Vistas las circunstancias actuales de nuestro país, y más especificamente la elección (otra vez) que se nos viene encima, no podría pensar en una película más adecuada para ver en estos momentos que «NO» (2012). Este trabajo de Pedro Larraín, con aire (y sentimiento) de documental (y grabado al parecer en el viejo formato U-matic) nos traslada al Chile de 1988, en los días previos al plebiscito que buscaba legitimar la estadía de Augusto Pinochet en el poder.
En «NO» conoceremos a René Saavedra, publicista chileno que suponemos (la película no lo aclara) ha estado un tiempo fuera de su país, y cuyo padre fue posiblemente alguien perseguido por la dictadura militar («con tus antecedentes familiares, no he debido contratarte» le dice su jefe, «Lucho» Guzmán, un partidario de Pinochet).
René es exitoso en lo que hace, y por lo general logra convencer a sus clientes con ideas muy bien planteadas. La coalición de partidos que busca impulsar la campaña del «No» en el plebiscito («sí» para renovar el mandato de Pinochet, «no» para revocárselo) lo sabe, y por eso quiere su consejo. Pero al ser confrontado con los anuncios que piensan poner al aire los dirigentes del «No» (llenos de denuncias e imágenes de los innumerables crímenes de la dictadura pinochetista), el publicista no puede hacer otra cosa que hablarles con la verdad: Lo que ellos proponen, sencillamente «no vende».
A partir de allí es que toma vuelo la película, y se desarrollan las situaciones que permitirán entender al espectador, el reto que tiene René por delante: El acoso de su jefe, que no tolera que su subordinado trabaje para los «comunistas» del «No», la persecución constante y nada disimulada del aparato estatal, el desconcierto de compañeros de trabajo y familiares, algunos horrorizados ante la idea de que René trabaje para la campaña contra Pinochet, otros muy preocupados ante la expectativa de lo que la mayoría da por sentado, pasará el día del referéndum. Ninguno de ellos ve como posible una victoria del «No». «Dejémonos de huevadas» dice de hecho, con arrogante confianza, uno de los asesores del General «el presidente va a ganar igual«.
Un sentimiento de absoluta derrota se observa en los partidarios del «No». Una sensación de saberse vencidos aún antes de empezar, de que el sistema está arreglado en su contra, de que no hay forma posible de ganar. La ex-exposa de René, Verónica, que le increpa por lo que ella considera su postura ingenua respecto al plebiscito, es una de sus representantes en la cinta. Ella es activista de izquierda, y sabe de primera mano de lo que es capaz la dictadura (lo podemos comprobar en más de una ocasión). Lógicamente, considera el referéndum y la campaña publicitaria concedida a la coalición de partidos de centro e izquierda como una pantomima, una farsa del pinochetismo.
¿Cómo superar todo eso? Lo que Saavedra propone como alternativa es hacer del «No» algo positivo: En lugar de ponerse a machacar ad infinitum todo lo que alguna vez hizo (y continua haciendo) la dictadura chilena, la campaña se concentra en el futuro que vendrá una vez que Pinochet no esté más en el Palacio de la Moneda. Un futuro brillante, feliz, de gente bailando, y disfrutando de la vida en libertad plena, diciendo y haciendo lo que quiere. Con bromas, chanzas y risas (e imágenes de mimos) les hace olvidar (por un momento) todo lo que les aqueja, y les muestra en cambio todo lo que les espera. En caso de ganar el «No».
(Tanto éxito tiene sus estrategia, que la campaña del «Sí» termina copiándola)
Obviamente, hay más en la historia del plebiscito chileno de 1988 de lo que muestra la película de Larraín (y el final, ya todos lo sabemos). Sin embargo, «NO» resulta un paseo interesante, por los temas que encontramos afines con nuestra realidad, la de la Venezuela de 2013. Uno de ellos es el de la sociedad dividida en dos mitades que difícilmente se encuentran, o se reconocen. En el Chile dividido entre pinochetistas y anti-pinochetistas podemos reconocer a la Venezuela dividida agriamente entre chavistas y opositores. En los partidarios del «No», dudosos de obtener algún tipo de éxito, apesadumbrados por lo que parece un partido arreglado, abrumados por el ventajismo oficial que apenas les concede 15 minutos de propaganda electoral al día, vemos (con algunas diferencias significativas) a los opositores venezolanos. En los partidarios del «Sí», a los seguidores del oficialismo chavista.
Claro está: Ni Venezuela es una dictadura (todavía) ni nuestro proceso político es un calco del proceso chileno. Y este no es un plebiscito. Pero a modo de sugerencia, pienso: Mal no harían los dirigentes de oposición en ver esta película, y sacar unas cuantas reflexiones al respecto.
Mucho les convendría hacerlo. A ellos y a nosotros.
A proposito de la dictadura de Pinochet y del NeoLiberalismo en Chile, existe un documental de Patricio Guzman que se llama «La Batalla de Chile». (Brutal, se los recomiendo.) En el la gente de la Unidad Popular de Salvador Allende llama «momios» a la burguesia chilena, que viene siendo exactamente los mismos «escualidos» venezolanos. Si lo ven se podran asombrar de las veces que esta lucha de clases se ha repetido en el mundo y de las semejanzas entre ambos procesos. Aqui les dejo la primera parte, se llama: La batalla de chile, la insurrecion de la burguesia.
Todavia queda la parte 2 y 3 del docu, altamente recomendable. Y muy a proposito de la situacion venezolana. La 2da parte se llama: El golpe de estado. Y la 3ra parte se llama: el poder popular. Panas de verdad es cagante las similitudes entre los momios y los escualidos.
Que es esto fascismo organizado, camisas negras del pensamiento?
Que es esto una maquina de aplastar disentimiento?
Voy a ver esa pelicula. A ver si aprendo algo. Pero sin pretender que haya similitudes entre Chile y Venezuela mas alla del idioma y del hecho que los que estaban en el poder usaron de trampas e intimidaciones similares, tal vez… Solo para ver que se puede hacer cuando te ponen una trampa similar en esta latitud tropical, pero sin olvidar que aquello era Chile y que estoy viendo una dramatizacion que puede no ser tan precisa porque al fin y al cabo es una historia.
A ver si me entero de algo mas que las simplificaciones simplonas de quien podria creer que momios=escualidos (lo unico equivalente es que ambos son insultos y deshumanizantes), y Dictadura de Pinochet=Despotismo Hidraulico Chavista (lo unico equivalente es la preponderancia de los militares). Nada fue tan simple ni en Chile ni en Venezuela. Seguro hubo muchos pobres que le debian algo a Pinochet o que ayudaron a tumbar a Allende, y seguro hay muchos ricos que le deben algo al chavismo o que lo ayudaron a consolidarse.
@loroferoz: yo creo que la película plantea situaciones que le pueden decir a uno «humm esto me parece familiar», pero hasta allí. El contexto si bien nos suena parecido, es de 1988, y en otro país. Buscar y dictaminar paralelos exactos es como jugar a eso de que «la historia se repite» (lo que a mi parecer es un concepto errado, cada contexto es diferente)
Lo que me llama de la cinta, en todo caso es 1) el desarrollo de la campaña del No (que incluye los anuncios originales utilizados) y 2) el uso del formato U-matic para su grabación (que le da un aspecto documental). Esos dos puntos (en especial el primero) son los que me hacen considerarla relevante (para mí).
El manejo de la campaña simplemente, es demasiado ingenioso, digno de analizar: La transformación del NO (que tiene una carga obviamente negativa) en un concepto de alegría y felicidad… Por eso pienso que los dirigentes de oposición (y los opositores en general) deberían verla…
@Loro…: te digo que yo me quede sorprendido la primera vez que lo vi. Parecia grabado en venezuela de 2002. Pero ustedes saquen sus propias conclusiones. Eso es lo bonito de la libertad.
Pues no he visto el documental, pero a lo que tenga oportunidad, lo haré. Ahora, YO, personalmente, no puedo entender el querer buscar similitudes entre el chavismo y cualquier dictadura, sobre todo si es comunista, aunque en este caso, de derechas. porque el chavismo no estaba agotado, ni Chávez era visto como un déspota ni a nivel nacional, y mucho menos a nivel internacional. Para muchos venezolanos Chávez es lo mejor que le ha ocurrido a Venezuela, y sin embargo, Pinochet empezó haciendo muchas cosas malas, solo tener en cuenta la desaparición de mas de 3000 personas. Aqui, eso no ha sucedido. Al menos NO por órdenes directas del gobierno. Además, no han criminalizado a la oposición, asi que, por mucho que no nos guste, el modelo chavista no está agotado, ni hay señas de que se agote en un buen tiempo…
@Ed: de tu comentario puedo sacar que, ni leíste bien el artículo, ni tampoco los comentarios que hemos intercambiado @loroferoz y yo. Te recomendaría que al menos, leyeras con más detenimiento antes de opinar…
Bueno, si vemos la situación que se dio en la campaña para las elecciones de Octubre del año pasado podemos darnos cuenta que la dirigencia opositora casi que está copiando el modelo de «La alegria ya viene», o se olvidaron ya de «Está aclarando la mañana en Venezuela»?
Por muy extraño que suene, en Venezuela (Y esto es una opinión muy personal) es necesario lo que proponía la oposición Chilena en un principio y no esos discursos que perpetuan la idea de que Venezuela es un paraiso y que todo está y estará bien independientemente de por quien votes.
@David: Lo que proponía la oposición chilena en un principio no dejaba de ser lo justo (la recriminación de los crímenes de la dictadura chilena). Sin embargo ¿interesaba realmente al segmento de la población cuyo voto querían capturar? ¿Les hubiese ayudado a ganar? No olvidemos que en toda elección no sólo basta con apelar a tus votantes duros, sino a ese segmento que podría o no votar por tí…
@Gibarian:
Wohoo! Alguien respondió a uno de mis comentarios! :D
Ya tomando la cosa mas en serio, Tienes razón en que hay que encontrar la manera de llegar a ese grupo de personas que podrian o no votar por tí, pero (De nuevo, según mi percepción) ese grupo de gente es menos probable de que vote por ellos si utilizan el mismo mensaje una y otra vez que a estas alturas se ha vuelto Cliché.
No digo que lo que hicieron los Chilenos estuvo mal, fue lo mas apropiado para su caso en especifico y les funcionó, pero el caso de Venezuela es un poco diferente al caso Chileno porque en Venezuela el mensaje de progreso y de «Alegria» si gana uno u otro candidato ya está un poco trillado, especialmente el de la oposicion que ha venido usando el mismo metodo una y otra vez.
La maquinaria Chavista ha demostrado que, una parte importante del elector Venezolano Promedio (Y digo promedio considerando que somos pocos los que hacemos un esfuerzo por comprender que es lo que pasa en el pais y no ser parte del grupo que sale a Marchar a Gritar «Uh Ah Chavez no se va» o algo sacado de la descripción de la «Tresincuenta» del Articulo de EvilChip) vota con el Higado (O corazón, o pancreas, o vesicula, el organo es siempre diferente dependiendo del partido poltico) y no vota como manera de expresar una opinion surgida de un racionamiento que va mas allá del «Ellos son malucos, nosotros somos buenos» y esto aplica tanto para la oposición como para el oficialismo.
Dicho esto, mantengo mi postura de que la manera de ganar (al menos una parte de esos votos que estan indecisos) no es mostrar la promesa de un futuro Brillante, porque ya el Chavismo hace eso y lo hace mejor, sino mostrar, objetivamente, los errores que ha cometido el gobierno Oficialista, todas las fallas, todos los problemas y no dejar lugar a dudas de que el Gobierno oficialista es el responsable directo de la mala administración de los recursos.
Para terminar, el post estuvo muy bueno y repito que lo que dije no es una critica en contra del Post ni del autor, ya que no tengo nada que reprochar, todo lo dicho aqui es solo una opinion personal, una opinión que considero Valida. Se que sueno condescendiente y pido disculpas por eso, honestamente mi intención no es ofender a nadie (a menos que se trate de <3Door<3, pero eso es solo por trolear)
Aqui les dejo el video de Capriles para las Elecciones del 7 de Octubre, ese tipo de videos han sido el pan de cada eleccion de la oposición y como ya vemos no esta dando resultado: http://www.youtube.com/watch?v=VcuXKM-qFmo
@David: para mi el dilema está en quien pueda atraer a más votantes de esos calificados como «indecisos», o ni-ni. Los dos lados tienen sus votantes duros, y esos no cambiarán de opinión ni con una campaña como la chilena, ni con ninguna otra. Esos no son los que preocupan a los publicistas y comandos de campaña. Los que preocupan son ese grupo del medio que todavía no se inclina por ninguno de los dos…
Y bueno, respecto a «la alegría ya viene»: Tal parece que el comando Simón Bolivar si esta adoptando el enfoque chileno: