He votado solamente en dos elecciones presidenciales, las del 2000 por Arias Cárdenas y en las del 2006 por Rosales, en ambas oportunidades en mi decisión pesó más votar contra Chávez que a favor de los candidatos antes nombrados. Sin embargo en esta ocasión será al revés, voy a apoyar a un candidato con el que me siento identificado y que creo representa la mejor opción para el país, votar en contra de Chávez es para mí una ñapa.
Tenía pensado hacer una lista de razones para votar por Capriles pero en realidad hay una sola razón de la cual derivan otras: Si Capriles gana se tiene que sentar a negociar con el chavismo para poder gobernar. Muchos de los indecisos tienen el temor que si Capriles gana se desate una cacería de brujas contra los chavistas y se apliquen las mismas medidas de exclusión a las que nos tiene acostumbrados el gobierno de Chávez. El problema está en que hacerlo así sería prácticamente imposible para HCR en la Venezuela actual.
Chávez no es poderoso porque sea presidente, es poderoso porque se ha valido de su capital político para hacerse con el control del poder legislativo, judicial, moral y electoral así como con el control de las Fuerzas Armadas, además cuenta con el apoyo irrestricto de grupos armados como «La Piedrita» y los herederos de Lina Ron, por si fuera poco tiene a una mitad del país que lo defiende a capa y espada.
De ganar, Capriles tendría que enfrentarse a eso con el poder que le da su mitad del país, imposible entonces que pueda llegar sintiéndose omnipotente e ignorar a un sector con tanto poder y dinero del país, al mismo tiempo el chavismo, a menos que definitivamente se alcen en armas, tampoco tiene para ponerse bruto e impedir que Capriles tenga un mínimo de gobernabilidad. Con esto no quiere decir que si gana va a ser un camino de rosas y que el chavismo lo va a dejar gobernar a sus anchas, pero algún consenso tendrán que llegar, más si el gobierno actual se encargó de matar la opción del revocatorio a la primera oportunidad, por tanto, sólo les quedaría la opción del golpe, bien vía el ejército, bien vía los poderes constituidos al estilo Paraguay.
Recapitulando, Capriles no tiene: apoyo en la Asamblea, en el TSJ, en el Ejército, en la Fiscalía ni en el CNE, tampoco tiene el apoyo de la mitad del país y la mitad que vota por él es bastante volátil, por si fuera poco, tampoco tiene armas. Entonces, ¿qué tiene Capriles? en una palabra, experiencia. HCR ha ocupado cargos de elección popular desde el mismo tiempo que Chávez, teniendo que negociar con el gobierno central en todo momento y sabiendo moverse en aguas adversas. Además, HCR cuando ha sido convocado se ha reunido con el presidente para tratar los problemas de su región.
En cambio, el presidente, de ganar no tiene razón alguna para cambiar de actitud, lo tomará como una validación más a su proyecto personalista y se sentirá en el derecho de seguir ninguneando a la mitad del país que no vote por él. Por eso no me parece poca cosa que Capriles llegue obligado a buscar consenso con el chavismo, algo que ha faltado en estos 14 años. Es una oportunidad de equilibrar realmente las fuerzas del país y tratar de salir adelante entre todos. Quizá peco de optimista pero a este malo conocido ya lo conocemos demasiado bien como para preferir al bueno por conocer.