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El chavismo no ha muerto

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Chavismo

Chavismo, se puede definir lacónicamente como la exacerbación de todos los vicios de la llamada IV República abonados con ese autoritarismo del “porque me da la gana y porque puedo… y tú te callas”, esto no ha sido casual en lo absoluto, quienes crean que el gobierno falló en su lucha contra la delincuencia, contra la corrupción y contra la inflación aún no han entendido nada, no han comprendido que Hugo Chávez, siguiendo los pasos y consejos de su padre político y mentor, necesitaba destruirlo todo por dos sencillas razones:

1) Es más fácil construir sobre escombros: no se pueden hacer gallineros verticales de un día para otro y esperar que la gente se convenza que eso es superior a los rascacielos de Parque Central.

2) Era conditio sine qua non acabar con toda oposición legítima al gobierno: todo gobierno que pretenda eternizarse en el poder requiere construir una oposición a la medida de sus necesidades que lo legitime nacional e internacionalmente y que, adicionalmente, coloque al margen del espectro político -como radicales- a la verdadera oposición.

Quienes en Venezuela no vivimos del tranceo, del saqueo, del matraqueo, del guiso, de la prebenda, del nepotismo/amiguismo, de la misión, del “¿cuánto hay pa’ eso?”, “¿y cómo quedo yo ahí?” y “a mí que no me den sino que me pongan donde haiga”, somos minoría (sí, menos del 50% de la población sin duda), supongo que por eso el gobierno tiene razón cuando dice que el chavismo es mayoría, es decir, ellos, quienes sí viven de todo lo anterior, son más que nosotros.

Si bien Venezuela no era un país con un tejido social sano en 1998 -no podía serlo para haber elegido a quien prometió freír las cabezas de sus adversarios políticos-, no es menos cierto que el deterioro progresivo, sin prisa pero sin pausa, la coloca, hoy, muchísimo peor que hace tres lustros, en este país las Instituciones son un chiste cruel, funcionando meramente como máquinas traganíquel de un casino cuyo dueño es la mafia, y es que, a menos que estés bien apadrinado, incluso si ganas te pueden parar en la puerta, quitarte todo lo que tienes y sacarte a patadas. Aquí todo tiene un precio y, según dicen, los sicarios tienen tarifas bastante solidarias en estos días, cosa que no se puede deber a otra razón que no sea la sana y libre competencia de oferentes sumado a una impunidad (¿o inmunidad?) que supera el 93% de los homicidios en el país.

Ahora bien, que dentro del chavismo se imponga que la libertad es un lujo burgués el cual no nos podemos permitir, no es algo que deba impresionarnos a estas alturas del juego, lo que sí preocupa y mucho es que fuera del culto de los adoradores del líder carismático existan amplios sectores que crean que muerto el perro se acabó la rabia, y no me refiero solamente a los de la diáspora del autoexilio, sino a todos los que ingenuamente suponen o creen que esto ha terminado con la desaparición física de un hombre.

«Cuando para producir necesitas la autorización de quienes no producen nada; cuando compruebas que el dinero fluye hacia quienes trafican no con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y las influencias más que por el trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos, sino que, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando repares que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un sacrificio personal, entonces podrás afirmar que tu sociedad está condenada», cualquier lector poco avezado podría hasta pensar que Ayn Rand se refería, sin nombrarla, a Venezuela con esas palabras, ese Estado-Nación allí descrito no muere con Chávez, muy por el contrario esa madeja de poder se ha vuelto idiosincracia e identidad nacional y está presente en cada venezolano que repite #YoSoyChávez.

Un hombre con cáncer ha fallecido, no sin antes haber inoculado, durante década y media, varias enfermedades graves y contagiosas: odio, resentimiento e idolatría a Papá Estado-Gobierno. El chavismo es un adolescente de 14 años con un arma y 150.000 muertos encima. ¡Bienvenidos a la era del chavismo sin Chávez!

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