nosotros somos agentes del contagio. ¿Pronto la versión 2.0? Ni en sueños. La Villa anda dormida, como el presidente. También el CNAC.
Esta historia continuará. Es como una telenovela de terror. Me encanta formar parte de su elenco de espanto y brinco.