Cómo ser egocéntrico en 5 pasos fáciles

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¿Por qué se pierde en discusiones o debates? ¿Por qué no se es lo suficientemente reconocido o aceptado? Por una sencilla razón: no se tiene suficiente egocentrismo. Ser humilde, en estos días, es muy mal visto, más en sociedades como la nuestra en donde se avala, aplaude y hasta idolatra a los “sobraos”. Por tanto, para tener éxito en un mundo competitivo, en donde es necesario sobresalir a toda costa para ser tomado en cuenta, es condición indispensable ser egocéntrico. Acá se exponen, de manera muy sucinta y sencilla, cinco puntos para ser un egocéntrico de éxito:

1. No admitirse como egocéntrico, es una condición indispensable, así como los alcohólicos que no se admiten como tales. Es recomendable hacer saber que se es humilde, y si se tiene un origen pobre aún mejor, eso dará más argumentos para comprobar la supuesta humildad.

2. Ofenderse en caso de ser acusado de egocéntrico, recuérdese que jamás debe admitirse que lo es.

3. Tener siempre la razón. Bajo ningún concepto admitir, en una discusión o debate, que el otro tiene la razón. Se debe dar la idea que se posee la verdad. Al terminar de decir una «verdad absoluta» se recomienda decir frases como «porque YO lo digo», «y punto», «he dicho», y si se puede dar un golpe a la mesa para dar mas énfasis a la frase, aún mejor.

4. “Usted está equivocado”, es la frase que se recomienda decir a la hora de un debate, jamás cometer el error de decir «estoy en desacuerdo en lo que dices”, no es propio de los egocéntricos de éxito.

5. Apoyarse en el título. En caso de sentirse “perdido” en un debate es recomendable apoyarse en el currículum, mientras más amplio sea, mejor, para sacarlo a relucir en dado caso. Por ejemplo: “Soy profesor de química inorgánica en la Universidad Fulana de Tal, por tanto…”, o “hice estudios en Sociología Comparada en la Universidad (nombrar alguna con mucho prestigio internacional), así que puedo decir con base que…”

-Con estas recomendaciones básicas le aseguramos que su egocentrismo estará totalmente asegurado.

¡Éxito!

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Mido un metro setenta y cinco. Tengo una docena de libros. En mi cuarto hay un altarcito con un Buda. Me gusta el color azul. A veces me despierto alunado. Prefiero los gatos a los perros, porque no existen gatos policías. Soy de acuario, pelo negro. No colecciono nada, guardo la ropa ordenada. Me aburro en las fiestas y soy de pocos amigos. Tengo los ojos color café tostao. Dicen que soy bueno, aunque no sea bautizado, y aún no me llevan las brujas. Nací a las siete y media de la mañana. No creo en ovnis ni en zombies (pero de que vuelan, vuelan). Uso prendas talla "m". Prefiero quedarme en silencio. Duermo del lado derecho y con franela si hace frío. De la vida yo me río, porque no saldré vivo de ella. No uso saco ni corbata, ni me gusta el protocolo. Estoy en buena compañía, pero sé cuidarme solo. No me complico mucho, no me estanco, el que quiera celeste, que mezcle azul y blanco. No tengo adicciones, mas que de leer y estar solo. Antes creía que no tenía miedos, hasta que vi la muerte a milímetros. No me creo ningún macho y soy abstemio, aunque si hay una buena compañía y un vinito se me olvida esto último. Prefiero más a los animales que a la gente. No tengo abolengo y dudo mucho que tendré herencia. Tengo una rodilla que a veces me fastidia. Tengo cosquillas, no las diré hasta que las descubras. No traiciono a mis principios, que son cinco. Me gusta ser muy sincero, por eso no hablo mucho. (Inspirado en una canción del Cuarteto de Nos)

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