Por puro schadenfreude estas han sido unas de las elecciones que más he disfrutado. El país se prepara para el gran amanecer macroeconómico que se viene en 2013. Nadie podrá decir que no lo avisaron. Votaron dos veces por el continuismo, así que todos de frente a la pared y con las piernas abiertas.
Mientras preparamos las maletas, me gustaría regodearme en los detalles:
Henry Rangel Silva, considerado el más importante cerebro del narcotráfico en Venezuela, es elegido gobernador de Trujillo. Al estar rodeados de estados que dependen del narcotráfico, los trujillanos necesitan a un capo en la gobernación para recibir favores de Caracas y sobrevivir. Yo también votaría por él. De hecho, es mi ficha para la presidencia.
Elías Jaua lideró la campaña regional más larga y cara de la historia venezolana. Perdió. Nadie responde por el dinero que ha podido ser utilizado en planes sociales y se desperdició en el ego de Jaua. Por su show, nada.
Aristóbulo Isturiz no tenía idea ni siquiera donde quedaba el Estado Anzoátegui. Fue designado como candidato, mudado ilegalmente por el CNE y ganó las elecciones. ¿Sabrá llegar a la gobernación? No importa.
Francisco Arias Cárdenas tiene el historial de traición mejor documentado de la política venezolana. Hace unos días comenzó a diseminar rumores de que estaba negociando con la oposición para gobernar luego de que Chávez muriera. Basta y sobra que digas que estás contra Caracas para ganar unas elecciones en Maracaibo. No importa quién seas.
César Pérez Vivas era uno de los últimos residuos de la IV República. Me contenta que los tachirenses se lo hayan raspado del zapato y se hayan conseguido una plasta nueva.
Tareck El Aissami es un caso único en la historia democrática venezolana. Designado por Caracas, llegó a Maracay, desalojó al gobernador y asumió el cargo. Después de unos meses de estar en funciones, fue electo a pesar de que ni siquiera era su estado. Luego de su estelar desempeño en Interior y Justicia, no dudo que Aragua batirá récords en los próximos años.
Ramón Rodríguez Chacín, alias Rafael Alberto Montenegro promete instalar el campo de entrenamiento guerrillero más grande del mundo y eso es suficiente para ganar la gobernación del estado. Chacín es un tipo visionario, sabe que dentro de poco dejaremos de vender petróleo y Venezuela se convertirá en la primera potencia mundial de narcotráfico y sicariato. Mi confianza está depositada en él.