Hoy, 13 de diciembre del año 2012, se suscitó, nuevamente, acciones de violencia dentro la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela, mi escuela, Estudios Políticos y Administrativos.
Nuevamente fueron los mismos lacayos que, sin escrúpulos, dañan lo más preciado que pudo dejar el gran arquitecto Villanueva. La »casa que vence las sombras» poco a poco se va haciendo más oscura por la zozobra mental de supuestos »estudiantes». Escribo esto con un odio irracional a quien engaña su vida, su mente y su alma al decir que »defiende la universidad» cuando, con sus armas y niples intentan acallar a los estudiantes que pueden llegar a pensar distinto.
Escribo esto, no para decir lo mismo que dicen los grupos »pacifistas» que hacen vida dentro de la UCV. Porque debe ser que la generación del 28 luchó contra la dictadura marchando pacíficamente y pintándose las manos de blanco. Yo te aviso… Muchos dirán: »Eran tiempos distintos». Sí los eran pero, no por eso debemos hacernos los »policías de Valera», debemos reaccionar contra los grupos terroristas. Debemos unirnos como estudiantes de la UCV, máxima casa de estudio de Venezuela, en un movimiento sólido, fuerte y reaccionario. Dejemos de escondernos en una computadora y empecemos a organizarnos contra ciertos grupos, que ya todos sabemos quiénes son, y luchar por la defensa de la UCV. No lo digo como izquierdista, lo digo como estudiante enamorado de los pasillos infinitos de la Universidad Central de Venezuela. Lo digo en nombre de esas personas que han sido acalladas por una explosión, por una bala.
Que puedes esperar de escorias que se tapan la cara? Los encapuchados de siempre, el cáncer de la universidad. Unos comemierdas cobardes que meten una materia por semestre, se gradúan en 14 años y se encargan de ladillar y nada mas. Sin nadie que los detenga.
Pues, debería ser el momento de hacer algo por el bien de la Universidad, ya que el rectorado no puede botarlos, el estudiantado se va a cansar (ya están cansados) de ellos y tomarán la justicia por sus manos.