La cámara es aun más perfecta que el sistema de visión humano. Éste solo capta lo que esta acostumbrado a ver y filtra el resto con paradigmas y prejuicios.
Lo que observa la cámara cuando la luz penetra en su seno, no lo que observamos nosotros en fotos sean digitales o en papel, es un enigma.
¿Qué observa la cámara?
¿Qué ve que tanto calla?
¿Soportará tanta realidad?
Cuando apretamos el obturador la cegamos por instantes. Luego tomamos su interpretación de la realidad plasmada en un medio físico. La fotografía de alguna manera valida a la realidad, pero paradójicamente también la contradice: cabe la posibilidad de que toda fotografía sea un artificio inexpugnable.