Panfleto vive de la crítica. Pero le cuesta ejercerla hacia adentro. Es uno de sus graves defectos. Pocos artículos se dedican al cuestionamiento de la plataforma. Hoy tengo ánimo de hacerlo para equilibrar la balanza. Dejemos en paz a los demonios de la política, la cultura y la existencia. Es hora de declararle la guerra a las taras y pesadillas de la página, tan proclive a la autoindulgencia. Hablemos de la parada de los monstruos del sitio, a propósito de Hallowen. Fecha perfecta para quitarnos el sueño.
Vampiros
Panfletonegro es una página de chupasangres. Vivimos de pegar mordiscos, atacar por la espalda y clavarnos estacas de madera, cuando nos responden. Últimamente, hay cantidad de poetas, intelectuales y literatos cursis en la casa. Despreciables, ridículos y prescindibles. Plagiadores de la peor especie. No vale la pena ni citarlos por nombre y apellido. Ustedes los conocen. Abominables hombres de las nieves. Son especialistas en comentar cualquier cosa, con la disposición de hincarle los colmillos a la actualidad, para nutrir el ego. Se sienten particularmente especiales porque los citan, los nombran y los comentan en los foros. Por favor. Les anuncio un spoiler. La mayoría morirá en el olvido, como el protagonista de “Crepúsculo”. Sepultados en un charco de banalidad y esnobismo.
Fantasmas
Panfletonegro debería ser declarado un cementerio, una funeraria, un velorio, desde el color negro hasta la personalidad espectral de sus integrantes, quienes practican el boxeo de sombras, bajo sus velos y sabanas de chicos malos, incomprendidos, políticamente incorrectos, celebrando fiestas y reuniones de terror. La conmemoración del aniversario pasado fue espantosa. Nos reunimos los escritores fantasmas a leer delante de un público fantasma. Aparecimos y desaparecimos en Discovery. El esfuerzo se diluyó y perdimos tiempo. No volvamos a caer en la trampa. Lo mejor radicó en el fondo del texto de John Manuel Silva, al anticiparse al réquiem de nuestro aposento. Anótenlo. Para el 2021, somos una página zombie, luego absorbida por el chavismo y vendida como LucasFilm. El futuro es el lado oscuro de la fuerza.
Lincántropos, Brujas, Trolles, Esqueletos y Momias
Los lobos cambian con la luna. Los escritores de panfleto mudan de piel a cada rato, y de paso, le encienden velas al CNE. Varios creen en la bruja de Tibisay Lucena. De repente, aterriza un Troll rojo rojito y enciende la fiesta. Necio él y los demás por seguirle el juego. Forrado en vendas de Farmatodo, el colaborador gratuito de la página, pues luce condenado a fenecer por huelga de hambre. Nadie le pagará un centavo o le retribuirá por su trabajo. Acabará como Franklin Britto, convertido en un saco de huesos. Es la cruda verdad de las redes sociales. Se mantienen por nuestra esclavitud, explotación y servidumbre voluntaria, gracias a nuestra necesidad de atención, afecto y reconocimiento. Arqueológica y técnicamente somos un colectivo en vías de extinción. Paz a nuestros restos.