I’m back, hijos de puta. ¿En qué cambié? Nada. Simplemente me emociona la diversidad que ahora si empieza a discernirse en este panfleto.
En un mundo donde Chavez está muerto, los opositores no lanzan piedras y nadie se cala a Maduro, nos vemos sin poder resistir buscar respuestas en el enemigo. Perfecto, esto es lejos de ser un error.
Con ese espíritu de confusión bien-intencionada, les pregunto esto: ¿Cuál es el objetivo de nuestro Gobierno en general como institución? ¿Cuál es esa cosa que los **dos** buscamos sin poder verlo ante las demandas de cómo buscarlo?
No me den un caletre, por favor.
Los problemas siguen siendo los mismos, con o sin Chávez: desabastecimiento, apagones diarios, inflación anual superior al 25%, una moneda sobrevaluada, infraestructura en terapia intensiva, criminalidad rampante, corrupción desbordada, una enorme deuda pública, un sector privado diezmado, una fuerte dependencia del petróleo y un culto personalista que hace las veces de estado.
A eso podemos agregar, subsidios insostenibles, falta de transparencia del estado, la existencia de grupos paramilitares y guerrilla, la influencia del narcotráfico en el poder judicial y las FAN, un sistema judicial y penitenciario en colapso, una nómina burocrática sobredimensionada, cuerpos policiales mal preparados y con personal insuficiente, personal médico y docente subpagado, hospitales, escuela y universidades en un estado ruinoso…
Se me escapa alguna?
Y no se trata de acusar a nadie, sino de hacer una lista de los asuntos que todos consideramos importantes antes de sentarnos a discutir como resolverlos…
Unos quieren vivir a costillas del Estado, directa (mediante las misiones o el puestico en el gobierno) o indirectamente (mediante los contratos, prebendas, guisos, matracas, comisiones, nepotismo/amiguismo) y otros queremos vivir con el sudor de nuestra propia frente: en el primer grupo hay chavistas, ninis y algunos opositores… y en el segundo grupo hay opositores, algunos ninis y un mínimo número de chavistas.