Había una vez un hombre que quería gobernar Toda Su Vida, porque nadie mas podía hacer lo que él; o así le decían sicofantes, chulos y adoradores todos los días. Debe haberlo oído algún Dios con un fino sentido del humor. Logró gobernar hasta que la Vida abandonó su cuerpo; enfermó y murió en una veintena de meses nada mas. Otra explicación de lo ocurrido: En su ansia por el Poder, en cambio acortó mucho su vida. Eso, con la entusiasta ayuda y el apoyo de los antes mencionados. Lastima, nadie quería lo suficiente a este hombre como para decirle la verdad, para hablarle claro y hacerle ver claro o impedirle ir al lugar equivocado para curarse, una vez supo que algo no andaba bien. Ni mucho menos gritar la verdad al mundo, si no podían impedirle suicidarse. En fin… Un cuento necio sobre ídem. Ociosidades mías. Alguien puede darse por aludido y ofendido. Uno de esos ficticios adoradores, sicofantes y chulos…