Lo sublime real. El principio según el cual la realidad existe y puede ser percivida. Parte del genio de Nietzsche fue recordarnos de la primera razón de ser de religiones y todas las imaginaciones extra-reales: el ser humano ha alcazado tales niveles de debilidad que ha tenido que mojonearse (Nietzsche lo explicó mejor que yo). Pero, ¿cual es el mecanismo de tal mojoneamiento?
Piensa alguna vez que hayas oído una canción que odiaste pero, al re-escucharla, por alguna razón, hiciste el click y te diste cuenta de lo buena que era. Invariablemente, la segunda vez la escuchaste sin saber cual era el grupo o ningún otro tipo de información. Te llegó el feeling. Entonces, ¿cual fue la imagen que te habías formado la primera vez? ¿Era una imagen de qué?
Yo lo llamo fetichismo. Nunca he leído más que algunas páginas de Marx, pero me suena. La idea es que el ser humano está bombardeado con información, cada pedazo con su propio peso instintivo-emocional. Es tanto, de hecho, que el cerebro es incapaz (sin la ayuda de psicotrópicos y estupefacientes) de aceptar la vibra real de algunos momentos y genera entonces, como is estuviera soñando, su propio set de elementos «reales.» La utilización y sofisticación de estos elementos no necesariamente falsos, pero distorcionados, es lo que llamo fetichismo.