Ese mendigo es un enigma. No sé si ese cuerpo contrahecho encierra un alma silente y desesperada, o si por el contrario es el estado mas elevado de una personalidad tipo Buda. A lo mejor Dios es sólo eso; un alma extraviada y vagante que en sus frecuentes extravíos pide un chance para rememorar supuestas hazañas futbolísticas.