El año pasado Fito Páez usó esa expresión para referirse a la mitad de Buenos Aires y lo decía desde la rabia, pero también desde la indignación de quién descubre algo en sí mismo y en los demás que es incompatible con su manera de ver el mundo. Es horrible descubrir algo así de la gente que son tus vecinos, tus compañeros de escuela y con los que te tomas una cerveza.
Quizás asco sea una palabra muy fuerte pero es que ya estoy cansado de tratar a los chavistas con guantes de seda, me he dado cuenta que esas consideraciones al final no es más que una arrogante condescendencia. Chávez le dio a sus bases algo que no se les había dado antes; una voz y formas de participar. Lamentablemente, no lo supieron o no quisieron aprovechar la situación y se conformaron con lo que se les ofreció, sin exigir nada más a su líder. Pero en ningún momento esto quiere decir que es gente bruta, ignorante, inculta y un largo etcétera de insultos dirigidos a anularlos.
Por andar en esas es que nunca hemos entendido al chavismo como movimiento y la identidad que creó a su alrededor. Como esta vez Chávez ha sido claro y sincero como pocas veces lo ha sido en campaña, en un discurso revelador hace unas semanas, afirmó que no importaban ni los hospitales ni las escuelas ni la inseguridad ni nada de eso, lo que importaba era Chávez y los casi 8 MM de votos que sacó, demuestran que es verdad para ese grupo.
Y sí, los chavistas votan por sus conquistas sociales, aunque al final sean más individuales que sociales pero ese es otro tema, por sus misiones y sus mercales pero también votan por el discurso violento, votan por excluir a los que según ellos los excluyeron, votan por el lenguaje militar, votan por la mirada complaciente del gobierno en el tema de la inseguridad.
Si Chávez no nombra el tema de la reconciliación es simplemente porque sabe que a sus votantes ese tema los trae sin cuidado, al igual que el de las expropiaciones, las cuáles solamente rechazan si se les expropia a ellos pero de resto hasta las disfrutan como los vemos en cadena nacional.
Al final esos chavistas que uno ve en las cadenas gritando extasiados y emocionados cuando Chávez se lanza alguna expropiación, esos son chavistas reales, existen y son casi 8 MM de personas. Yo todavía no entiendo por qué no han sacado el eslogan: Yo vine porque quise y además me pagaron. Contra esa mentalidad es jodido ganar porque el egoísmo es muy grande, a mí me parece evidente que la gente que vota a Chávez, por una lado vota por conservar lo que recibe de la revolución (dinero, comida, amor) y por otro esperando a que la varita mágica de Chávez se pose sobre ellos y como si del kino se tratara les otorgue eso que necesitan (una casa, una operación, amor).
Entonces, ¿cómo no sentirme desilusionado con ese sector de la sociedad que dice luchar por la patria, pero la patria son ellos solos? Ellos dirán que a Chávez lo engañan pero en verdad dudo que sean capaces de creer semejante tontería. Y la verdad es que sencillamente no les importa, pero no les importa porque tienen otras prioridades individuales a las que atender para cubrir sus necesidades básicas. ¿La inseguridad? La inseguridad empezó en el barrio y no fue problema hasta que llegó a las urbanizaciones, ¿Escasez? En los pueblos del interior siempre ha habido escasez, ¿Hospitales? Nunca han servido pero ahora pueden ir a las clínicas con los seguros privados, ¿Agua? Ni siquiera en Caracas ha sido constante el suministro de agua desde que tengo uso de razón, ¿Luz? 30% de los venezolanos se la roba.
Hasta 2006 uno podía decir que los chavistas estaban engañados, pero hoy en día ya no, ya han visto cuál es el precio a pagar por resolver sus problemas y si los demás nos tenemos que joder pues que se vayan . Se sienten con el derecho a excluir como se les excluyó a ellos durante años, ni siquiera ven la necesidad de incluir al país que les adversa. Hasta cierto punto estimo que disfrutan viendo a la oposición retorcerse.
Al llegar a esta conclusión me doy cuenta que ya estoy cansado de que se trate al chavista como un zombi sin capacidad de decisión, tienen la opción de enfrentar los problemas del país que van más alla de su cotidianidad y aterrizar la fulana revolución, exigir menos paz planetaria y más paz en sus cerros pero prefieren mantener su acuerdo tácito con Chávez de resolver como puedan sus problemas individuales, quedarse con sus prebendas que quieren pasar por conquistas.
Siendo así, no puedo yo sentir otra cosa que no sea decepción y tristeza porque no tengo absolutamente nada en común con su visión de la vida ni mucho menos del país, por eso me fui. Y hoy después de ver las noticias de la gente protestando en Plaza Francia como en 2000-2004 me doy cuenta que hay un sector de la oposición que sigue excluyendo a los chavistas, al punto de creer que no existen a pesar de haber votado en masa para hacerse oír.
Dos visiones tan opuestas de país no pueden convivir sin diálogo y sin respeto. Está claro que las dos mitades del país se tienen asco entre sí. No hay mucho que hacer excepto buscar el consenso que se ha buscado en otros países con situaciones tan polarizadas o incluso más que la nuestra. Algún punto de encuentro debemos tener si queremos salir adelante.
