Han pasado tres meses desde la última aparición física que realizara el Presidente de la República Hugo Rafael Chávez Frías, cuesta creer que han pasado ya tantos días, desde la última alocución del hoy fallecido presidente.
Esta última afirmación me permite rememorar en el tiempo, para recordar o recordarles donde inicio o continuo esta maraña de mentiras, ese día su perorata no fue larga, ni aburrida, al contrario de otras veces, se podía observar a una persona con la certeza de que su final estaba cerca. Informo al país que debía ser intervenido nuevamente pues el tumor había reincidido y esta vez con más fuerza.
Se dispuso a ordenar cuales serían las acciones a seguir en caso de que no lograra recuperarse de esta nueva operación. La primera y la más importante de todas; hacer cumplir La Constitución, respetarla y convocar a un nuevo proceso electoral, sugirió que su compañero y en ese entonces Vicepresidente de la Republica “Nicolás Maduro” fuese el candidato oficialista. Acto seguido se despidió de su país con un hasta siempre.
No imaginaba o ¿Tal vez sí?, todo lo que ocurriría después de su partida en su tan amada patria como él decía. Los días comenzaron a pasar y la desinformación respecto a su estado de salud era total y absolutamente desconcertante, no había partes médicos, ni declaraciones oficiales, que fuesen objetivas, veraces y concretas al respecto. El país se sumía con cada segundo que pasaba en el desespero y la incertidumbre de no saber a ciencia cierta que ocurría realmente con su presidente.
Declaraciones iban y venían de partes oficiales y de otras que no, el paciente evoluciona en forma favorable, está estable, se recupera poco a poco. Ha sufrido una recaída, pero ya está mejor, ha sostenido largas reuniones de trabajo, y dando órdenes, esta ultima la más ilógica e incongruente de todas. Mientras medios internacionales y nacionales comenzaban a ejercer presión sobre el verdadero parte médico del presidente. Una verdad a viva voz comenzó a sonar en las redes sociales, específicamente Twitter fue el hervidero que este gobierno no pudo controlar, Chávez no regresaría para juramentarse el 10 de Enero.
Y la gran incógnita surgió ¿Se respetaría la constitución como el mismo había mencionado en su última alocución? Era lo que todos esperábamos, sin embargo los personeros del oficialismo tenían un órgano bajo su manga (TSJ). Luego de esto el país solo esperaba el retorno de este para juramentarse y poder tomar las decisiones que tuviese que tomar, nuevamente el país se llenó de incertidumbre, declaraciones vacías, nada se sabía.
Un llamado de atención del Ex embajador panameño Guillermo Cochez, avivo la llama que se había encendido “Reto Al gobierno de Venezuela que me desmienta, mostrando al presidente Chávez” esto luego de que afirmara que el mismo habría sufrido muerte cerebral desde el 30 de Diciembre.
Ante el cerco que levantaran los medios y la sociedad toda, exigiendo saber el verdadero estado de salud del presidente, el gobierno nacional dirigido por el vicepresidente Nicolás Maduro, convoco a una reunión extraordinaria en el palacio de gobierno con todo el tren ejecutivo, dando declaraciones sobre supuestas incursiones militares de EE.UU, exigiendo la salida de un funcionario de la embajada, afirmando que el cáncer era producto de una inoculación y que tenían pruebas, todo esto parecía surreal sin contar que la verdad fue dicha a medias, palabras más, palabras menos concluyo la cadena no sin antes comentar que se pronunciarían nuevamente.
En horas de la tarde el “Gobierno” nacional declararía la muerte del Presidente, luego de la misma el surrealismo se apodero de Venezuela.