La constitución, ley fundamental, de un estado soberano, establecida y/o aceptada como guía para su gobernación. La Constitución fija los limites y define las relaciones entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial del Estado, estableciendo así las bases para su gobierno.
Quise comenzar con esta breve definición de la constitución y subrayar algunas de sus palabras porque es de allí de donde quiero partir.
La ley, que efímera me parece hoy en día, cuantas situaciones han pasado con el transcurrir de estos largos, duros, crueles y dolorosos 14 años de la “Revolución bonita” , Cambios en nuestra primera constitución fueron realizados con el supuesto de mejorarla y adecuarla a los nuevos tiempos, sin olvidar la cantidad de muertos(30.000) que hubo ese año por aquella fatal jugada de la naturaleza, la cual fue tan piadosa que dio avisos cinco días antes… pero la sed de poder y el odio se hicieron Oídos Sordos.
Despidos masivos e injustificados, presos y desaparecidos, muertos, nuevamente, enlutaron nuestra patria, hermanos peleando entre sí, cegados por el odio producto de los constantes discursos cargados de ira, rencores, resentimientos los cuales son transmitidos diariamente por los medios de comunicación del estado, sin que haya o exista ley alguna que les sancione, que les detenga, sin embargo … RCTV, cerrado. Y no es que haga oídos sordos o mis ojos ciegos ante lo que sucedía en el canal de Quinta Crespo, pero señores no son los únicos que merecían ser clausurados, o acaso no hay suficiente discurso enfermo en VTV, Globovisión y otros medios de comunicación.
Huelgas de hambres, una con el nombre de un hombre que Venezuela nunca olvidara Franklin Brito, ciudadano de este país, que lo dio todo por producir, crecer y creer en una patria que le dio la espalda y lo vio agonizar, morir…lentamente. Empresas y terrenos expropiados, toda una vida de trabajo y esfuerzo perdido porque unos zagaletones, sin oficio, sin ganas de estudiar, de superarse y de lograr sus propios triunfos con esfuerzo y sudor de su frente, decidieron que esas tierras, que esas empresas debían ser de ellos, el resultado empresas abandonadas ó a puertas de cierre, millones de hectáreas improductivas, más hambre, más desempleo.
PDVSA ahora es de todos, de todos los países pertenecientes al clan chavista, menos de los venezolanos (No olvidemos Amuay, por ser el más grande de los desastres que se han producido en sus instalaciones)… escases de alimentos, escases de medicamentos, fallas en los servicios básicos. Y pregunto ¿Dónde estuvo la ley en todo ese tiempo?
Y es aquí donde entra el Estado Soberano ese cuyo deber es “proporcionar un marco de ley y orden en el que nosotros, su población pueda vivir de manera segura”. Pero es bien sabido por todos, que estos principios, deberes nunca han sido la prioridad de un gobierno (en este caso partido) en el cual lo único que ha reinado es la inestabilidad política, corrupción e ilegalidad y como podría ser de otra forma si los poderes legislativo, ejecutivo y judicial recaen todos en una misma persona, no existe la separación de poderes en Venezuela, no existe ese principio básico y característico del constitucionalismo contemporáneo que nos permite o permitía como ciudadanos de esta nación estar protegidos por un marco legal, que dificultara los abusos de poder y las decisiones arbitrarias de las instituciones públicas, que pusieran en riesgo nuestra DEMOCRACIA . No existe organismo que no haya sido corrompido. Porque hoy nuestra Constitución vale menos que un rollo de papel higiénico. Y es así como todo confluye en un mismo camino para recordarnos una vez más que la llama de la democracia se extinguió en Venezuela…desde hace mucho tiempo.