Finalmente, se confirmó la noticia, el rumor de las últimas semanas.
Fue la crónica de una muerte anunciada.
El gobierno llevaba tiempo trabajando sobre la idea del luto, preparando a su gente para lo inevitable.
La inauguración de la capilla en el Hospital, resultó siendo un detonante, un anticipo de la inevitable conversión del chavismo en una religión de izquierda.
Ahora queda oficialmente decretado el culto con el advenimiento del nuevo mártir del comunismo rococó de América Latina.
¿Hay motivo para alegrarse, para entristecerse? Yo soy una persona abierta y cada quien lo asumirá como quiera.
En mi caso, no me enseñaron a sentir felicidad por la defunción de nadie.
Guardo respeto por sus dolientes y viudas.
No obstante, tampoco estoy del lado de los explotadores del suceso, para sacar réditos políticos.
Sea como sea, el país entra una fase distinta y seguramente incierta para el chavismo(sin Chávez).
Maduro pretende prolongar la fantasía del heredero de la corona. Capriles buscará derrotarlo en las próximas elecciones.
Nunca faltarán locos y extremistas en los dos bandos. A ellos les recomedamos conservar la calma, la paciencia, la madurez.
Nuestro entuerto solo se resuelve dentro de los canales regulares de la democracia.
Lo demás es una aventura, un salto al vacío.
Yo nada más espero para salir a votar por la oposición.
Conmigo no cuenten para lanzar cohetes y abrir botellas de champaña por la muerte del Presidente.
Aquí podremos celebrar cuando hayamos vencido a los fantasmas de la intolerancia, el sectarismo y la polarización. Hugo es culpable de inocularlos en el pueblo nacional.
Necesitamos ser la cura de la enfermedad.
Es 5 de marzo. Un día donde la fuerza de un mito sencillamente declinó.
El teniente se salió con la suya. Jamás dejó el poder, el trono. Se despidió como Stalin, Franco y Gómez.
La historia los pondrá en un sitio similar.
Prepárense para las jornadas por venir. Serán duras.
Hay un curioso ambiente de estado de excepción, de golpe de estado, de amenaza de saqueo, de alarma, de terapia de shock, con pronunciamientos, mensajes necrofílicos y partes de guerra.
En adelante, comenzará la danza internacional de los afectos del proceso. Imagínense el despliegue de medios para el funeral. ¿Lo velarán en el panteón horrendo de Farruco?
Se escribirán capítulos cumbres de la historia de la propaganda criolla.
Yo miraré los toros desde la barrera.
Good bye Lenin.