Comunicado, tomado de Facebook. La publicación es de acceso público, pero por no haber pedido el permiso debido, censuro los nombres de quien publicó, y por supuesto, de quienes están etiquetados. El que guste, puede verla en Facebook, y de paso, deleitarse con los comentarios también. |
Es increíble lo fácil que es pasar de ser un líder, un ejemplo de la «revolución» socialista bolivariana, a ser un traidor, posible desestabilizador, en fin, alguien que por hacer algo que no gusta a los seguidores del proceso, merece cuanta crítica, y peor, cuanto insulto se les ocurre a dichos seguidores. En Venezuela se vive un clima de polarización política lamentable, y no son las figuras públicas opositoras las únicas que sufren este tipo de trato, los que participan de los actos políticos rojos, también son fuertemente atacados por el bando popular opositor radical (que existe, ahora no nos hagamos que no).
Pero quiero especialmente traer a colación un caso que es a mi parecer bastante especial, por tratarse de una figura que para la propaganda del movimiento chavista ha sido clave, y es uno de los pocos que merece realmente este trato, puesto que ha llevado adelante una obra digna: se trata del señor José Antonio Abreu, y de su Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles, rebautizado recientemente como Fundación Musical Simón Bolívar (en adelante, el Sistema). En este caso, yo no podría permanecer callada con tanta facilidad, por tratarse de mi ámbito profesional, y confesaré antes que nada que trabajo para el Sistema, conozco al monstruo desde las entrañas, y más allá de todas las críticas que pueda hacer a esta institución (y que las hago cuando lo considero debido, puesto que como dije formo parte de ella, y en ella llevo a cabo actividades cotidianamente), ésta ha tenido logros sin precedentes en el beneficio social de niños y jóvenes a través de la música, aunque en cuanto a la formación aún hay mucho por mejorar. Pero no vine aquí a estar hablando paja del Sistema, dentro del cual en mi entorno local intentamos hacer un trabajo lo más digno posible, y en el cual hay figuras respetables y niños que llevan a cabo una vida musical. No es momento de estar escupiendo pa’rriba, más bien, considero pertinente hacer una defensa al señor Abreu.
El alboroto se ha armado porque el señor se ha reunido con dos figuras internacionales de la música pop, abiertamente opuestas al régimen de Hugo, Juanes y Miguel Bosé. Los considero artistas respetables a ambos, aunque considere que la luna, lunita, lunera es un bodrio de canción; ambos han realizado producciones de calidad, y merecen sus aplausos (ni hablar del lío que le tienen montado a Willie Colón, este sí, uno de los hombres más respetables del mundo de la música latina, un maestro, que sin lugar a dudas merece esa titularidad). Lo que quiero dejar en claro, es que no soy fangirl de ninguna de las figuras en cuestión, ni siquiera de Abreu (bueno de Willie sí, pero él no está en este lío). La reunión de estos tres músicos, ha generado toda clase de reacciones en contra de Abreu por parte del sector chavista.
En primer lugar, soy partidaria de la libertad de expresión. Libertad de expresión quiere decir, que cualquiera puede emitir su opinión acerca de cualquier tema de interés público (opinión que puede o no estar bien fundamentada), sea uno una figura pública o no, sin que haya consecuencias de castigo y censura. Uno puede opinar sobre lo que pasa en cualquier parte del mundo, y sino pregúntenle a los chavistas, ellos son los primeros que hablan de los problemas del primer mundo y del imperio, para defender su revolución. Entonces, cualquier extranjero puede emitir una opinión sobre lo que pasa en Venezuela, sin que esto suponga que no lo vamos a dejar entrar al país, o que, tratándose de un artista, no lo vamos a dejar hacer un concierto. Cultura es cultura, sea gratis o de pago, sea pública o privada, la cultura no debe frenarse por motivos de censura, pues se traba el libre flujo de ideas y por lo tanto, la libertad de pensamiento y opinión. El arte es rebelde por naturaleza, y para mí, el artista que se arrodilla, ya ha perdido toda esencia y posibilidad de llenar al mundo de nuevas interpretaciones y perspectivas, por lo tanto, de arte de calidad.
Se supone que el señor Abreu se reunió con estos dos cantantes para planificar un «concierto por la paz», y uno de los puntos principales del comunicado que puse más arriba es que en Venezuela hay suficiente paz, como para que vengan artistas de fuera, y de paso, opositores a Chávez, a hacer ningún concierto por la paz. Disculpen, yo creí que la paz consistía en eso de que tú y yo podemos pensar distinto, dialogar y debatir, sin que haya censura ni recurrencia a la violencia por parte de ninguno. Y eso de que en Venezuela hay paz no sé de dónde lo sacaron, cuando el año pasado hubo 21.000 asesinatos violentos entre civiles (sí, lo repito, como todo el mundo, porque esta gente aparentemente desconoce que haya violencia en el país). Que yo sepa Juanes y Bosé declararon estar en contra del gobierno de Hugo (hasta los insultos llegaron), pero ¿eso hace a alguien «enemigo declarado de un país»? Me imagino entonces que todos los opositores que vivimos en este suelo somos también «enemigos declarados». Además de esto hablan de que estas dos personas pertenecen a la «industria cultural capitalista alienante», pero supongo que con el reggeaton del Potro, el merengue de Omar Enrique, y las películas de Sean Penn ellos no tienen ningún problema, porque apoyan abiertamente a Chávez, entonces qué importa, con tal y se declaren «revolucionarios», ellos hacen caso omiso de que pertenecen a la misma industria. Además como que se les olvida que Gustavo Dudamel, es director de una orquesta en Los Ángeles, allá en el imperio; y que la música que se aprende y ejecuta en el Sistema es de Europa, de allá del imperio, con formaciones musicales (coros y orquestas), que son un invento del imperio.
Hasta cuándo tanta incoherencia, y que de paso sea defendida por cultores y artistas adeptos al bando de Chávez. Es que ni su dignidad como artistas es suficiente como para ver que se atacan a sí mismos, que supongo que ninguno de ellos va y toca en ningún país capitalista por dinero (sí, claro). Y me limito a poner este comunicado, pero por ahí a Abreu ya lo llamaron traidor, pesetero, y hasta le dijeron esnob mientras le reprochaban estarse comiendo los dólares del país mientras no hacía mención del verdadero líder. Ah perdón, creí que los dólares eran para una obra social, no para la propaganda política de ése que sí tiene «feligreses» que jode, Hugo Chávez; más aún, siendo Abreu una figura de talla internacional, y habiendo recibido múltiples reconocimientos a este nivel.
También publicado en mi blog personal.
Si eso no es una actitud fascista, por favor que alguien nos explique qué rayos y centellas es.
Lo que me llama la atención son las contradicciones. Cuando Juanes y Miguel Bosé hicieron este mismo concierto en la plaza de la revolución de la Habana nadie dijo nada, y hasta TVES lo trasmitió todo en vivo, durante varias horas. Ahí nadie dijo que los cubanos, o que el gobierno cubano, o que Raúl Castro fue un traidor a Chávez, o a la revolución.