Nelson Jesús Lanz
Cada día este gobierno que dice ser revolucionario se parece un poco más a los de la cuarta república. Ahora nos presenta un segundo plan socialista que seguramente seguirá el mismo camino del primero. El primer plan no pudo mover aunque sea un poquito la vieja estructura del sistema capitalista burgues. Estoy seguro que el segundo tampoco lo hará. Lo más probable que el próximo año nos presenten el tercer plan socialista y así sucesivamente hasta llegar al quinto plan, tal como llegaron los adecos y copeyanos con su quinto plan de la nación. En lo único que se diferencian de los planes de la cuarta (hay que reconocerlo) es en lo social, en todo lo demás son iguales.
En el primer plan socialista, la burguesía aumentó su capital y su poderío económico. Más del 70% del PIB les pertenece. Son dueños de las importaciones y de de la renta petrolera. Un 80% de los dolares entregados por CADIVI van a parar a sus manos. Ella (la burguesía) aún controla el sistema judicial, entre ellos el TSJ y el Ministerio Público. El corrupto sistema penitenciario es una ánfora llena de dinero en sus manos. Igualmente controlan el Ministerio de Educación y el Universitario. También el ministerio del trabajo, el de Ciencias y Tecnología así como el de Industria y Comercio. Son muy pocos los ministerios y demás instituciones del estado que se salvan de los alagadores tentáculos burgueses. Por eso es que casi todo el personal que ellos trabajan son escuálidos a los servicios de los viejos partidos de la cuarta.
Mientras el viejo sistema burgués siga intacto en todas sus estructuras, no habrá plan socialista que valga. Estos solo serán una fantasía, un viejo sueño revolucionario. Pregunto: ¿Acaso tomaron en cuenta la opinión del pueblo para organizar y poner en marcha el supuesto primer plan socialista? No señor, nada que ver. ¿Como creerles ahora, que en esta ocación su opinión si será tomada en cuenta? Lo que pasa mis queridos camaradas es, que en esta oportunidad como el triunfo de los candidatos del gobierno para las gobernaciones cada día se les aleja un poco más (salvo unas seis que están seguras) el gobierno apela a la conciencia revolucionaria de los que siempre hemos votado por Chávez con un sofisma como es el segundo plan socialista.
Pero en esta oportunidad al gran ilusionista que es Chávez las cosas puede que no le salgan como él quiere. En estas elecciones regionales, el mapa político nacional seguramente va a cambiar. La burguesía que controla el comercio, la industria, y las finanzas, es astuta y sabe esperar con mucha paciencia su oportunidad. Este parece ser el momento que ellos esperaban, el descontento generalizado del pueblo en sus regiones van a aprovecharlo al máximo. El 16D vienen con todo y quieren recuperar los espacios perdidos, en el 2019 vendrán por la presidencia. ¿Quién es el culpable de esto? Para mí, en primer lugar el Presidente por el cúmulo de errores cometidos los cuales no fueron corregidos a tiempo. Por su coqueteo con la burguesía. Por no decidirse que rumbo tomar: socialismo o capitalismo. También son grandes culpables gobernadores convertidos en verdaderos piratas del erario público y de los bienes de la nación. Le siguen la gran cantidad de alcaldes, ineficientes, ineptos y mediocres que convirtieron a sus respectivos municipios en pueblos fantasmas.
Por eso, como se puede hablar de un segundo plan socialista de la nación, si el primero fue un rotundo fracaso (salvo en lo social) Si usted lee con detenimiento el presupuesto aprobado para el 2013 notará que la burguesía se lleva la mayor tajada. Por lo tanto, seguirá dueña de la mayor parte del PIB. Pienso que con ese prepuesto, el gobierno no podrá seguir subsidiando misiones como Mercal y Vivienda. Mucho menos la gasolina. Más temprano que tarde, tendrá que devaluar la moneda, aunque Giordani y Merentes lo nieguen mil veces. Lo que hará que la inflación se dispare y entonces veremos a la burguesía muerta de risa bailando en una pata y al pueblo sosteniéndose apenas con la otra.
Con este lúgubre panorama cómo se puede hablar de socialismo. Si queremos armar un plan socialista de verdad, primero tenemos que enterrar para siempre el viejo sistema burgués, lo demás son promesas de campaña electoral que no se va a cumplir o son simples soliloquios de políticos sin futuro. Para que haya un verdadero plan socialista, la clase trabajadora tiene que estar a la cabeza de ese plan. La clase obrera tiene que ser la que construya su destino con la guía de un líder que ponga bajo su dirección todos los medios de producción social y que las comunas se hagan una realidad en sus manos. Que los indígenas legítimos dueños de las tierras que habitan, sean los preferidos de ese plan. Que los niños y niñas desde temprana edad sean los cultores del socialismo en formación. Que los jóvenes tengan como meta el trabajo y no el consumismo. Que todos nos pongamos al servicio de nuestra patria y por sobre todas las cosas que pensemos más en los demás y no en nostros mismos.
Si el nuevo plan que nos ofrecen puede cumplir con todo eso, entonces podemos hablar de socialismo.