La indiferencia

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Ah, si, de repente sonará trillado. pero también he tenido familiares víctimas del cáncer. Vi a mi padre padecerlo y  ser consumido mordisco a mordisco, de ser un tipo que inspiraba respeto y alegría en la gente a poco mas que un esqueleto desnudo en su propia piel. Fui testigo VIP de cómo se le iba la vida de los ojos, de cómo perdió la capacidad de hablar hasta que días antes de morir suspiró «protéjanme». No puedo evitar escribir este primer párrafo sin que una memoria que parece enterrada hace miles de siglos venga y me golpee en la cara como si lo hubiese enterrado ayer.

Tengo una muy buena idea del sentimiento que debe embargar a los familiares mas cercanos del presidente, sobre a los hijos que mas comparten con el, pues dentro de su micro-esfera es su padre, su héroe moribundo.

Después de todo, Hugo I ha estado en mi vida desde que yo aún era un menor de edad que tenía muy vago interés en la política y también carecía del entendimiento para ello. Lo he visto mil veces en televisión, enarbolando insultos, pidiendo perdón. Quisiera sentir lástima. Si acaso tristeza, o compasión. Pero no puedo sentirla.

Me siento incapaz de sentir pena o lástima por una figura que se ha rodeado de tanto secretismo, mentiras y ego que se ha elevado voluntariamente a al figura de un Dios intocable que ahora es bajado de su olimpo por la guadaña de la muerte, mientras miles de lobotomizados lloran en la televisión entremezclando a Cristo y a Dios con su nombre, llevando el «Dios primero y luego mi comandante» a niveles  de fervor religioso enfermizo y peligroso. Me siento incapaz de sentir alegría por su lenta pero segura muerte, pues al contrario de muchos otros lobotomizados, estoy consciente que eso no solucionará nada al instante y que habrá que bailar bien pegado, pues cuando bailas con el Diablo, lo haces hasta que la música se detenga.

Y aunque en mi se dibuja una débil sonrisa al pensar en el hecho de que tal vez se esté despidiendo, y que será el inicio del desmoronamiento del proceso, no siento nada mas que indiferencia por su persona, su muerte y su sufrimiento, así como su banda ha sentido indiferencia por los miles de muertos dejados por años de «revolución».

Y es la indiferencia una de las maneras mas horribles de desprecio.

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