En vísperas de elecciones les dejo este pequeño, digamos estudio que se muestra al final (Para reflexionar un poco mucho) En realidad es bien sencillo creo yo. Se trata de los presidentes y dictadores en Venezuela desde el 1° hasta hoy.
En esta tabla observaremos que desde nuestra independencia, un poco más de 200 años. Los militares han gobernado el país unos 139 años aproximadamente, frente a unos 64 años de mando en manos de civiles (En su mayoría abogados).
En dichos periodos de presidentes y/o dictadores militares encontré además que son donde más revoluciones, constituyentes y repetición del cargo se han dado en toda la historia. Hasta el mismo Simón Bolívar ostento el poder por un periodo relativamente largo.
Mucho oímos de la dura y emblemática dictadura de Gómez, quien asciende al poder por medio de un golpe militar, ante la revolución liberal restauradora dirigida por Cipriano Castro, otro Militar. Pero realmente el mal llamado ilustre americano: Antonio Guzmán Blanco (Con su revolución de Abril) y a quien yo comparo con Hugo Chávez por distintísimas razones. Y el mismo Joaquín Crespo (Con su revolución Legalista) Estos me dejan atónito por sus sed de poder y permanencia en el mando sobre Venezuela.
Por su parte el catire no se queda atrás. José Antonio Paéz interrumpe un corto periodo de mandatarios civiles, vuelve a ser presidente después de haberlo sido, unos 31 años atrás. Al finalizar su último gobierno en 1863, vinieron 25 años más, de consecutivo poder en manos de distintos uniformados.
En nuestra historia más reciente. Marcos Pérez Jiménez en términos de duración, era un niño de pecho. Su dictadura duro cinco años y unos meses. Contando su golpe militar y su elección por asamblea constituyente. Ahora bien, tras su derrocamiento, para variar una junta militar se encarga y llama a civiles (Abogados) para que arreglen el berenjenal que ellos (Los militares) estaban ya acostumbrados a dejarnos.
Lo que conocemos como la mal vista IV republica, encontramos en este tiempo un chueco intento de alternabilidad seudodemocrática (Digo seudo por el bipartidismo) Que bueno como ya todos sabemos fue interrumpida por un golpe militar. Pese a la cantidad de piltrafas que tuvimos como presidentes, de los tantos borrachos y corruptos que se crearon en cargos públicos. En Venezuela se había logrado un periodo relativamente largo de austeridad democrática, como nunca se había visto ni recordado. Siendo incluso la democracia más larga del continente suramericano.
Chávez insiste en su discurso que no volverán (Los civiles) pero volverán en mi inadecuado pronostico. Volverán a gobernar Venezuela civiles por un tiempo, hasta que llegue de nuevo un militar mal empatado y zas! Se cree de sí mismo, la vigésima quinta rencarnación de Bolívar. Porque la lucha en el país por “la silla” o “el coroto” no tiene nada que ver con ideologías políticas. Ni conservadores contra liberales, o demócratas contra comunistas. Ese es el biberón para los mocosos. El asunto es el empeño de los militares en gobernar esta nación. Como escribiese Juan Montalvo. La Nueva Granada (Colombia) a un colegio, Venezuela a un cuartel, y el Ecuador a un convento.
La gente suele decir en la calle, que ahora los militares tienen mucho poder y dinero, cuando me pregunto ¿Es que no lo han tenido siempre? Encuartelados en tiempos de seudodemocracia o sueltos en la calle como perros hambrientos en tiempos de revolución; nunca jamás los militares han pasado el trago amargo de ser un ciudadano Venezolano común y de a pie. Porque la nación no sólo los viste, los alimenta y les da techo. Les da prioridad y poder por encima del individuo civil.
Sí Bolívar no fuese pintado como un Cristo (para el beneficio de cada clase al poder). No estaríamos buscando detrás de cada elegante uniforme uno que se rasgue las vestiduras de vez en cuando. Porque hasta en la campaña de Capriles nos rellenaron el plato de la cena con aquella mierda de que es bisnieto de Bolívar.
Bolívar el sufrido, el abnegado. Bolívar el que su vida lleno de pérdidas personales para que nosotros sus hijos libertados ganásemos todo en él. Bolívar el carpintero de ideas emancipadoras, sobre su supuesto caballo blanco. El que incluso venció a Goliat. El diestro Bolívar de pluma y espada. Bolívar el que traicionaron y crucificaron. Bolívar el resucitado. Bolívar la prostituta del político de turno, del militar de turno. Bolívar la luz y la mayor sobra sobre la tierra que compró con la sangre de los esclavos. De nosotros los esclavos de su suerte, de su suerte de nación militarmente dominada por mucho más tiempo del que recordamos, en nuestra corta memoria.